En un contundente comunicado, el Centro de Patrones y Oficiales Fluviales, de Pesca y de Cabotaje Marítimo, bajo la dirección de Mariano Moreno, y el Sindicato de Conductores Navales de la República Argentina (SICONARA), liderado por Mariano Vilar, han declarado el estado de «alerta y movilización» en respuesta a una decisión que podría reconfigurar la formación de oficiales de la marina mercante en Argentina.
El motivo de la preocupación radica en la supuesta decisión del Jefe de Estado Mayor de retirar la Escuela Nacional de Pesca «Comandante Luis Piedra Buena» de la jurisdicción de la Armada Argentina. Según el comunicado, esta medida representaría una «renuncia de la Armada a cumplir en su plenitud» las obligaciones estipuladas en el artículo 1 de la Ley 22.392, lo que los líderes gremiales consideran una «privatización encubierta» de una de las tres escuelas oficiales de formación de marinos mercantes en el país.
“Esta decisión es alarmante. La Escuela de Pesca ha demostrado un nivel de excelencia en la capacitación de nuestros oficiales, reconocidos internacionalmente”, afirmaron. “No podemos permitir que esta institución, clave para la formación de nuestros marinos, quede fuera de la órbita de la Armada”.
En el comunicado, se enfatiza que los oficiales que tripulan los buques pesqueros son, de hecho, marinos mercantes, destacando su contribución durante el conflicto del Atlántico Sur. “Los marinos pesqueros suspendieron su faena para realizar tareas de avisaje a nuestra Armada. Esto demuestra su compromiso y la importancia de su formación”, señalaron.
El comunicado subraya que la calidad de los cuerpos directivos y docentes de estas escuelas es fundamental. «La transparencia con la que la Armada ha manejado la formación de nuestros oficiales es la única garantía para quienes desean dedicarse a esta noble profesión«, añadieron.
Los representantes gremiales advierten que razones presupuestarias no justifican la decisión adoptada. Históricamente, estas instituciones han colaborado intensamente con la Armada, y existen herramientas legales para solucionar la situación. En este sentido, proponen que se busquen fuentes de financiamiento alternativas, incluyendo la posibilidad de que la actividad pesquera contribuya a la formación de recursos humanos en la escuela.
“Tal vez la propia Ley de Pesca ofrezca una solución. La actividad pesquera debería colaborar con la formación de sus futuros profesionales”.
Ante la inminente posibilidad de que la Armada ignore su reclamo, el Centro de Patrones y SICONARA han decidido permanecer en «alerta y movilización». “Mantendremos informada a la comunidad marítima sobre la evolución de la situación y reafirmamos nuestro compromiso de defender la permanencia de las escuelas de formación bajo la jurisdicción de la Armada”, concluyeron.
Con esta declaración, ambos gremios buscan no solo salvaguardar la calidad de la formación de los oficiales de la marina mercante, sino también garantizar que la tradición y la excelencia educativa de las instituciones marítimas argentinas permanezcan intactas en el futuro.
Por su parte, en el ámbito naval, aclararon extraoficialmente a este medio que, en una reunión encabezada por el Director General de Educación de la Armada de la República Argentina, Contralmirante Gustavo Adolfo Principi, se informó al personal administrativo, civil y docente que esa fuerza ha decidido cerrar esta institución. Durante el encuentro se comprometió a elaborar un plan de reubicación para todo el personal afectado.
Asimismo, el próximo lunes, a las 09:30 de la mañana, se realizará una convocatoria frente a la sede cita en el puerto local, donde se espera la participación de distintos actores del sector pesquero y medios de comunicación, para protestar por la decisión.
Esta movilización surge en un contexto de fuerte rechazo a tamaña determinación, que sin dudas impacta en la normal evolución de la capacitación y equilibrio de todo el sector pesquero, pero que además, y conocidos los incrementos de la fuerte recaudación del FO.NA.PE. por actualización de valores de UP y una menor brecha entre valor de combustible e inflación retractiva descendiente, y su consecuente redistribución a ese instituto de formación, es casi inexplicable en estos momentos, con todo a favor y después de haber pasado el temporal; una decisión así.
No obstante, si se analiza un todo, desde la idea inicial de la licitación del caladero argentino, el impulso durante los primeros meses de gobierno por cerrar el INIDEP y ahora esta lamentable determinación, de cerrar la Escuela Nacional de Pesca o transferirla a otro ámbito privado, es entendible que para las actuales autoridades políticas del país, la pesca, más que un sector pujante que potencia el clúster ligado a la producción, la industria, el conocimiento, la manufactura, la comercialización y exportación de los recursos vivos del mar argentino; que genera divisas, trabajo y sobre todo desarrollo al país y su gente, pareciera un estorbo.
Lamentable preconcepto después de analizar que lo importante no es lo que se dice, ni tampoco lo que se hace, sino dónde conducen los actos. Las pruebas, a la vista.
Por otro lado, en los últimos días corrió el rumor que en el marco de la política de reestructuración estatal impulsada por las actuales autoridades políticas-económicas de nuestro país, sea el escenario propicio del interés de la Asociación Argentina de Capitanes, Pilotos y Patrones de Pesca; institución, que trabaja en la educación y capacitación del personal desde hace muchos años. A pesar de la resistencia de otros gremios y docentes, que ya se han manifestado, desde la propia Asociación, sostienen que su propuesta optimizaría recursos y mejoraría la gestión educativa.