La campaña que se estaba realizando a bordo del Buque de Investigación “Mar Argentino”, buscaba hacer un relevamiento de langostinos en fase pre-recluta y recluta en el Golfo San Jorge, el litoral del Chubut y aguas nacionales adyacentes. El clima no lo permitió.
El crucero científico tenía prevista dos etapas a cargo de dos jefes, uno en cada una de ellas. En principio partió de Mar del Plata a cargo de la Lic. Paula Moriondo como jefa científica y luego el buque de investigación haría puerto en Caleta Paula (Santa Cruz) para que se hiciese cargo el Lic. Emiliano Pisani.
Tras la doble travesía –primero en el mar y después el regreso por tierra a Mar del Plata- la Lic. Paula Moriondo dialogó con PESCARE sobre lo que se pudo desarrollar en la interrumpida campaña.
¿Cuántos días fueron de campaña finalmente?
Los días de campaña fueron siete y medio. Zarpamos el 21 de julio y el 28 del mismo mes, al mediodía, ya tuvimos que entrar en el Puerto de Caleta Paula por las condiciones hidrometeorológicas desfavorables.
¿La suspensión se debió solo a las condiciones climáticas solamente?
Efectivamente. Desde que comenzamos las actividades de pesca, el día 24 de julio, las condiciones climáticas no fueron óptimas, teniendo que suspender las tareas completamente el día 26 de julio.
El 27 fue el único día con mar en calma, el cual nos permitió trabajar en la zona de aguas nacionales adyacentes a la boca del golfo San Jorge. Solo pudimos realizar 21 de los 45 lances de mínima que tendríamos que haber realizado durante la primera etapa de campaña.
Durante los días que duró el crucero, ¿qué pudieron observar con respecto al comportamiento, tamaños, fauna acompañante?
En este momento estamos trabajando sobre los pocos resultados que pudimos obtener, pero tanto en Bahía Camarones como en aguas nacionales adyacentes al golfo, detectamos concentraciones de langostino.
Los tamaños de los mismos fueron los esperados para la época y la fauna acompañante fue la típica de las zonas analizadas.
El suspender una campaña, más allá que fue por cuestiones totalmente atendibles ¿en que modifica los estudios?
Suspender la campaña nos quita la posibilidad de tener el seguimiento anual de la población y observar que cantidad de reclutas había en el mar este año. Al no poder completar la campaña se pierde el poder de comparación interanual, comparación importante para empezar a vislumbrar la temporada 2024.
¿Se puede determinar algo con los datos colectados?
Solo vamos a poder comparar los lances realizados con los mismos de la campaña 2022, pero poca información dará eso. Las mayores concentraciones de pre reclutas y reclutas se dan en el golfo San Jorge y allí solo pudimos realizar dos lances.
¿Los datos que se perdieron como pueden impactar a futuro?
No es que tengan un impacto en la población, pero como te decía anteriormente, perdemos la posibilidad de empezar a predecir la temporada 2024. La serie temporal invernal quedaría trunca.
Los estudios realizados ¿tienen alguna influencia en las 5.000 toneladas que se han autorizado a capturar? El planteo es porque tal vez sin un informe oficial del INIDEP y sin consultar a la mesa de seguimiento, puede parecer extraño.
No es que impactaría en la población, pero entiendo que se trata de un tema administrativo.
¿Cuál sería el razonamiento científico para predecir la biomasa de ‘nietos’ aun no nacidos de los actuales reproductores?
No tenemos esa capacidad predictiva, ya que está comprobado que los modelos que relacionan los padres con los hijos no se ajustan a la dinámica poblacional de las especies de crustáceos peneidos, como el langostino.
Con las abundancias de los pre reclutas y reclutas, y por eso la importancia de la campaña de evaluación invernal, podemos empezar a proyectar la tendencia de las temporadas futuras.
Lo que siempre decimos es que “lo que ya está en el agua ya está”, y que cuánto langostino adulto quede para reproducirse y aportar a las subsiguientes temporadas va a depender de las medidas de administración pesquera que se vayan tomando a lo largo cada temporada de pesca.