Nacida el 18 de noviembre de 1940, Ruiz Cerutti dedicó su vida al servicio exterior, destacándose como una figura clave en la política internacional y en la representación de los intereses argentinos en múltiples escenarios globales principalmente en temas limítrofes del Atlántico Sur.
Susana Ruiz Cerutti se graduó como abogada en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y se incorporó al Servicio Exterior de la Nación en 1968, obteniendo la medalla de oro y diploma de honor. Su carrera diplomática estuvo marcada por la ocupación de diversos cargos de relevancia. Fue vicecanciller de Argentina entre 1987 y 1989, y brevemente Ministra de Relaciones Exteriores y Culto en 1989. Posteriormente, representó a Argentina como embajadora en Suiza, Liechtenstein y Canadá. Fue la Primera Canciller mujer de la República Argentina.
Ruiz Cerutti jugó un papel fundamental en importantes negociaciones internacionales. Participó en la mediación papal en el conflicto del Canal de Beagle y en el arbitraje de la Laguna del Desierto entre Argentina y Chile, demostrando su habilidad para manejar situaciones diplomáticas complejas y sensibles.
En el ámbito de organismos internacionales, Susana Ruiz Cerutti fue Representante Permanente de Argentina ante la ONU y la OEA. También desempeñó roles significativos en la Corte Internacional de Justicia, representando a Argentina en el caso contra Uruguay por el conflicto de las pasteras, oportunamente. Su experiencia y conocimientos en derecho internacional la llevaron a ser una figura respetada y admirada en la comunidad diplomática global.
A lo largo de su carrera, Ruiz Cerutti recibió numerosos reconocimientos. Fue miembro del Comité Ejecutivo del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI) y recibió el Premio Konex en dos ocasiones, en 1998 y 2008, por su destacada labor diplomática. Recientemente, su candidatura para un puesto en la Corte Internacional de Justicia de La Haya reflejó su continua relevancia y el reconocimiento de su expertise en derecho internacional.
El legado de Susana Ruiz Cerutti es uno de dedicación, integridad y excelencia en el servicio diplomático. Su fallecimiento deja un vacío en el ámbito de las relaciones internacionales, pero también un ejemplo a seguir para las futuras generaciones de diplomáticos. Su contribución a la política exterior argentina y su habilidad para manejar situaciones críticas en temas tan candentes como lo fue el litigio con Chile, han establecido un estándar elevado para todos aquellos que la conocieron y trabajaron con ella.
Con su partida, Argentina pierde a una de sus más brillantes y comprometidas diplomáticas, pero su legado perdurará en las instituciones y en los corazones de aquellos que valoran el arduo trabajo en favor de la paz y la cooperación internacional principalmente en el Atlántico Sur.