Cada 4 años el sector pesquero se somete a la incertidumbre de la danza de nombres que podrían conducir los destinos de Paseo Colon 822 CABA.
Y como todo en el pragmático sector, se resuelve sobre la marcha. De esta manera cada 4 años llevan golpes de timón hacia uno u otra lado. Y lo peor del caso es que cada banda de ese veril representan las orillas alejadas de un río que pocos saben hacia donde conduce. Así está la pesca. Un sector de vigorosa inversión y de generación de miles y miles de puestos de trabajo genuinos, directos e indirectos, que permitieron hasta el desarrollo de ciudades enteras.
Demás esta decir, pero es bueno refrescarlo, que actividades regionales con el 5% de lo que exporta la pesca siempre están en la mesa de discusión del próximamente extinto Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación. Mientras la pesca espera designaciones impuestas.
Quehaceres de la actividad política de la nueva conducción a partir del 10 de diciembre apuestan a una reorganización del Estado, donde el ministerio de otrora, se convierte en Secretaria, una idea austera de reconfigurar los dañinos gastos del Estado, cuna de muchos puestos de trabajo que llegaron por militancia y no por idoneidad; algo que en el fondo repercute en los intereses y salarios de quienes eficientemente cumplen su función, ya que el prorrateo de fondos públicos hace que el bueno sea perjudicado por el malo y este, por quien siquiera pasa más de unas horas durante el mes, en su puesto de trabajo. Era inviable y promiscuo continuar de esta manera.
Es verdad, cuando se pretende dar de fondo la solución al flagelo inflacionario, las aceitadas máquinas de estampar billetes espurios, sin ningún tipo de respaldo, hará quedar al descubierto un sinnúmero de irregularidades que serán muy difíciles sostener en la actividad. El empleo.
Este freno de mano, violento y a la fuerza, puede provocar el mismo efecto que en un colectivo, lleno, con gente de pie, lanzado a 100km/h y colocar el freno de mano sin previo aviso en un solo acto. La inercia, o condición que hace que todo cuerpo quiera permanecer en el mismo estado en que se encuentra, hará apilar a todos en el parabrisas. La leyes físicas están por encima de la política.
Este ejemplo, llevado a la realidad, expone a la administración de la Pesca y todo el sector, acostumbrado exactamente en forma opuesta de las leyes universales, pues desde hace tiempo la política quedó por encima de la Ley, incluso en otros temas mucho más profundos y dolorosos para el quehacer de la sociedad, llámese obra pública, bolsos con dinero en un convento, regalías petroleras provinciales más sus intereses, venta de tierras fiscales en valores irrisorios a amigos o testaferros, licitaciones, y tantas otras sospechas de irregularidades. Pero, si desde el Estado se sostiene que la política está por encima de la Ley, bueno; todo se justifica.
Se presentó el Secretario de Bioeconomía (como se llamará a partir del 10 de diciembre la Secretaria de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación) Ingeniero Agrónomo Fernando Vilella, junto a un renombrado equipo muy preparado, -y quien escribe lo dice con conocimiento de causa- acerca de la agricultura de precisión, la ganadería, la siembra directa y la labor de la tierra. Pero, de pesca aún no hay sentado nadie. Y ahí está el problema.
El sector pesquero siempre fue un coto cerrado para unos pocos, entre intereses nacionales y españoles, con incidencia en los últimos años de chinos y canadienses. Todos pretendiendo una porción de la torta, y no está mal que así sea, pero, además, hay una segmentación que corta por latitud, norte sur o mucho más marcado, por provincias, donde hay un bloque patagónico y la aislada provincia de Buenos Aires, que ademas, a partir del 10 de diciembre goza (¿goza?) de las mismas autoridades de la mano del gobernador electo Lic Axel Kicillof quien reconfirmó estos últimos días a su ministro de desarrollo agrario.
Perpleja la pesca de Mar del Plata, quedó en la semana, sabiendo que el Lic. Javier Rodríguez permanecerá en su cargo, pero que a decir verdad, en más de medio siglo de historia marplatense en el sector, jamás se preocupó de formar cuadros para su propia conducción.
