La 12ª edición del Congreso Internacional Conxemar FAO y la 25ª Feria Internacional de Productos del Mar Congelados, celebradas en Vigo, han dejado reflexiones que pueden contemplarse como basales sobre los retos que enfrenta el sector pesquero global, con un fuerte énfasis en la sostenibilidad y la necesidad de rentabilidad empresarial. El ministro español de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas Puchades, destacó la seguridad alimentaria como una prioridad global, en un contexto de creciente pobreza y malnutrición. Enfatizó la necesidad de una visión integrada de los océanos, recordando que no puede haber sostenibilidad sin rentabilidad empresarial.
Planas destacó que el 77% de los desembarques mundiales provienen de pesquerías biológicamente sostenibles, lo cual representa un avance significativo. Además, subrayó la importancia de la acuicultura, que por primera vez ha superado a la pesca extractiva en términos de producción de alimentos de origen marino/acuático, aunque insistió en que la pesca extractiva sigue siendo de vital importancia para abastecer los requerimientos nutricionales y alimentarios de la población mundial.
Por su parte, Abel Caballero, alcalde de Vigo, realizó una férrea defensa del sector pesquero local y nacional, criticando las posiciones maximalistas de ciertos movimientos ecologistas, a los que calificó de «ecologismo populista«. En su intervención, subrayó el papel de la ciencia biológico-científica como guía fundamental en la toma de decisiones de gestión pesquera, frente a eslóganes sin fundamento técnico ni consistencia.
En paralelo al congreso, la feria Conxemar 2024, con más de 767 expositores de 46 países y una cifra récord de visitantes, se consolidó como uno de los eventos más relevantes para la industria pesquera y acuícola internacional. En este contexto, el subsecretario argentino de Recursos Acuícolas y Pesca, Juan Antonio López Cazorla, expuso sobre las oportunidades que presenta la acuicultura y el rol de la mujer en Argentina, si bien su intervención fue breve y menos desarrollada en comparación con la envergadura del evento, había temas -al entender de varios participantes-, de mayor interés y peso específico que fueron conversados off the record, como la demora en la redistribución de cuotas de la merluza hubbsi, que se acerca a una verdadera odisea por la falta de consideración hacia el sector pesquero y un manoseo poco virtuoso.
La 25ª edición de Conxemar fue calificada como un éxito histórico por la gran afluencia de visitantes y la cantidad de acuerdos comerciales, estimados en más de 620 millones de euros. Eloy García, presidente de Conxemar, hizo un llamado para expandir la capacidad expositiva del evento, subrayando la pérdida de oportunidades que implica la falta de espacio para nuevas empresas interesadas en participar.
Además, la feria tuvo una importante apertura hacia la ciudad de Vigo con la celebración de eventos cuya duración acapara las próximas semanas. Se espera que la próxima edición de la feria Conxemar tenga lugar entre el 7 y el 9 de octubre de 2025, consolidando aún más su papel como referente global en el sector pesquero y acuícola.
Opinión
Al margen de lo redactado, el fondo sustancial de la feria marca un clarísimo cambio en los hábitos de consumo como consecuencia post pandemia de la necesidad de aceptar como la sociedad en su conjunto a través de cada individuo entendió que la vida es algo finito y preciado. El ser humano muere.
Esta es la conclusión de lo vivido en pandemia y eso rectificó hábitos, costumbres y formas de vida, entendiendo que el esparcimiento y la felicidad están por encima del trabajo y la necesidad alimenticia. El mundo vuelca en ideales más facilistas pero genuinos, disfrutando la familia, los encuentros y expendiendo menos en calidad alimenticia, nutricional y vestimenta. Todo pasó a ser secundario. Por cuanto, los mercados recién están entendiendo esta nueva realidad o paradigma, para ofrecer a medida, lo que el nuevo orden demanda.
En ese aspecto, la acuicultura ganó espacio, de fondo la calidad pasa a ser relativa frente al mercado de nuevos consumidores que privilegian menores precios en post de mayor diversión y tiempo de esparcimiento, claramente es lo que esta sucediendo desde hace algunos años como tendencia entre el camarón de cultivo y el natural y salvaje argentino. A pesar de incipiente mejora en demanda y precios de algunas tallas en particular, entiéndase por falta de stock.
La lectura rápida de lo que sucede en el mundo del consumo hará modificar lo que Argentina pueda ofrecer, para rápidamente adaptarse al cambio y picar en punta a nuevas demandas. El mayor desafío termina siendo convertir un pez en un alimento que demanda la menor cantidad de tiempo de elaboración en cocina. La sociedad de consumo hoy esta presionada por llegar a tener menor cantidad de tiempo para procesos de cocción, la vida familiar apunta a la alimentación y nutrición más que al cortejo de la celebración de un almuerzo o cena.
En ese punto la industrialización y tecnificación llevan a un profundo cambio de paradigma en las formas que se procesaran los alimentos. Por supuesto, que para ello es inexorable contar con mano de obra que hoy en Argentina, y a pesar de las necesidades, esta extremadamente cara comparada a países procesadores de alimentos. La mano de obra argentina en moneda dura es muy cara para poder competir y este Tipo de Cambio relativamente bajo es interesante aprovecharlo para la tecnificación e importación de maquinaria para procesar productos que ya está demandando la sociedad mundial de consumo.