Es evidente que la zafra en aguas provinciales de Chubut, trae como arrastre los mismos problemas que se generaron a partir de junio en la zafra de aguas jurisdiccionales de Nación, en cuanto a precios, y situación internacional de la demanda.
A eso, también es lógico pensar que el reacomodamiento del sector gremial frente al disparate inflacionario incidieron en las negociaciones paritarias con el sector empresarial.
Por h o por b, lo concreto es que la zafra en Chubut, aun está por iniciarse llevando un retraso de mas de 15 días.
Todo hace presuponer que esta semana, ya avanzadas las tratativas entre Cámaras y Gremios, las primeras evaluaciones del recurso para poder abrir la zafra se estarían dando sobre la mitad de la semana, ese es el escenario probable dentro de un esquema donde todo el mundo del sector langostino debió «barajar y dar de nuevo».
Es así, como en un escueto comunicado (a confirmar), el viernes por la tarde, las empresas mas importantes que nuclean a compradores, procesadores y exportadores de langostino fresco de la zafra provincial de Chubut, habrían dejado entrever una misiva poniendo de relieve, que debido a la situación de público conocimiento, se verían obligados a poner un límite máximo al precio del langostino fresco de U$S 2.50/kg. con lo que un cajón rondaría los U$S 42.50. Información que no fue confirmada oficialmente, pero circula en el sector.
En el contexto de ajuste generado por el demandante internacional; escaso, selectivo y con precios decididamente a la baja, hace que la cadena toda, se ajuste para intentar comenzar un año donde las cámaras de frío aun permanecen con varios miles de toneladas de la zafra de aguas Nacionales y algunas -aunque intentan esconder ese dato- de la misma zafra de aguas provinciales de 2021-2022.
Panorama difícil e incierto, de confirmarse esta misiva, para el complejo manufacturero exportador de Chubut, pero que seguramente encontrará la forma de salir adelante, incluso de confirmarse esta nueva adversidad.