Especialistas del CONICET-CENPAT y de la ciudad de La Plata identificaron por primera vez en aguas del Golfo Nuevo a Botrylloides diegensis, una ascidia colonial considerada especie exótica invasora. El hallazgo fue realizado por Clara Giachetti y Nicolás Battini, investigadores del Instituto de Biología de Organismos Marinos (IBIOMAR-CONICET), y representa la primera detección de esta especie en el Atlántico Sudoccidental.
Las ascidias son animales marinos invertebrados y filtradores, más cercanos a los vertebrados de lo que su apariencia sugiere. Viven fijas a superficies naturales o artificiales y se alimentan filtrando el agua a través de un sistema de sifones. Según explicó Giachetti, existen ascidias solitarias y coloniales. En este caso, B. diegensis pertenece al segundo grupo, y su presencia ya había sido registrada en regiones como el Canal de la Mancha o Japón.
El equipo investigador detectó esta ascidia en los pilotes del muelle Almirante Storni y, de manera novedosa, también en el intermareal de Punta Cuevas, un ambiente donde hasta ahora no se conocían ascidias resistentes a la exposición directa al aire.
“Cuando la descubrimos ya estaba establecida, por lo que no se puede erradicar. Ahora estamos haciendo un seguimiento para entender cómo se distribuye en el Golfo Nuevo y cómo compite con las especies nativas”, señaló Giachetti. Si bien aún no se registraron impactos negativos concretos, se sabe que esta especie puede representar un problema en estructuras artificiales utilizadas en actividades económicas como la maricultura.
Además del hallazgo en Puerto Madryn, B. diegensis también fue encontrada en la zona de Mar del Plata. Los investigadores advierten que la conexión frecuente entre ambos puertos mediante embarcaciones pesqueras y recreativas podría estar favoreciendo la dispersión de especies no nativas.
“El hecho de haber identificado simultáneamente la especie en ambas ciudades fue posible gracias al conocimiento acumulado que tenemos sobre la biodiversidad marina local. Es un ejemplo claro de por qué es fundamental sostener investigaciones de largo plazo en nuestras costas”, concluyó la científica del IBIOMAR.