Insólito. Una Organización No Gubernamental hizo una denuncia sobre un buque al que “acusan” de estar pescando en el Río Paraná. Llegaron a pedir respuestas a las autoridades.
La ONG denominada «El Paraná no se toca«, reveló la presencia de una embarcación de pesca marítima que está «colando» el río, en aguas entrerrianas, detrás de un islote frente a Timbúes, noticia que fue publicada por el portal www.rosarioplus.com
De acuerdo a la nota “un barco pesquero de ultramar (es un costero) se encuentra desde hace algunos días en el río Paraná, a la altura de Timbúes, en misión de pesca con procedimientos depredatorios«, según denunció la asociación civil «El Paraná No Se Toca”.
“Se trata del barco denominado “Altar”, que atracó días atrás en el puerto de San Lorenzo, proveniente de Mar del Plata, donde tenía amarra y desde donde salía habitualmente mar adentro a pescar. Tiene 21,3 metros de eslora (longitud) y 7,8 metros de manga (ancho). Navega bajo bandera argentina, pero quienes revelaron la situación ignoran la empresa para la cual trabaja”, señalaron erróneamente ya que la embarcación no tiene puerto de asiento en Mar del Plata, sino en Rawson (Chubut) y pertenece a la empresa Makro S.A.
Según la denuncia de la ONG, el pesquero ancló unos 35 kilómetros al norte de Rosario, a la altura de Timbúes y detrás del islote Carcarañá, ya en jurisdicción de la provincia de Entre Ríos.
“El asunto es que esta embarcación opera con ‘grandes redes de arrastre, con la capacidad de capturar todo lo que tenga a su paso’. El río Paraná viene de cuatro años de aguas bajas y en lenta recuperación; no podemos aceptar que buques industriales pesqueros de ultramar vacíen nuestro río”, alertaron insólitamente desde “El Paraná No Se Toca”.
“Esta actividad dejará sin sustento a pescadores artesanales y pesca deportiva. Les pedimos a todas las cooperativas de pescadores, asociaciones y a guías de pesca que soliciten informes de que actividad está realizando este buque, para que empresa y quien lo autorizó”, concluyeron.
Como si esto fuera poco a través de un posteo en la red social Facebook, en el perfil “El Paraná NO se toca”, manifestaron: “La depredación de Ultramar llegó al Paraná?? Según nos informan desde hace unos días arribó a puerto San Lorenzo un buque pesquero de ultramar que operaba en Mar del Plata. El mismo se encuentra operando a la altura del puerto de Timbues a unos 35 km aguas arriba al norte de Rosario, está operando detrás del islote carcarañá en aguas jurisdicción de Entre Ríos. (Ver datos de posición al día de hoy a la mañana). Según los datos declarados su tarea es la de “pesca”, este buque opera con grandes redes de arrastre con la capacidad de capturar todo lo que tenga a su paso. Tiene 21,3 metros de eslora x 7,8 de manga. / nombre de la embarcación: “ALTAR”. Navega bajo bandera Argentina sin mencionar para que empresa trabaja. El Río Paraná viene de 4 años de aguas bajas y en lenta recuperación, no podemos aceptar que buques industriales pesqueros de ultramar vacíen nuestro Rio. Esta actividad dejara sin sustento a pescadores artesanales y pesca deportiva. Les pedimos a todas las cooperativas de pescadores, asociaciones y a guías de pesca que soliciten informes de que actividad está realizando este buque, para que empresa y quien lo autorizó.
PESCARE tomó contacto con el capitán de la embarcación Rubén Daniel “Chino” Pérez, quien tiene la responsabilidad de comandar el buque construido en Mar del Plata en el Astillero Naval Federico Contessi y botado en febrero del año 2014, siendo justamente la primera realizada en ese año.
El propio Pérez le confirmó a nuestro portal que es imposible que se haya dado tamaño situación, toda vez que el barco desde hace algunos meses se encuentra en reparaciones (ya terminadas) en el astillero naval Tecno Pesca Argentina, ubicado en el puerto marplatense.
Ante la revelación de este dato que se contrapone con la noticia que hoy circula en las redes y que explotó como un escándalo, PESCARE también se puso en contacto con uno de los titulares del astillero TPA Facundo Godoy, quien nos confirmó que efectivamente el barco se encuentra en Mar del Plata, el cual tuvo varios meses de reparaciones y ya se encuentra prácticamente listo para volver a pescar.
Godoy se mostró también sorprendido por la noticia al igual que el capitán del buque, sobre todo por la repercusión que generó en el ámbito pesquero y la movilización que han tenido que desplegar desde la autoridad marítima.
Realmente ensuciar una actividad noble, sacrificada y honorable como legendaria, que es la pesca por un involuntario error electrónico de un AIS que bien pudo transmitir sobre la misma frecuencia del BP Altar, que se encontraba en el astillero de TPA confirmado por su propio capitán, por el titular del astillero Facundo Godoy y por nosotros, que tocamos ese mismo casco, es en principio desleal. Pero atención.! en España, como en nuestro país hay y existen grupos (consultoras, ONG, agrupaciones, e incluso Legisladores Nacionales) que desean perpetrar la industria primaria extractiva generadora de recursos y proteínas naturales para mitigar el hambre en el mundo, por viles intereses mezquinos de grupos que hacen mucho daño a la actividad. La pesca no depreda, la pesca bien administrada con sus correspondientes zonas de veda, fijas, temporales, móviles y la, rigurosidad y disciplina de cumplir con un esquema ideado por un Instituto de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) cuyos biólogos y personal de ciencias trabaja para monitorear los recursos vivos del mar y determinar momentos de reproducción, cría, desarrollo y muerte de las especies con el prestigio mundial del mismo, determinando donde y cuando pescar; mas una Dirección Nacional de Pesca que hace cumplir con el rigor cada una de las ordenanzas, resoluciones y disposiciones que instrumenta el CFP, es sin dudas y al menos, una falta de respeto. Amén, de la subestimación de capitanes, maquinistas y tripulaciones enteras que saben que el recurso se debe cuidar, pues es su fuente de trabajo. Una nota de esta naturaleza ensucia al sector, pero por sobre todo alimenta una sociedad tremendista que puede absorber estas especulaciones tan cortas, como el vuelo de la perdiz. Las empresas pesqueras invierten miles de dólares anuales en llevar adelante la actividad mediante la sostenibilidad y sustentabilidad del recurso. Un hecho así en el propio Parana, atenta contra todo el sector. Un agravio inmerecido a una de las actividades más antiguas y dignas de nuestra sociedad.