Entre los nuevos procesamientos de las distintas especies de pescados y mariscos, se va investigando su mejor manera de consumirlo, brindando a quienes los prefieran, formas innovadoras, tanto en su presentación (packaging), como en su tipo y forma de consumo.
Una de las cadenas más importantes de supermercados e hipermercados de España, creada en 1977 y que hoy cuenta con 1600 bocas de expendio, ha puesto a la venta merluza en lata, sin piel ni espinas y a un precio muy accesible para el público de ese país.
Se sabe de los grandes beneficios que brindan los productos enlatados en conservas a la alimentación, aportando omega-3 y vitamina B12 por mencionar solo dos de los nutrientes de los considerados esenciales.
Esta novedosa forma de presentar a la merluza, cuenta con estos ingredientes en su lata: 58% de merluza propiamente dicha, 40% de agua y ácido cítrico. La presentan en latas de 120 grs. por lo que una vez escurrido su contenido, se reduce a 70 gramos.
A decir de los especialistas, la merluza es un pescado que aporta proteínas, en una cantidad de 18 grs. cada 100 del propio producto, por lo tanto en estas novedosas latas, se encuentran apenas 3,6 gramos de materia grasa, de los cuales un efímero gramo corresponde a grasas saturadas.
Las conservas tienen como ventaja la caducidad o vencimiento más prologando, el no tener que retirar la piel y por supuesto carecen de espinas, aunque pueden tener un aporte de sal que no es recomendable para todo los consumidores, sobre todo para aquellas personas que sufren hipertensión arterial.
Este novedoso producto que pretende meterse en el mercado europeo. En la Argentina también se comercializa pero en otro tipo de presentación, donde triplica en peso a su par español, que se asemeja más a la presentación de una lata de atún.
El producto se comercializa a 1,69 euros al público.
El envasado de este producto se realiza en Portugal, vecino país de España, a través de una de las fábricas conserveras más reconocidas en el sector en Europa, que fue creada en 1938 en Póvoa de Varzim, ciudad marina al norte de Portugal.
Otra novedad sin dudas en la comercialización de especies donde se pueden ver dos caminos: la venta de la materia prima para la confección de estas conservas, por un lado, y por otro, tomar este modelo para realizarlo en las conserveras locales, que, insistimos, tienen un producto con características similares, pero en presentaciones de envases de mayor peso.
La tecnología y la innovación siempre al servicio de la mejora de las industrias y si es para productos derivados del mar mejor todavía.
Por Gustavo Seira