La presencia del Estado argentino en el borde de su Zona Económica Exclusiva (ZEE), sobre todo en la conocida “milla 201”, es esencial. La Prefectura Naval Argentina ha sostenido esa presencia a lo largo del tiempo, patrullando con buques guardacostas en una frontera marítima de casi 700 kilómetros, entre los paralelos 42° y 48° de latitud sur.
Sin embargo, el verdadero control de las flotas extranjeras que operan más allá de esa línea exige mucho más que patrullaje: requiere inteligencia marítima, tecnología aplicada, estrategia jurídica y conocimiento profundo del derecho del mar.
A diario, flotas extranjeras operan en aguas internacionales adyacentes a la ZEE sin regulación alguna. Allí compiten por recursos migratorios y transzonales de alto valor comercial, muchas veces sin controles y con redes de apoyo logístico que les permiten permanecer durante largos períodos lejos de cualquier puerto, dificultando la fiscalización y propiciando situaciones de explotación laboral a bordo.
Aunque las incursiones ilegales a la ZEE argentina no son frecuentes, su eventual detección y sanción es clave. En ese sentido, la Prefectura ha desarrollado estrategias innovadoras basadas en el Sistema Guardacostas, el uso de imágenes satelitales, inteligencia artificial y cooperación internacional para detectar y sancionar estas infracciones, incluso sin necesidad de capturar físicamente a los buques involucrados.

Casos que marcaron un cambio de paradigma
Desde 2015, la Prefectura Naval ha implementado una serie de procedimientos que hoy se reconocen como buenas prácticas internacionales en la lucha contra la pesca ilegal.

- Caso Lu Jiao Nan Yuan Yu 177 (2015): tras ingresar ilegalmente a la ZEE y fugarse hacia alta mar, este buque potero chino intentó evitar el contacto con la Prefectura mediante una maniobra de trasbordo. Sin embargo, gracias al monitoreo satelital y al cruce de información en puerto, se logró vincular al buque infractor con otro de la misma compañía, permitiendo la aplicación efectiva de una multa.
- Caso Huali 8 (2016): este buque potero fue detectado pescando ilegalmente y, tras desobedecer las órdenes de la autoridad, huyó hacia aguas uruguayas. Aunque no fue capturado en el momento, se gestionó un pedido de captura internacional a través de INTERPOL, que culminó con su detención en Indonesia, en una acción sin precedentes para la justicia argentina.
- Caso Calvao (2024): el ingreso del arrastrero portugués a la ZEE fue detectado por el sistema satelital AIS y confirmado por imágenes provistas por la CONAE. Al ser notificada la Embajada de Portugal y las autoridades marítimas de Uruguay, el buque abandonó la zona y regresó a su país, en una muestra clara del poder disuasivo de la estrategia argentina.
- Caso Xinrun 579 (2025): este buque de bandera de Vanuatu fue detectado únicamente mediante herramientas electrónicas, incluyendo imágenes satelitales y verificación de spoofing. Fue notificado radialmente y luego sancionado, con la empresa armadora allanándose al pago de la multa y de los costos operativos del procedimiento, sin necesidad de captura física.
Estos procedimientos evidencian la eficacia de una estrategia que combina vigilancia satelital, acciones administrativas, herramientas legales y cooperación internacional. No sólo permiten sancionar a los infractores, sino que también disuaden futuras incursiones y fortalecen el control estatal sobre los recursos pesqueros.
Un modelo para la región
La experiencia de la Prefectura Naval Argentina establece un nuevo estándar en el control de la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR) en la milla 201. La tecnología no reemplaza la presencia física, pero la potencia: permite detectar, verificar y sancionar con eficiencia, incluso sin intervención directa en el mar.
El verdadero “combate” contra la pesca INDNR no se libra sólo con buques en alta mar, sino también con inteligencia, cooperación y herramientas jurídicas eficaces. En este sentido, Argentina no solo defiende su soberanía, sino que se posiciona como referente regional en el control de sus espacios marítimos.
Esta nota está basada en un detallado informe del Lic. Sergio Almada y la Dra. Luciana De Santis Solla.