La oportunidad que se abre en Rusia tiene su costado negativo

La posibilidad cierta de incrementar las exportaciones pesqueras a Rusia a partir del freno que por un año ese país le impuso a las importaciones provenientes de Europa y los Estados Unidos, en el marco de un conflicto entre regiones tiene su lado B.
Desde las principales empresas locales estiman que si bien el contexto es favorable para aumentar el volumen de negocios con Rusia, al mismo tiempo advierten que habrá una mayor presión sobre el resto de los mercados.
“Habrá que estar atentos porque los países excluidos intentarán colocar la mercadería que antes le vendían a Rusia en otros mercados, generando mayor oferta y una posible baja de precios”, alertaron fuentes consultadas por Pescare.com.ar.
A manera de ejemplo, ya se advierte el movimiento de marketing que generan jugadores de peso como Noruega en Italia, Alemania, Francia y Gran Bretaña para para mitigar las consecuencias de la barrera impuesta por Moscú.
De cualquier manera, aquí se palpa un creciente interés de cara a la Federación Rusa. Por caso, el Consejo Federal Pesquero está promocionando una misión comercial para el próximo mes.
Se trata de la Misión Comercial Plurisectorial que por iniciativa de Cancillería se realizará en Moscú, entre el 15 y 16 de septiembre próximo, como así también la participación en la feria World Food Moscow, que tendrá lugar casi en paralelo, del 15 al 18 de ese mes.
Durante el año pasado, Rusia importó 6.041 toneladas de pescados y mariscos argentinos; fundamentalmente merluza hubbsi (3.873 t.), merluza de cola (599 t.), y abadejo (294 t.). A esta carga, se sumaron 576 toneladas de langostino por un valor total de 20,6 millones de dólares.
Según datos de la Subsecretaría de Pesca de la Nación, sobre la base de datos de Aduana e Indec, fue el onceavo destino en orden de importancia.