El Consejo de Empresas Pesqueras Argentinas (CEPA) conmemora este miércoles 26 años desde su creación. Lejos de festejos pero con el foco puesto en el horizonte, continúan en el compromiso de una pesca argentina responsable, sostenible y sustentable.
La destacada Cámara empresarial continúa el camino que comenzó a trazar en 1997 cuando agudizaron la visión del sector, dándole un sentido de la realidad a la pesca, apuntando a todos los frentes que la involucran.
La pesca tiene un gran impacto exportador, genera miles de puestos de trabajo y apalanca el desarrollo económico y social de la zona: con esos ejes y vinculándose con la comunidad, con las instituciones y el sector público, CEPA continúa transitando un camino cada vez más difícil.
Quienes están nucleados en la Cámara no solo son la imagen actual de la pesca argentina, surgidos en Mar del Plata, sino que son la historia viva de un sector que fue creciendo primero como pudo, hasta que comenzó a profesionalizarse y fue dándole la forma que hoy conocemos y que busca perfeccionarse día a día.
Sin dudas que lo recorrido hasta acá tuvo decenas altas y bajas, variables económicas incomprensibles, trabas a cada paso, de toda índole, laborales, gremiales, de relaciones, de impedimentos caprichosos e insensatos, que la sapiencia, el temple –mezclado con el temperamento- hicieron que puedan sortearse cada uno de esos escollos.
Nunca está mal observar y celebrar lo que se ha constituido en uno de los Clúster Pesquero más importante del mundo, lo que no solo se ve reflejado con una flota que se va renovando a pesar de las enormes dificultades económicas, pero fundamentalmente operativas a la hora de importar bienes del exterior, materia prima que componen el 75% de cada unidad naval, sino que eso es acompañado por la organización en las empresas, capaces de superar también serios inconvenientes que desde otro lado no logran verse.
Hoy, más allá de la historia y el peso que tienen los integrantes de CEPA en toda la Argentina, se han ganado un respeto inconmensurable en los países vinculados a la pesca, donde sobran las pruebas toda vez que son convocados, consultados y por sobre todas las cosas, respetados, algo que no todas otras Cámaras pudieron conseguir.
Se evidencia que las políticas públicas, la adaptación a contextos internacionales y a una situación económica prácticamente insospechada, les hacen bajar los brazos, sino todo lo contrario: todo sirve como una oportunidad para continuar en la búsqueda de una estabilidad del sector, que por más lejana que se vea, hoy sigue dando trabajo a miles de personas en varias ciudades, lo que hace que la representatividad en la Argentina y fundamentalmente de Mar del Plata, sea inobjetable.
Con los años han conseguido construir un bloque de empresas que entre sus desafíos tiene el fortalecimiento del sector, pero siempre mirando al desarrollo y teniendo como otro de sus ejes el diálogo para el sostenimiento de los grupos empresarios nucleados, dándole más visibilidad a nivel nacional en aquellos lugares donde hoy la pesca no es reconocida con el lugar que ha conseguido: ser uno de los pilares de la economía argentina.
Vaya nuestro reconocimiento desde PESCARE para aquellos que hace 26 años pensaron no en ellos mismos, sino en un sector que aún no vislumbraba el crecimiento aportado desde las empresas, como tampoco se podía imaginar las serias dificultades por las que han atravesado y lo siguen haciendo, capeando un temporal que seguramente, también pasará. A los pilares fundadores de CEPA, José A,Moscuzza, Luis y Antonio Solimeno, y Alberto Valastro, vaya nuestro reconocimiento y recuerdo permanente como espíritu de la pesca de altura marplatense.