Para entender parte del proceso que desembocó en el reconocimiento del Gobierno a la crisis económica que afecta a la la industria pesquera argentina, y en particular a la de Mar del Plata, basta con repasar algunos números de la merluza hubbsi. La especie sintetiza la pérdida de competitividad que cruza al sector en su conjunto.
Desde el Consejo de Empresas Pesqueras Argentinas (Cepa) elaboraron precisamente un trabajo donde contrastan el incremento de la matriz de costos para elaborar un filet interfoliado sin piel y poca espina contra la evolución del dólar.
El período considerado abarca desde 2008 a 2016. Según entienden en la cámara, durante estos últimos ocho años la pesca fue una de las economías regionales más perjudicadas por las distorsiones de la economía interna.
En la composición del costo hay dos variables centrales: mano de obra y combustible. Entre ambas explican más de la mitad de lo invertido en el proceso que va desde la captura, pasando por el transporte, hasta el envasado y la comercialización.
“Entre 2008 y 2016 el valor del combustible utilizado por los buques pesqueros registró un incremento del 444,1 por ciento, mientras que durante el mismo período la cotización del dólar en relación al peso se apreció un 334,5%”, expone el análisis de Cepa.
En tanto, durante el mismo período considerado los costos de la mano de obra para la producción del mismo producto experimentaron una suba del 505,6 por ciento. El siguiente gráfico integra todas estas curvas y clarifica las diferencias.
“Al observar la evolución de mano de obra y combustible en contraste con la cotización del dólar en relación al peso argentino, queda en evidencia el deterioro de la competitividad y rentabilidad sufrida por la industria pesquera”, señalan.
Por otra parte, se advierte que en los últimos años otros costos involucrados en la producción también sufrieron aumentos importantes por encima del valor dólar. En esa lista se inscriben cartón, flete de cajón, flete de tonelada, tonelada de hielo, polietileno y servicios de remolcador.
Además, durante el período considerado, los perjuicios del retraso cambiario se vieron acrecentados por la existencia de aranceles de exportación aplicados por el Estado; mientras que el valor FOB del filet tuvo una suba de sólo el 4,72 por ciento.
En este escenario, las empresas integradas consideran que se requieren políticas públicas que contribuyan a modificar la ecuación económica. La ampliación de los reintegros a las exportaciones fue un paso adelante en ese sentido, aunque será clave cómo evolucionen las variables económicas durante 2017 para evaluar el impacto de la medida.
La pérdida de competitividad sintetizada en los números de la merluza hubbsi
Por Pescare3 Minutos
Un trabajo de Cepa que repasa la matriz de costos del filet interfoliado en contraste con la evolución del dólar demuestra cómo fue erosionándose la rentabilidad del sector en los últimos años.
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