Se terminó de hundir el BP Ribazón Dorine en uno de los muelles de Mar del Plata. El barco estaba inactivo en la sección 5º del muelle 2 de la terminal portuense. Estaba listo para ser trasladado al Parque Submarino “Cristo Rey”.
Días atrás, con motivo del aniversario de la empresa de salvamento y buceo Canal y Canal, se había mostrado satisfecho por los trabajos que se habían realizado para ya poder darle destino final al buque y que forme parte del parque submarino ubicado al sur de la restinga de Punta Mogotes: “ahora lo reflotamos, después de nueve años hundido. Estaba lleno de barro, tuvimos que sacar todo el barro de adentro, fue un trabajo titánico para los buzos prepararlo, se había preparado para hundirlo, pero no se había preparado para reflotarlo, estaba todo abierto. Hubo que tapar y soldar para que flote”, le dijo a PESCARE Jorge Canal hace pocos días.
Luego de una década donde además de completarse los trabajos se debieron seguir todos los burocráticos y engorrosos pasos administrativos que exigen las autoridades intervinientes, días previos al final, el buque otra vez hundido lindero al muelle del puerto local. Claramente, los tiempos de las autoridades, ocupados en trámites que bien justifican sueldos de inoperantes empleados públicos de provincia, vías navegables, puerto y consorcio no llegaron a tiempo, una vez mas y despues de 10 años ocupando un espacio de vital importancia para la actividad pesquera y ante los ojos de todos, se retrocede, –como el juego de la Oca– casi a foja cero.
En la mañana de este miércoles, en la habitual recorrida que hace el personal de la Prefectura Naval Mar del Plata, observaron que la embarcación había quedado prácticamente por debajo de la superficie, ergo: todo el trabajo realizado fue en vano.
De acuerdo a lo que pudo conocer de primera mano esta redacción, desde la sede marplatense de la Fuerza estaba todo en condiciones para que en días más se pudiera trasladar el buque, pero demoras administrativas desde la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, hicieron que el retraso fuera aún mayor.
Consultada la gerencia del Consorcio Portuario Regional de Mar del Plata al respecto, le manifestaron a esta editorial que “lamentablemente durante la madrugada se fue por segunda vez a pique el ‘Ribazón Dorine’ en la sección 5º, a muelle. El barco había sido reflotado hace un par de meses para su hundimiento en el parque submarino ‘Cristo Rey’. Las demoras en las autorizaciones para poder avanzar en el hundimiento, hicieron que por segunda vez se hundiera. Creíamos que no iba a volver a pasar, pero pasó”, le dijo a este portal una alta autoridad del organismo que administra el puerto de Mar del Plata, sin ocultar su enojo y molestia, transmitiendo además la misma sensación que tenían otras autoridades.
El propio Jorge Canal, que días atrás y tras cumplirse los 50 años en la actividad, dialogó también con PESCARE sobre la situación. Lo que presumiblemente podría haber pasado y de ahora en más cómo se seguirá para que la idea de limpieza de buques de los muelles marplatenses (en las secciones 4º y 5º) pueda continuar y conseguir algunos verdaderos metros de muelle (que hasta ahora y a pesar de haberse desguazado o hundido en el parque acuático Cristo Rey, no se ha ganado un solo centímetro de muelle operativo), algo de imperiosa necesidad desde hace muchos años y que no se logra encausar. Los tiempos de las administraciones, no son los del muelle, queda claro.
Canal manifestó que “algo raro pasó, algún cajón, alguna chapa. Ya lo chequeamos y está abierto. Ahora tenemos que ponerle una barrera y empezar a laburarlo lo más urgente posible para sacarlo”.
Una de las hipótesis, aunque descartada por el buzo de primera, podría ser que las últimas altas mareas podrían haber influido para este desenlace, pero a esta altura son todas teorías relativas.
“Para colmo lo habíamos preparado todo para hundirlo en el parque submarino. El mismo trabajo que hicimos para reflotarlo, lo tenemos que volver a hacer ahora. Eso llevará por lo menos unos quince o veinte días más”, describió Canal.
“Ahora tenemos que hacer el plan de salvamento nuevo, eso significa que como cambió el lugar se debe hacer de nuevo, el cubicaje de los barcos, las bombas, eso es todo igual, pero tenemos que ponerlo en otro lugar, con otra disposición de GPS porque ahora está contra el muelle, algo que nos favorece para nuestro trabajo”, concluyó Jorge Canal.
El buque se hundió por primera vez hace exactamente diez años, luego de estar un largo tiempo con una bomba de achique funcionando para mantenerlo a flote, lo que no fue suficiente para que mantenga la línea. Su alto deterioro y la inactividad hicieron lo suyo para que la embarcación, de 39,90 metros de eslora y construida en el año 1957 se fuera a pique en la sección 5º del muelle 2 de Mar del Plata, tras lo cual, mediante diversos trabajos fue trasladado unos metros donde justamente ocurrió el hundimiento en la madrugada de este miércoles, tras la desidia, impericia y burocracia de quienes deben gestionar, y no gestionan.
Como dato preventivo, que bueno sería comenzar a trabajar para evitar lo propio en el BP Don Romeo Ersini, que sin ser futurólogo, en cualquier momento, tendrá el mismo destino.