La reciente prospecci贸n de langostino en el sector norte de la Zona de Veda Permanente de Juveniles de Merluza (ZVPJM), que concluy贸 sin capturas ni avances t茅cnicos sustantivos, ha dejado al descubierto ciertas inconsistencias que merecen una revisi贸n cuidadosa. M谩s all谩 del resultado operativo, el episodio expone una serie de decisiones que, por su car谩cter apresurado y su escasa planificaci贸n, generaron un impacto negativo en el desempe帽o de la flota y en la percepci贸n general del sector.
El aviso de inicio de prospecci贸n de langostino fue comunicado el martes 17 de junio por la tarde, disponiendo el zarpe para las 00:00 horas del d铆a siguiente. Este corto lapso temporal marca una necesidad de la administraci贸n por impulsar la actividad demostrando operatividad sin considerar varios otros aspectos operativos. Para una maniobra que involucra recursos, planificaci贸n y seguridad, los tiempos parecieron insuficientes para garantizar las condiciones m铆nimas de efectividad.
Consultado un armador, ayer a 煤ltima hora nos dijo 芦esto estaba agarrado de los pelos. Te avisan a las 5 que a las 12 de la noche tenes que estar buscando marca de langostino a 400 millas del puerto. Son barcos no aviones. Llegamos tarde, desde el escritorio se puede hacer todo, pero cuando venis al muelle, los tiempos son otros. Adem谩s las condiciones de mar eran p茅simas para prospectar. Lo mejor que pudieron hacer es haber suspendido esto que naci贸 mal, porque la pol铆tica no puede condicionar la pesca. Aca el pescador es el 煤ltimo orej贸n del tarro, pero al momento de pagar, el primero. A ver si se ponen una vez del lado del pescador… la administraci贸n tiene que entender que se pesca cuando est谩 el recurso para pescar y las condiciones de mar, no cuando miran el almanaque y salen a las apuradas芦, sentenci贸 sin contemplaci贸n.
A esto se sum贸 un factor que no puede subestimarse: las condiciones meteorol贸gicas adversas. Vientos sostenidos de m谩s de 50 nudos en toda la plataforma argentina, anticipados por los pron贸sticos, afectaron directamente la navegaci贸n y la posibilidad de llevar adelante tareas de b煤squeda y exploraci贸n con par谩metros confiables. La flota, obligada a refugiarse durante casi dos d铆as, no pudo desarrollar una actividad sostenida ni cient铆ficamente significativa. El mar de fondo posterior al temporal, adem谩s, alter贸 el comportamiento del recurso, haciendo inviable cualquier conclusi贸n que pudiera extraerse de capturas puntuales o dispersas que no se dieron.
Al reanudarse m铆nimamente las condiciones de navegaci贸n, se inform贸 la suspensi贸n indefinida de la prospecci贸n hasta nuevo aviso, la misma lleg贸 en tiempo y forma sino el resultado hubiese sido azaroso, al menos. Algunas unidades intentaron explorar zonas al norte del paralelo 42掳Sur, en busca del marisco para al menos justificar la marea desde lo econ贸mico; aunque sin 茅xito. La falta de resultados concretos deriv贸 en el retorno de la flota a puerto, con bodegas vac铆as y una sensaci贸n general de frustraci贸n ante el esfuerzo invertido sin retorno econ贸mico tangible.
El 煤nico buque congelador autorizado, -el BP Mar Sur-, que mostr贸 patrones compatibles con b煤squeda y exploraci贸n, tampoco registr贸 operaciones de pesca en esa zona, reforzando la impresi贸n de que las condiciones, tanto naturales como operativas, no eran las adecuadas para desarrollar esta actividad.
Las unidades Huafeng 815 y Lucas Santino se replegaron a sus respectivos puertos de operaciones, San Antonio Oeste y Puerto Madryn respectivamente, mientras que la flota marplatense culmina su retorno con un balance que invita a la reflexi贸n: log铆stica comprometida, desgaste t茅cnico y una oportunidad desaprovechada para generar informaci贸n 煤til sobre el estado del recurso solo dej贸 un saldo econ贸mico deficitario.
Este episodio pone en relieve la importancia de alinear las decisiones administrativas con las condiciones reales del mar y con los tiempos que demanda una operaci贸n pesquera eficiente. La actividad en alta mar implica riesgos, costos y planificaci贸n detallada. Por ello, cualquier maniobra 鈥攎谩s a煤n una prospecci贸n鈥 requiere coordinaci贸n entre ciencia, log铆stica y operatividad, sin perder de vista el di谩logo con los actores directamente involucrados.
芦No se trata de se帽alar errores con tono acusatorio, sino de proponer una mirada m谩s integral, que considere todos los factores que inciden en el 茅xito o el fracaso de este tipo de iniciativas. La toma de decisiones desde tierra debe incorporar la complejidad del mar, sus tiempos y sus l铆mites. S贸lo as铆 se podr谩 construir una gesti贸n m谩s equilibrada, capaz de generar confianza y de garantizar que cada esfuerzo sea 煤til, seguro y t茅cnicamente provechoso芦, finaliz贸 diciendo el mismo armador.
Porque, en definitiva, cuando las decisiones no logran armonizar el saber t茅cnico con las condiciones del entorno, el riesgo no es solo una prospecci贸n sin resultados, sino el progresivo debilitamiento de los consensos que sostienen la actividad pesquera en su conjunto mas el impacto econ贸mico deficitario a cada empresa del sector.









