Se agrava el conflicto en el sur con los trabajadores de la empresa FyRSA. Interviene el gobierno provincial del Chubut pero la planta procesadora de pescado continúa sin trabajar.
Los conflictos continúan y las posibles salidas aún no se vislumbran claramente, ya que han aparecido opciones para poder garantizar la continuidad laboral de los trabajadores, pero aún no se concretan, a pesar del esfuerzo por intentar aclarar el panorama.
Ocurre que en las últimas jornadas se abrió la posibilidad de que algunas empresas chubutenses, tanto de Rawson como de Trelew pudieran darle un lugar a los trabajadores, aunque en tanto continúan con las protestas de forma pública, que han incluido cortes de rutas para llamar la atención de los ciudadanos en general.
Al respecto, Luis Núñez, secretario general del STIA –gremio que nuclea a los trabajadores en conflicto- comentó que “la empresa no paga, no funciona y está concursada. Entendemos que en algún momento se le va a pedir la quiebra, pero hasta el momento no lo sabemos. Es la posibilidad más segura para los trabajadores, y demás, para nosotros y por la situación. La expropiación había sido planteada hace mucho tiempo por el ministro de Gobierno Cristian Ayala –en ocasión de ocupar el puesto de secretario de Trabajo provincial en Chubut-, pero quedó en la nada, porque la gente siguió apostando al empresario”.
Núñez manifestó además que “el Estado tuvo que cubrir los momentos críticos de los trabajadores porque la firma se borraba, después volvía, incluso se le puso plata, que no correspondía. Es decir, fueron muy permisivos en el Gobierno. La cuestión se abordó con los agentes, muchos trabajaban de forma eventual y pensaban que se podía seguir así, pero ese modelo era insostenible”.
El referente sindical sureño amplió sus dichos diciendo que “otra alternativa era darle continuidad a Fyrsa bajo otra figura legal, que aún tampoco se sabe bien, pero Pesca, Cafach y otros sindicatos ofrecían cajones por barco. En el transcurso de la semana se sabrá si aparecen los empresarios de nuevo o si los trabajadores, por su propia cuenta, la ponen en marcha de vuelta, algo que me parece un poco difícil”.
“Lo que sucede con Fyrsa es, justamente, lo que no queremos para la actividad pesquera, ya que se trata de una actividad importante en nuestra provincia, que genera recursos, en el caso de langostino, muy valiosos». Lo que ocurre con la empresa en conflicto vendría a ser la contra cara de la realidad del rubro, pero acá tiene que existir un trabajo de contralor, de los organismos que deben ejecutarlo, porque si no los únicos que pierden son los trabajadores”, relató Núñez.
Meses atrás, más precisamente en julio, el propio secretario de Gobierno Municipal de Rawson, Miguel Larrauri se había manifestado ante el despido de unos 300 trabajadores de la empresa FyRSA al decir que “todos los años tenemos el mismo conflicto con esta empresa y estos son los malos empresarios que hay en la pesca. Por eso esperamos que la Secretaria de Pesca de la provincia tome cartas en el asunto. Son 300 familias que se van a quedar sin trabajo. Nosotros no podemos hacer mucho, los recibimos e hicimos los llamados correspondientes, pero es un conflicto entre privados”.
Declaraciones que sin dudas se contraponen con la actitud de al menos el gobierno provincial de Chubut, quien desea que rápidamente se pueda poner en marcha una vez más la planta, a sabiendas que el año calendario va llegando a su fin y es el momento en donde este tipo de conflictos se ven magnificados.
El titular del STIA fue más allá de conflicto puntual con la empresa y tajantemente manifestó que “estas empresas que no hacen los aportes a los trabajadores perjudican su futuro. Fallan los organismos intervinientes al no ejecutar los cobros cuando corresponden, y no controlar la presentación de la documentación anual de las empresas. Sencillamente no lo hacen, porque empresas como éstas que deben entre cinco o seis balances, y otras documentaciones, deberían encenderse las alarmas para actuar. Empresas como éstas que las abren, no tienen permisos e incorporan decenas de trabajadores en forma irregular. Los organismos laborales viven haciendo inspecciones para resolver estas cuestiones, nunca se terminan de resolver, juegan con la necesidad de la gente, ese modelo tiene que desaparecer, estamos luchando para que ese modelo de empresas desaparezcan”, sentenció Núñez.
Visualizando el conflicto a través de varios medios, el gremialista apuntó también sobre las autoridades para que continúen sobre el conflicto, remarcando que “hay empresarios que no son de la actividad, y sus empresas terminan siendo concursadas y ellos desapareciendo, dejando que el Gobierno se haga cargo. Es una barbaridad absoluta, y es lo que no queremos. Esto va a cambiar siempre y cuando las autoridades, que son las que tienen facultades ejecutivas, intervengan para que el recurso sea aprovechado por todos. Y genere mano de obra permanente, pero tienda a expulsar de la actividad a estos pseudos empresarios. Muchas veces no se recurre a la Justicia y no actúa, y estos personajes siguen transitando por las calles como si nada. Si no tenemos un Estado presente, estas cosas seguirán pasando”, sentenció el líder sindical.
Mientras tanto la planta permanece sin trabajar, donde mas de 200 empleados quedaron en una disputa entre un grupo empresario que decidió no sostener mas la actividad fasonera, y por propio peso y sin respaldo financiero, los problemas comenzaron a emerger. Hoy, la situación es preocupante y de difícil resolución, aunque los intentos por parte del Estado provincial son elocuentes por encontrar una salida viable, sustentable y sostenible en el tiempo.