La Cámara Industrial, de Producción y Servicios Puerto Quequén trabaja arduamente para que se consideren modificaciones en una norma impuesta por la Prefectura Naval Argentina, como consecuencia de determinaciones de la Organización Marítima Internacional.
El presidente de la entidad se mostró satisfecho ante la buena predisposición de la Autoridad Marítima, habló sobre la actualidad del sector naval desde su lugar y las perspectivas que tienen.
Hugo Obregozo, quien conduce la CAPROQ y es uno de los titulares del astillero “Aloncar” de Quequén, dialogó con PESCARE y opinó sobre las posibles nuevas medidas que afectan al sector que “vivimos el día a día, necesitamos previsibilidad y saber que hay continuidad en el trabajo”.
“Si hubiera astilleros que ya no les conviene construir barcos y se van a dedicar a las reparaciones, nosotros tenemos que salir a competir con ellos que tienen otras estructuras, entraría más en juego la ley de oferta y demanda”, relató Obregozo.
“Entendemos que somos los más nuevos y que día a día nos vamos superando, lo que aún no podemos brindar en servicio lo brindamos en calidad. Todo eso se va construyendo despacito, pero si vos me cambias las reglas del juego de un día para el otro, como ocurre hoy, los planes hay que modificarlos. Ojo que entiendo perfectamente que los más grandes cambien su metodología de trabajo y no piensen tanto en las reparaciones ya que no podrían construir. Los comprendo y acepto las reglas del juego”, analizó el presidente de la cámara que nuclea entre otros a industriales de Quequén.
“Ojalá que esto cambie y que tengamos más mano de obra local como ocurre en muchos países que dicen ser liberales, acá parece que confundimos liberalismo con neoliberalismo, donde vos permitís todo. El liberalismo es que el mercado se regule solo, pero el Estado tiene que ser soberano y mantener su independencia como Estado soberano”, apreció Hugo Obregozo.
La charla con uno de los responsables del astillero ququenense tiene, además de conocer su opinión sobre la situación actual, un tema determinado: una normativa de la Prefectura Naval Argentina, puntualmente la 3/2014, la que refiere a las normas sobre efluentes y pruebas de rendimiento para los dispositivos de tratamiento de aguas sucias de los buques, o como se lo denomina coloquialmente como “aguas negras”.
Ya sobre el mes de marzo del año que acaba de concluir, esta Editorial se ocupó del tema y algunos se pusieron a trabajar, tal el caso de la CAPROQ.
“La Prefectura puso la normativa un poco de manera inconsulta y todo lo que es reglamentaciones ambientales, para que tengan éxito, hay que manejarse con los administrados, así lo estipula la Constitución y la Ley. Lo que vos tenés que lograr es no imponer la no contaminación, porque sabemos que el ser humano donde está, afecta al medio ambiente. Vos tenés que tratar de que preservemos el medio ambiente, pero también preservemos la actividad comercial, porque si no preservas el medio ambiente, generas hambre y el hambre también contamina”, describió el representante de la cámara.
Entendiendo que no fue una cuestión arbitraria de la PNA, sino que estaba en concordancia con las compromisos asumidos con la OMI que “cuando vos la miras, termina siendo inaplicable porque, primero el Estado no tiene instalaciones para poder sostener todo lo que es el servicio que debe brindarle para que los buques puedan evacuar todos los desechos, y a su vez es una Resolución que ya tiene sus años. Hoy el paradigma de la contaminación no es el de hace 10 años. Hoy tenemos problemas mucho más graves”.
“El porqué de aplicar la normativa tiene su razón de ser para Hugo Obregozo debido a que “no se sabía que contaminaban los barcos. Se decidió sin saber cuál era el impacto que tienen los buques pesqueros dentro del Mar Argentino”, continuó con su descripción Obregozo.
Siguiendo la senda que se plantearon desde la Cámara hicieron una propuesta: “lo que propusimos, que lo hablamos con armadores, que en vez de confrontar con la Prefectura era tratar de ayudarnos, esto es un problema que afecta tanto a la Prefectura -porque sabemos que la Prefectura está obligada a legislar, porque es en quien recae la responsabilidad”.
“Como administrados en vez de enfrentarnos, la idea que propusimos fue trabajar en conjunto. En principio no encontramos la forma y a través de la cámara en la que yo participo, donde hay empresas armadoras, pero que son del ámbito de la Marina Mercante, donde hay empresas muy importantes, me dijeron que en los países serios, la actividad privada se involucra y no confronta, y para involucrarte lo que hay que hacer es tratar de involucrar a organismos del Estado, que tengan que ver con la formación, que tengan que ver con todo lo que es la tecnología, entonces a través del Ing. Alejandro Vaccari firmamos un convenio con la Prefectura y a su vez logramos que la PNA tenga un convenio con la UTN de Mar del Plata”, pormenorizó el empresario.
