El último viernes por la tarde, tras recibir todos los certificados correspondientes que lo habilitan para la navegación, la Autoridad Marítima autorizó la zarpad del buque construido en Japón en el año 1980
Atrás han quedado extensos y tediosos días, donde en abril del año 2023 el casi mítico buque de investigación pesquera debió ingresar a dique, para luego de decenas de trabajo hoy pueda estar nuevamente en condiciones de realizar una tarea esencial para la pesca argentina que tan vapuleada se encuentra por estos días.
Ya fue realizada la correspondiente prueba de navegación, tras las tareas realizadas en el propulsor principal como así también en los sistemas auxiliares, controlándose las vibraciones del eje que registraba el barco, del mismo modo que ocurrió con el eje porta hélice y el paso variables.
No han sido días sencillos tampoco para dejar en óptimas condiciones el sistema principal de gobierno y el auxiliar del “barcazo” como muchos lo califican, donde personal en general, técnicos e investigadores son minuciosos a la hora de trabajar en sus tres laboratorios.
El detalle de los trabajos también marca que se realizaron pruebas y se calibraron los guinches y las artes de pesca, las que fueron probadas a distintas profundidades y en diferentes regímenes de velocidad y condiciones de mar.
Para optimizar la prueba de velocidad, la embarcación fue exigida con sumo cuidado hasta su velocidad máxima –que puede alcanzar a los 10 nudos- donde registró por momentos incluso un registro de hasta 11 nudos, lo que mostró de acuerdo al personal específico abocado a esa tarea que todo funciona del modo adecuado.
El buque de investigación pesquera, que pertenece al INIDEP fue bautizado oportunamente con el nombre del Dr. Eduardo L. Holmberg, como homenaje al médico y naturalista nacido en el año 1852 y fallecido en el 1937, quien tuvo una destacada labor como docente universitario, quien publicó numerosos trabajo sobre la fauna y flora de nuestro país.
Fuentes consultadas por este medio se mostraron muy satisfechas por haber superado las pruebas de mar de la embarcación, pero sobre todo por haber conseguido las correspondientes partidas presupuestarias para la adquisición de los repuestos necesarios para los arreglos que se necesitan para los buques de investigación.
“Estamos contentes porque el subsecretario Cazorla nos escuchó y entendió que sin las campañas de investigación, sin los buques en condiciones y sin el personal adecuado, es imposible continuar con los estudios en el mar argentino, y se arriesga perder todo lo hecho en todos los años de investigación”, le comentó a PESCARE un empleado de INIDEP conocedor de los barcos y de los pasillos del Instituto.
Ya días atrás, en una visita realizada por nuestro periodista al Instituto ubicado en el inicio de la Escollera Norte marplatense, otro de los empleados de larga trayectoria en la institución, dejó un comentario para reflexionar: “a Oscar (por el Lic. Padin, último director del INIDEP hasta hace unos días) lo criticaban por varias cosas, pero también lo felicitaban porque hizo un montón de cosas muy buenas, la función pública es así, hay gente leal y de la otra. Yo te lo puedo resumir así: se lo extraña, hizo muchas cosas buenas principalmente por y para la gente y la investigación, a veces necesitas un poco de suerte y mucho dinero, que por estas cosas de las licitaciones del Estado, es mucho mas complejo de alcanzar”.
Entre las distintas pruebas realizadas al barco de investigación pesquera, se puso especial atención en las pruebas de guinches oceanográficos y de maniobras de detección y trabajo con plancton, con su calibrado correspondiente en muestreadores. La puesta a punto del sistema recientemente instalado de medición de telemetría de las artes de pesca, no estuvo ausentes dados que reemplazan al viejo sistema “Scanmar” (sistema de control de red y capturas).
El sistema mencionado posee una tecnología para medida y procesamiento de señales transmitidas a través del agua basada en telemetría hidroacústica, la que logra observaciones precisas del aparejo, de las capturas y de las posibles condiciones del medio, pudiéndose aplicar a todo tipo de pesca activa.
“Satisfacción” fue el término más utilizado tras las pruebas, ya que los nueve lances realizados, los cuales fueron variando desde los 30-40 metros hasta los 200 metros, fueron todos óptimos, arrastrando tanto de proa, popa y sus lados. “Lo más importante es que la vibración desapareció, el ruido del guinche fue reducido prácticamente al mínimo”, le comentó un allegado a esta redacción.
Además los sensores, tanto de red como de portones, registraron un resultado completamente óptimo, funcionando todo a la perfección, a través de otra muy buena tarea realizada en el buque por el astillero SPI.
Ahora quedan algunas tareas por delante: calibrar los detalles del motor (simples ajustes) y aprovisionarlo tanto de víveres como de combustible, para que el próximo martes 6 de febrero se pueda dar inicio a la campaña de calamar “que debe” el Instituto.
“Es una nave impresionante, ni se ‘mosqueó, y eso que el barco estaba vacío, porque tenía el mínimo de combustible’”, contó uno de los tripulantes.
Enorme el esfuerzo que están realizado los trabajadores del INIDEP, porque al no tener director designado aún, (aunque nos adelantaron podría ser Jorge Bridi quien tenga mayores posibilidades), hacen lo que saben (que no es poca cosa), pero que necesitan que alguien tome determinaciones de peso. Claro está que el director debe ser nombrado por el subsecretario de Pesca de la Nación (por actuación es Juan Antonio López Cazorla), pero ni siquiera ha sido oficializada su designación, al menos hasta la media tarde del lunes, aunque prometieron pronunciamiento para los próximos días.