El camino trazado por el país europeo es el que en algún momento se pretendió recorrer en nuestro país, donde el mercado interno de consumo de pescados y mariscos apenas supera el 5% de todo lo que se captura en el Mar Argentino. Hoy sin promoción, el ciudadano argentino compra por precio y no por producto saludable. Problemas de cultura culinaria, poca dedicación en la cocina y mucha falta de conocimiento de cómo cocinar las bondades que ofrece el mar argentino a la hora de los alimentos.
Con una economía diametralmente opuesta, aprovechando el Día Nacional de la Nutrición, una entidad española se sumó al mensaje que pone de relieve la importancia de una alimentación balancead y saludable a través del consumo de mariscos y pescados.
La Asociación de Organizaciones de Productores Pesqueros del ámbito español apuntó a la preocupación que tiene gran parte de los habitantes de su país, por el bienestar y la salud, reconociendo el papel vital que juegan los alimentos.
“Los productos del mar emergen como auténticos tesoros del mar, no sólo por su exquisito sabor y versatilidad culinaria, sino también por sus innumerables beneficios para la salud”, afirma la Asociación.
Lo aconsejable (en cualquier ser humano) es consumir entre tres y cuatro raciones de pescado por semana dados los grandes beneficios como la protección cardiovascular, los beneficios cognitivos, la fuente de proteínas de alta calidad y el apoyo al desarrollo neurológico la prevención de enfermedades.
“Pesca España”, tal la denominación de la Asociación, ofrece a los consumidores y potenciales consumidores, recomendaciones para aumentar el consumo de los alimentos del mar, descubrir nuevas especies, e incluso experimentar con distintas recetas que incluyan productos de temporada.
En definitiva lo que hacen es resaltar el papel crucial que tienen este tipo de alimentos y como cumplen un papel preponderante en la dieta diaria, donde son considerados vitales para alcanzar un estado óptimo de bienestar general.
La recomendación no es algo azaroso o caprichoso, sino que tiene su respaldo científico a través de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, la cual basa sus fundamentos en los innumerables beneficios que estos productos brindan a la salud.
Distintos estudios demostraron que las grasas saludables que tiene el pescado, tal el caso de los ácidos grasos omega-3, tienen efectos antiinflamatorios y reducen las enfermedades cardiovasculares.
No solamente son esos beneficios los que se aportan, sino que se han podido observar reducciones muy significativas –en un 15%- en la tasa de mortalidad total y del 35% en la tasa de mortalidad por cardiopatía isquémica gracias al consumo de mariscos y pescados.
La amplia lista de puntos a favor incluye los beneficios cognitivos, ya que las investigaciones respaldan el consumo regular de pescado, el que puede prevenir enfermedades neurodegenerativas haciendo que el cerebro se mantenga sano y un envejecimiento cognitivo saludable.
Proteínas, buen funcionamiento del sistema inmunitario, gran desarrollo neurológico en los niños, menos enfermedades coronarios en adultos, son más ítems a los que apuntan.
La gran cantidad de especies del mar (no todo es merluza, calamar y langostino), otorgan también beneficios para la salud. “Los productos del mar, ricos en proteínas de alta calidad, vitaminas y minerales, ofrecen una nutrición completa para mantener una salud óptima. Además, su versatilidad en la cocina los hace ideales para personas de todas las edades. No sólo se disfrutan deliciosas comidas con estos alimentos, sino que al mismo tiempo se mejora la salud gracias a una dieta saludable para toda la familia”, sostiene la Asociación “Pesca España”.
Duele pero es lamentable que con todos estos beneficios enumerados (solo algunos en realidad), la Argentina siga pensando en consumos de proteínas de otro tipo (carne vacuna, porcina, aviar) sin pensar en que el pescado y los mariscos siguen estando al alcance de la mano del consumidor.
No en vano la ciudad con el principal puerto pesquero de la Argentina tiene muy pocos comercios habilitados para la venta de pescados y mariscos debido a una ecuación clara y que no se piensa en cambiar: hay pocos locales de venta de pescado porque no hay consumidores. Un desperdicio y una pena por falta de concientización.