Recordemos es el titular de la cartera del Ministerio de Desarrollo Agrario y representante titular en el CFP, el mismo que negoció, vil y de dudosa forma, el reparto de las 5000tn de langostino, quien delegó oportunamente en su viceministra la Lic. Carla E. Seain, al frente operativo dentro del mismo ente colegiado, CFP.
Ambos dos, deban representar a la pesca de la provincia de Buenos Aires, quien, recordemos, aún tiene a Mar del Plata como principal puerto pesquero del país, donde se descargan el 57% de las capturas del mar argentino y donde todos los días, en el Consorcio Portuario Regional Mar del Plata, queda registrado el ingreso de 13500 personas identificadas con una tarjeta plástica, para realizar su día de trabajo. No en vano, los principales gremios del sector están en Mar del Plata.
Así y todo, la representación de los intereses de la pesca de Mar del plata en la política pesquera nacional, fue un verdadero bochorno. Bajo la soberbia de haber creído aprender sobre pesca y defensa de derechos del sector en los últimos 3 años, al final terminó siendo parte útil y funcional a quienes desde hace más de 10 años impulsan dentro de ese recinto políticas pesqueras a medida para, solapados intereses de empresarios amigos y socios, que no son precisamente los más sanos, (cuenta en nuestro haber documentación acerca de permisos de pesca, reformulaciones, paso de lanchas artesanales a grandes costeros dedicados a la captura de langostino pasando por los escandalosos VA.CO.PA. (buque artesanal para VAriado COstero PAtagónico que jamás pescaron un solo cajón de salmón, y que nacen con tangones dirigidos a la captura de langostino en un proyecto EXPERIMENTAL de la provincia por 3 años, utilización de asignaciones de cuotas de empresas en proceso de quiebra, otorgamiento de permisos de pesca a amigos, irregularidades al margen de la Ley de todo tipo, incluso el fiscal y con penal tributaria, con cuentas en el exterior, desvió de fondos y demás irregularidades impositivas), pero este es otro tema aunque, si la premisa es justificar la política por encima de la Ley, este es un buen botón para la muestra.
Amén del bochornoso e impúdico reparto de 5000tn de langostino al mejor postor, un ventana de la política massista que transó directamente con el gobierno de la provincia de Buenos Aires, por encima de la Cámpora realizado por un conocido operador en las sombras; como siempre, refrendado sobre el final de ciclo en el ACTA CFP Nro.39/2023 de la semana pasada, que no dio lugar al recurso de reconsideración presentado anteriormente por algunas cámaras representativas de la pesca de Mar del Plata, entre gallos y medianoche sobre final de ciclo, algo bien acostumbrado en participantes de un CFP que transa, cambia de figuritas y no legisla buscando consensos amparados en la Ley. (el mismo modus operandi de aprobación de la nueva Ley de Pesca de la provincia de Chubut, realizada el 22 de diciembre, también entre gallo y medianoche antes de las fiestas, cuando los participantes del sector dan por descontado el año).
Por eso, al momento de la danza de nombres para ocupar el sillón del Subsecretario de Pesca tiene un sabor especial para quienes utilizan ese lugar para omitir ciegamente lo que el CFP aprueba. A decir verdad, cuando uno está en regla y dentro de la Ley, quien deba administrar el recurso o el ente que debe legislar y marcar la política pesquera, es indistinto, pues no hace falta tener un ciego, sordo y mudo al frente de ese lugar y un aparato legislativo con sesgo de cueva lobista más que una entidad que, de forma institucional y con la Ley debajo del brazo, sea la encargada de aprobar los permisos de pesca comercial y experimental, fijar las pautas de coparticipación en el Fondo Nacional Pesquero, establecer los derechos de extracción y fijar los cánones por el ejercicio de la pesca. Como lo indica la Ley Federal de Pesca Nro.24.922, ni mas ni menos.
Como última consideración, la pesca de Mar del Plata solo necesita que se cumpla la Ley, y poseer un representante de la provincia de Buenos Aires que defienda a rajatabla los límites de los intereses avasallados de sus representados, sólo por inacción, omisión, desconocimiento o intereses económicos personales.
A decir verdad, «Cuando la suerte no te importa y el destino está en tus manos, jamás mirás la moneda…«, solo se depende de un buen árbitro que imparta justicia y que sea sobre la piedra filosofal del reglamento, para la pesca, lease, la Ley.