Ya está en marcha la licitación para el diseño, construcción y equipamiento de la embarcación a la que aspira tener el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero. Por el momento la etapa en la que se encuentra el concurso es la solicitud de información, la cual se encuadra en el Programa de Fortalecimiento de los Servicios de Sanidad Agropecuaria y del Manejo Sustentable de los Recursos Marítimos de Argentina, con financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo, como paso previo al llamado a licitación.
Aquellas empresas que busquen diseñarlo, construirlo y equiparlo, tienen como fecha tope el próximo 13 de octubre para poder dar a conocer las capacidades técnicas y financieras del astillero, sugerencias, comentarios y opiniones previas al llamado de licitación propiamente dicho.
De la misma manera las empresas interesadas podrán recabar más información de las especificaciones técnicas del barco, más allá de las que se encuentran descriptas en el documento difundido por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca.
Serán 30 meses el tiempo límite para la construcción, una vez que se encuentre rubricado el contrato, donde estarán detalladas las características que deben tener el ansiado buque y las condiciones que debe reunir el astillero donde se construya.
Ya en el último mes de marzo, miembros nucleados en la Industria Naval, se mostraron interesados en la construcción del buque de investigación, inquietud que le fue presentada al actual Ministro de Economía Sergio Massa y al Secretario de Industria y Desarrollo Productivo José Ignacio de Mendiguren, a través de una nota que llevó las firmas del Consejo Profesional de Ingeniería Naval, Tandanor, FINA y Cámaras Asociadas, ABIN, Astillero Río Santiago, SAONSINRA, SI.T.T.A.N, Asociación Argentina de Ingeniería Naval, Cámara de la Industria Naval Argentina, ATE Ensenada y SOIN.
En la ocasión desde el Consejo Económico y Social de la Industria Naval se dirigieron a las autoridades, tal como lo hicieron en la nota que fuera presentada el último 10 de febrero, para reiterarle la preocupación de las citadas entidades respecto a la información de público conocimiento acerca de que existirá una licitación internacional para la construcción de un Buque de Investigación con características ICE CLASS que sería parcialmente financiado con un crédito del BID, tal como hemos señalado en varias ocasiones a través de PESCARE.
El Consejo valoró las gestiones realizadas por el gobierno nacional que concluyeron en la aprobación de un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo, por un monto de hasta 125 millones de dólares, destinados a financiar parcialmente el “Programa de Fortalecimiento de los Servicios de Sanidad Agropecuaria y del Manejo Sustentable de los Recursos Marítimos de Argentina (PROSAMA)”, de acuerdo a lo establecido en el Decreto N° 140/2023 y que fue publicado el 13 de marzo del presente año en el Boletín Oficial.
Desde el mismo Consejo Profesional habían señalado que “como entidades representantes de la industria naval argentina, pública y privada, no podemos dejar de resaltar que en nuestro país existen astilleros públicos y privados con capacidad y experiencia suficiente tanto para construir como para desarrollar la ingeniería de un buque de este tipo. No obstante, y teniendo en cuenta antecedentes recientes e información publicada en diferentes medios de comunicación acerca de la realización de una licitación internacional para el desarrollo de la mencionada obra, sobre la base del artículo 15 de la ley 27.418 el buque debe ser de construcción local. Consideramos que debe preverse en la misma distintas herramientas que potencien la participación de la industria nacional. No hacerlo sería una oportunidad desperdiciada para que el financiamiento internacional traccione y motorice el desarrollo de la industria naval argentina y la generación de empleo. Asimismo resultaría doblemente perjudicial que en un contexto macroeconómico como el actual, de restricción de dólares, el estado argentino adjudique una obra de esta envergadura para ser realizada en el extranjero”.
De acuerdo a la información recogida por nuestro portal, se trata de un barco con capacidad para trabajar en aguas subantárticas, adoptando la categoría “Polar Class 7” y deberá responder a una configuración netamente pesquera y oceanográfica de altas latitudes, de manera que permita realizar muestreos oceanográficos y el despliegue de vehículos submarinos a gran profundidad; lo mismo debe poder hacerse con los muestreos planctónicos.
El buque será de propulsión eléctrica, con dos líneas de ejes independientes y la generación de energía estará integrada por motogeneradores Diésel que se conectarán en paralelo en forma automática y/o manual.
Además dispondrá de un volumen de tanques de combustible suficiente para asegurar una autonomía mínima de más de 60 días y deberá tener una velocidad máxima de 16 nudos y una velocidad de régimen permanente de 12 nudos, contando con que deberá cumplir el nivel de ruidos para buques de “tipo silencioso” y estar dotado de un Sistema de Posicionamiento Dinámico.
La embarcación deberá adaptarse a la utilización de distintos tipos de arte de pesca y reducir al máximo la interferencia de burbujas en los equipos de investigación científica. Todas las maquinas, guinches de pesca y de investigación serán de accionamiento eléctrico y deberá contará con un vehículo submarino tipo ROV (Remote Operated Vehicle) de última generación, con brazo para las tomas de muestras hasta 1.500 metros de profundidad.
También deberá poseer capacidad de alojamiento para 40 miembros del personal científico y 30 tripulantes, siendo capaz de realizar navegación mundial, inclusive zonas donde la República Argentina aún no ha desarrollado investigación alguna y garantizar una vida útil operativa mínima de 30 años.
El comunicado que brindó la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca detalla que “el buque deberá cumplir con los más altos estándares de construcción a nivel mundial para este tipo de embarcación y el astillero deberá poder garantizar un plazo de entrega de treinta meses, desde la firma del contrato. Este plazo incluye su diseño, construcción y equipamiento. Debiendo entregarse exclusivamente en el muelle del INIDEP, que se encuentra ubicado en el puerto de Mar del Plata, Argentina”.
La licitación será de carácter pública e internacional con el objetivo de contratar un astillero conforme las políticas del BID.
La solicitud de información forma parte del proceso y el objetivo que persigue es que las empresas interesadas puedan presentar información relativa a su capacidad técnica y financiera, a su experiencia similar o comparable (trabajos realizados durante los últimos cinco años en la construcción de embarcaciones de investigación pesquera y oceanográfica y/o buques de pesca) su infraestructura disponible, localización de sus instalaciones y su organización y otros antecedentes que consideren de interés.