Con la reciente publicación del Acta 15 del Consejo Federal Pesquero (CFP), un aire de esperanza y alivio recorre el sector pesquero argentino. La renovación de las Cuotas Individuales Transferibles de Captura (CITC) para especies tan emblemáticas como la polaca, la merluza de cola y la merluza negra marca un hito fundamental en la trayectoria de la industria pesquera.
En este contexto, la Cámara de Armadores de Pesqueros y Congeladores de la Argentina (CAPeCA) fue la primera en expresar y celebrar con sincera gratitud la vigencia plena de la Ley 24.922 y el riguroso cumplimiento de las funciones del Consejo.
Este anuncio no es simplemente una decisión administrativa; representa una afirmación contundente del compromiso con el futuro del sector. La previsibilidad, esa anhelada brújula que tantos actores reclamaban, finalmente se consolida, proporcionando seguridad jurídica y claridad en un momento en el que la incertidumbre había echado raíces profundas. Las empresas pesqueras, motor esencial de tantas economías regionales, pueden ahora planificar y proyectar su futuro con mayor certeza, sabiendo que las reglas del juego se han fortalecido en aras de la equidad y el desarrollo sustentable.
El camino hacia la asignación de las cuotas no ha sido sencillo, pero los criterios de gestión, que incluyen detracciones por falta de explotación, desinversión, reducción de mano de obra e infracciones, reflejan una apuesta por la responsabilidad y el compromiso. Este marco, fiel a los principios de la Ley Federal de Pesca, responde a las demandas del sector y garantiza que las oportunidades de explotación respeten los más altos estándares de sostenibilidad.
CAPeCA extiende un agradecimiento especial a Juan Antonio López Cazorla, Subsecretario de Pesca y presidente del CFP, cuyo liderazgo y dedicación han sido fundamentales para alcanzar este logro. Asimismo, la cámara reconoce con profundo respeto el trabajo incansable de todos los miembros del Consejo, de las autoridades provinciales, del Poder Ejecutivo y de los asesores de entidades clave, como el INIDEP, que han sabido articular sus esfuerzos en pos del bien común.
Desde las cámaras que agrupan a los armadores de pesqueros, el sentimiento es unánime. CaIPA, CAPEAR ALFA, la Cámara de Armadores y CEPA, entre otras, celebran esta medida como un paso decisivo hacia el fortalecimiento de la industria. El reconocimiento del historial de capturas, las inversiones realizadas, los productos exportados y la cantidad de mano de obra ocupada por las empresas reflejan un compromiso inequívoco con el crecimiento sustentable y con las normas que la Ley Federal de Pesca consagra.
Desde CAPEAR ALFA destacaron “el paso adelante para la industria pesquera” que impulsó el CFP, realzando que “Celebramos la renovación y agradecemos a todos los integrantes del CFP por su dedicación y esfuerzo que culminaron en la formalización de las asignaciones”.
Desde CaIPA, en su cuenta X, hace especial mención en la situación de la merluza de cola, cuya realidad particular ha sido comprendida y valorada por el Consejo. La restitución de las cuotas que habían sido afectadas por la falta de explotación es un signo claro de la capacidad del CFP para responder con sensibilidad y rigor técnico a los desafíos que enfrenta cada especie.
También desde CEPA se pronunciaron a favor de la decisión tomada por el Consejo Federal Pesquero, en una destacada nota que cerro el dia sabado, haciendo hincapié en la previsibilidad, considerando un gran avance para el sector pesquero con la redistribución de Cuotas Individuales Transferibles de Captura, sugiriendo con la misma determinación encontrar los consensos para la aplicación en la merluza hubbsi, próximamente.
Desde la Cámara de Armadores, a través de la cuenta X, también se expresaron celebraron la determinación del Consejo Federal Pesquero y su presidente, Juan Antonio López Cazorla como determinante para dar previsibilidad al sector al que representa.
Lo propio realizó la Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras (CAPIP), con sendo comunicado que esgrime brindar especial reconocimiento al CFP por sus recientes decisiones vinculadas al tratamiento de las especies cuotificadas lo cual resulta trascendental en el recurso pesquero. A respetar y a ajustarse a los términos de la Ley Federal de Pesca, brinda previsibilidad y seguridad jurídica al sector pesquero. Un paso crucial hacia un futuro sostenible, equitativo y justo para todos los argentinos.
En grandes rasgos, cada uno de los participantes del sector en su totalidad vio con satisfacción y esperanza el hecho de llevar adelante y coronar el trabajo arduo realizado desde hace más de dos meses, con varias reuniones en calidad de taller, donde cada participante del CFP busco el mejor perfil para la provincia y sector que representa, lo que en definitiva dio los quilates que representa esta nueva redistribución de la especie más valiosa del mar argentino, aunque no va en desmedro de lo acontecido con el resto de especies que ya renovaron por 15 años su proyección seguramente despues del 20 de septiembre cuando se venza el tiempo perentorio otorgado para hacer modificación, enmiendas y/o reclamos.
La renovación de las Cuotas Individuales Transferibles de Captura (CITC) para especies tan emblemáticas como la polaca, la merluza de cola y la merluza negra constituye un hito trascendental en el desarrollo de la industria pesquera. Este avance ha sido posible gracias al arduo trabajo conjunto de todas las partes implicadas en el sector pesquero argentino, representadas en el cuerpo legislativo de la pesca. La capacidad de abstracción y la firmeza del Presidente, así como de cada uno de los miembros involucrados, reflejan claramente la voluntad política de proceder con la redistribución de las especies cuotificadas, sin interferencias externas. No se trata de restar importancia a acontecimientos públicos recientes desafortunados y que enturbian una actividad pujante, dinámica y trabajadora, sino de reconocer que cada actor con participación en el sector influye en este proceso de manera proporcional a sus derechos. La Ley Federal de Pesca, en su contundente claridad, establece en su artículo 27 que aquellos que durante 15 años se han adherido a sus principios meritocráticos, hoy solo deben esperar lo que les corresponde. Quienes no lo hayan hecho, podrían verse sujetos a modificaciones rigurosas en una nueva redistribución.
Por ello, las cámaras han expresado su agradecimiento. El organismo rector de la normativa y legislación pesquera ha actuado con la madurez institucional necesaria y ha cumplido hasta el momento, con su deber.
Aunque el camino por recorrer es aún largo, esta decisión ha encendido una luz de optimismo en un momento crítico. Las voces de todo el sector coinciden: el horizonte se ha aclarado, y lo que hoy se celebra es no sólo una renovación de cuotas, sino una renovación de la esperanza en un futuro próspero para la pesca argentina.