Ayer por la mañana, Carlos Casini, presidente del Consorcio de Gestión del Puerto de San Pedro, junto al ingeniero Dante Ambroggi, brindó una conferencia de prensa para detallar el incidente ocurrido el pasado viernes, cuando el buque Yasa Tokyo quedó varado al intentar salir por el canal de acceso, recientemente dragado.
Con un tono serio y visiblemente preocupado Casini calificó la situación como “una desgracia, podría decir inédita”. Las mediciones realizadas tanto por la Prefectura Naval Argentina como por el propio puerto coinciden en que la profundidad del canal de acceso se redujo a 6,50 metros, lo que representa una disminución de tres metros y medio respecto al informe posterior al dragado. “Cuando se inició el dragado había una profundidad de 9,40 metros y se la llevó a 9,80”, explicó.



El presidente del consorcio detalló que los días 16 y 17 de mayo hubo un temporal muy grande que provocó una gran cantidad de agua desembocando en el riacho Baradero. Este fenómeno generó que el agua, en vez de bajar como es habitual, subiera, lo que derivó en una sedimentación abrupta y masiva en el canal.

El presidente reconoció que esta situación «es una tragedia» para el puerto, que actualmente está inoperable y que afecta a toda la cadena productiva y laboral vinculada. Destacó que la sedimentación está concentrada en unos 1.000 metros del canal de acceso, mientras que la dársena y la zona de maniobra permanecen intactas.
“Se estima que aproximadamente 300 mil metros cúbicos se sedimentaron en solo una semana, un volumen inédito e impensado”, subrayó Casini. Habitualmente, el dragado de mantenimiento retira alrededor de 100 mil metros cúbicos de sedimento por año, pero ahora la cantidad acumulada triplica esa cifra, con un costo millonario. El dragado reciente tuvo un costo total de 1.020 millones de pesos.
Casini remarcó que el dragado efectuado a principios de mayo se completó satisfactoriamente y que luego de esa obra zarpó un barco con características similares al Yasa Tokyo sin inconvenientes. Sin embargo, después de cargar 33.000 toneladas de trigo, el Yasa Tokio no pudo salir del puerto local.
“En principio pensamos que pudo ser una mala maniobra, pero las mediciones posteriores indicaron que el canal tenía solo 6,50 metros de profundidad, cuando el buque necesita al menos 10 metros para salir”, detalló Casini.
Actualmente, el buque permanece varado en la zona del muelle, sin afectar la dársena y la zona de maniobra del puerto, donde el sedimento se depositó principalmente en el canal de acceso.
Las autoridades locales trabajan en conjunto con los gobiernos nacional y provincial, así como con empresas privadas, para resolver la situación. Se conformará una mesa de trabajo para planificar un dragado de emergencia que permita liberar al Yasa Tokio y normalizar la operatividad del puerto.
“El canal de acceso de 2.000 metros presenta en gran parte un estado intransitable y la sedimentación equivale a tres años de trabajo normal del río”, afirmó Casini. Añadió que para normalizar la situación se necesitarán tres campañas de dragado consecutivas, una obra majestuosa, costosa y que llevará tiempo.
Casini advirtió además que este fenómeno, que calificó como “un caso de fuerza mayor, imprevisible e inédito”, puede repetirse y generó preocupación por la sostenibilidad futura del puerto de San Pedro.
En cuanto al estado del buque, se informó que no presenta daños estructurales visibles y que la Prefectura Naval realiza un sumario para determinar su estado y la aptitud para seguir navegando.
Cabe recordar que se advirtió oportunamente sobre el riesgo potencial que implica la reducción del Margen de Seguridad Bajo Quilla (MSBQ) a apenas 90 centímetros en la Vía Navegable Troncal, especialmente para buques de gran porte. Esta medida, orientada a optimizar la eficiencia logística mediante una menor cantidad de embarcaciones y una aceleración en la liquidación de divisas, ha estado fuertemente influenciada por sectores exportadores que priorizan la reducción de costos operativos. No obstante, resulta imprescindible subrayar que decisiones de esta naturaleza, cuando no están adecuadamente balanceadas con criterios técnicos de seguridad en la navegación, pueden comprometer la integridad estructural de las embarcaciones, así como la sustentabilidad económica de un corredor fluvial del cual dependen múltiples jurisdicciones y actores productivos. La búsqueda de eficiencia no debe jamás desentenderse del principio de precaución, fundamental en toda política de transporte y navegación. A tener en cuenta, a pesar de no haber sido la causa del varamiento del Yasa Tokyo en San Pedro.
El presidente concluyó con un llamado a la colaboración entre todas las partes involucradas y a la ayuda de los gobiernos nacional y provincial para afrontar esta compleja situación: «Gastamos una fortuna para sacar 85 mil metros cúbicos en mayo, ahora hay que sacar 300 mil y no tenemos los fondos. Sin apoyo, la situación será crítica«