La salmonicultura es una actividad que Chile ejerce desde hace muchos años. Se han especializado en productos de alta calidad y en todas sus formas, desde productos frescos y/o ahumados a retazos en pasta de salmón untable, lo que permite aprovechar integralmente toda la cadena de valor, generando un abanico de ofrecimiento para mercados de consumo selecto. En los últimos años, la cría de trucha formó parte del auge del salmón, lo que totalizó un valor exportado de casi U$S 6,500 millones durante el 2023 (esto es 3 veces lo que generó de exportaciones Argentina por todo el complejo pesquero natural y salvaje más el incipiente de cultivo). La asociación SalmonChile ha delineado tres áreas fundamentales en las que la industria salmonera chilena debe concentrarse para garantizar un futuro próspero y sostenible. Estas áreas fueron establecidas tras una serie de diálogos participativos, denominados «Diálogos para la Salmonicultura del Futuro», que involucraron a más de 800 participantes, incluyendo representantes de empresas, trabajadores, comunidades locales y académicos.
Áreas de Enfoque
1. Convivencia y Regulación:
El primer eje se centra en la necesidad de establecer un marco regulatorio que sea claro y accesible, minimizando la burocracia. Esto implica integrar a las comunidades locales en el proceso regulatorio, promoviendo así una corresponsabilidad en su cumplimiento. Se sugiere revisar la la Ley Lafkenche (24.249), que tiene como finalidad el reconocimiento de los derechos consuetudinarios de los pueblos indígenas y originarios, cuyos sistemas de vidas y culturas están estrechamente vinculadas al borde costero y tiene relación normativa con otros marcos regulatorios para adaptarla a las realidades actuales, buscando reducir tensiones entre comunidades y sectores productivos. Además, se fomenta una colaboración más robusta entre la industria y las comunidades para asegurar una coexistencia beneficiosa para ambas partes.
2. Sostenibilidad Ambiental y Tecnológica:
La segunda área prioriza la implementación de prácticas sostenibles que equilibren el crecimiento económico con la protección del medio ambiente. Esto incluye la adopción de tecnologías avanzadas para mitigar los impactos ambientales y optimizar el uso de recursos naturales. La promoción de la conciencia ambiental entre los trabajadores y otros actores clave es esencial para alcanzar estos objetivos.
3. Desarrollo Económico y Bienestar Social:
El último eje destaca la importancia de reconocer el impacto positivo de la salmonicultura en la economía local. Se enfatiza la necesidad de fortalecer la infraestructura pública y privada en el sur de Chile, mejorando así los niveles de vida. Asimismo, se promueve la inversión en educación técnico-vocacional para potenciar el capital humano y generar oportunidades laborales en las comunidades afectadas por esta actividad.
Contexto Económico
Chile se posiciona como uno de los principales exportadores de salmón a nivel mundial, enviando sus productos a más de 80 países. En 2023, el país exportó más de 774,000 toneladas métricas de salmón y trucha, lo que representa un incremento del 3.1% respecto al año anterior. Sin embargo, el valor total de estas exportaciones experimentó una caída del 2%, alcanzando los 6,460 millones de dólares.El presidente chileno Gabriel Boric ha manifestado críticas hacia la industria salmonera, impulsando reformas ante los escándalos relacionados con daños ambientales y mortalidades no reportadas. En respuesta a estas preocupaciones, se prevé la presentación de una nueva ley de acuicultura en el primer semestre de 2025.En conclusión, SalmonChile ha identificado áreas clave que requieren atención urgente para asegurar un desarrollo sostenible y responsable del sector salmonero en Chile, enfatizando la importancia del diálogo abierto con las comunidades locales y el compromiso con prácticas ambientales responsables.