El convenio al que hizo referencia Obregozo versa sobre una coparticipación “para que la PNA pueda, cuando tenga necesidades de consultar, pueda ser la UTN como un organismo consultor, que no es vinculante. A la Prefectura le sirve mucho ya que se está quedando sin profesionales, tienen mucha demanda. A la Prefectura le sirve y paralelamente con ese convenio, nosotros como cámara, como CAPROQ, tengamos un convenio donde le solicitamos a la UTN que haga un informe, que también le sirvió la Facultad porque es un informe pago, donde se hizo todo un desarrollo de cómo era el impacto de los desechos de los barcos en el Mar Argentino”.
De esa manera la cámara consiguió que la Prefectura pudiera analizar si estaba bien la reglamentación, si cumplía lo estipulado a través de un trabajo en equipo donde “se involucró también a una persona que está retirada de la PNA, que es abogado y que nexo. Se armó un equipo de trabajo y tuvo mucho que ver el Ing. Vaccari como miembro de la UTN, lo hizo desinteresadamente, porque dejó de lado todo lo que podía ser su interés comercial”.
La mayor satisfacción que muestra Obregozo es porque se trata de la primera vez que la Prefectura pusiera un impasse en la aplicación de la norma, con un informe preliminar que hizo la casa de altos estudios y por lo que se aguarda el informe definitivo.
“Como consecuencia de todo esto, la Prefectura va a poder legislar, pero conociendo bien y teniendo información porque trabajaron químicos, ingenieros. Es un informe que va a ser público a través del convenio que te mencionaba y que yo de manera particular se lo había pedido para analizar bien el tema a las cámaras pesqueras pero nos cuesta mucho. Lamentablemente a veces nos terminamos enfrentando por cuestiones comerciales de pesca. Hubo cierta adhesión pero hubiese sido bueno también que la participación fuera más fuerte. Yo aprendí acá, estando solo, participando con empresas internacionales navieras, te das cuenta que funcionan de otra forma, no hay tanto egoísmo, se mira el bien común y saben que logrando condiciones de trabajo acordes, va a triunfar el más eficiente”, añadió el representante de CAPROQ en su dialogo con esta Editorial.
Agradeciendo la recepción por parte de la Prefectura y atendiendo a una necesidad imperiosa que tenían desde el sector, el empresario valoró enormemente que la Autoridad Marítima haya impuesto un impasse, y que con el informe final se pueda readecuar la norma.
Destacó también que lo más importante es que “tenemos que darle a la Prefectura elementos técnicos de juicio, para que la Prefectura pueda llevarla a la OMI y será la primera vez que la PNA se presente con algo de estas características en la Organización Marítima Internacional. Ese es nuestro objetivo, porque se está hablando también de que es muy importante no solo como tirar los residuos, sino qué tipo de residuos se tiran. Y eso la OMI no lo contempla. La ambición es tener una propuesta superadora”.
La satisfacción de Hugo Obregozo se proyecta a los intervinientes en la idea y en el desarrollo de la misma: “si hay alguien a quien hay que agradecer es la Prefectura Naval Argentina que amplió el espectro y nos contactó con la Facultad. Tenemos que agradecerle desde la cámara a la UTN y en particular a su decano el Ing. Fernando Scholtus, porque más allá de que el informe que pedimos fue abonado por la CAPROQ, y entendemos que la Universidad está para dar servicio y no para lucrar y nosotros encontramos servicio y el interés y la dedicación que nos llena de satisfacción también. Por eso te digo que a veces cuesta firmar convenios con el Estado y el decano se comprometió, viajó, para lo que nosotros pretendíamos. Esto es un gran paso para todos y entendemos que es un trabajo en equipo excelente. Esa es la manera de conseguir cosas en todos los sectores.”
“Es lindo cuando hay lugares y gente comprometida e involucrada como lo hicieron en este caso. Nos sentimos escuchados y atendidos y por supuesto muy agradecidos con todos los que han trabajado y sobre todo por la gran predisposición de la Prefectura que no se cerró y dijo ‘esta es la normativa’, sino que nos permitió hacer un estudio de la situación a través de profesionales y que sabemos que va a servir mucho no solo para los integrantes de nuestra cámara, sino también para todo el sector”, concluyó Hugo Obregozo en su diálogo con PESCARE.