A instancias de una nueva reunión mantenida el miércoles entre las cámaras representativas del segmento de la flota congeladora, -(CAPA, CEPA, CAPIP y CAPeCA)- y el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), tras haber rechazado la oferta presentada por las cámaras empresarias en la audiencia convocada por la Secretaría de Trabajo, el SOMU confirmó un cese total de actividades en el sector de pesca de la flota congeladora, medida que comenzó a regir a partir de las 00:00 de hoy, viernes 9 de mayo.

La decisión fue comunicada oficialmente por el secretario general del gremio, Raúl Omar Durdos, y el secretario de pesca, Ángel Juan Navarro, en respuesta a la «insuficiente propuesta» de recomposición salarial ofrecida por el sector empresario, que abarcaba incrementos del 1% mensual entre abril y julio para los buques dedicados a la pesca de langostino congelado a bordo.
El SOMU aclaró que ningún buque pesquero amarrado en puerto zarpará hasta tanto no se firme un nuevo acuerdo que contemple una actualización justa de los sueldos básicos, vencidos el pasado 31 de marzo. La medida alcanza a los trabajadores encuadrados en los convenios colectivos CCT 356/03, CCT 486/07 BIS, CCT 579/10 y CCT 729/15.
Sin embargo, desde el gremio se aclaró que los barcos que actualmente se encuentran en tareas de pesca continuarán operando con normalidad. La medida afectará exclusivamente a los buques que estén en puerto a partir de la hora cero del jueves.
Este anuncio representa una profundización del conflicto laboral que quedó expuesto en la audiencia de conciliación realizada el día miércoles en la ciudad de Buenos Aires, donde el sindicato ya había declarado el estado de libertad de acción ante la falta de avances en las negociaciones.
Desde el gremio remarcaron que la recomposición salarial es urgente, debido a la pérdida del poder adquisitivo acumulada y las particularidades de la actividad a bordo de buques congeladores. Si bien a primera vista las discrepancias parecen sutiles —con el gremio solicitando la utilización del Índice de Precios al Consumidor (IPC) como mecanismo de actualización salarial, aplicando el valor de febrero (2,4%) para marzo y el de marzo (3,7%) para abril—, una mirada más rigurosa revela que, en un contexto económico severamente restringido, el diferencial acumulado en ese bimestre asciende a aproximadamente un 4% en favor del sector sindical.
Esta aparente brecha adquiere una dimensión crítica al ser confrontada con la cruda realidad del sector pesquero, que argumenta que dicho ajuste resulta disonante frente al pronunciado deterioro de las condiciones de mercado: una demanda en franca retracción, precios internacionales en descenso y, sobre todo, un tipo de cambio efectivo para exportación que ayer marcó un deprimente valor real de $1.110 por dólar en operaciones EXPO.
En este escenario, el reclamo salarial, aunque legítimo desde la óptica inflacionaria, choca frontalmente con las capacidades financieras actuales del sector, tensionando aún más una ecuación económica que ya se encuentra peligrosamente al límite de su sustentabilidad económica para las dos principales especies capturadas y comercializadas, como el langostino y la merluza, pero además, dejando un peligroso antecedente, que es la indexación de los valores de la mano de obra, algo que desde las huestes gubernamentales de la secretaria de trabajo, no convalidarían por encima del 1.2% para el trimestre marzo, abril y mayo, y del 1% para junio y julio venidero.
Asimismo, ya la Cámara de Armadores Poteros Argentinos (CAPA), expresó extraoficialmente que solicitaron a primera hora de hoy, una Conciliación Obligatoria que permita terminar una decorosa temporada de pesca de calamar illex 2025, que al momento, viene generando muy buenas capturas y derramando empleo en los distintos muelles del litoral marítimo argentino.