“Es sistema digital de trazabilidad, que permite constatar el proceso que desarrolla la cadena de valor desde la extracción de los recursos, su procesamiento y hasta su comercialización”, comentaron desde el área que conduce el Dr. Liberman.
“El Certificado de Trazabilidad se encontrará disponible de forma digital y gratuita, permitiendo a cada uno de los eslabones productivos, comercializadores y consumidores, obtener una constancia trazable, fiable y segura, acerca de la proveniencia, elaboración y comercialización de los productos y subproductos pesqueros. El mismo, contará con un código de identificación QR”.
“A partir de esta nueva medida y contemplando la implementación del Sistema Nacional de Certificación Digital de Capturas y Exportaciones podemos decir que la República Argentina se encuentra a la vanguardia en materia de gobernanza y administración pesquera”, dijo el subsecretario de Pesca y Acuicultura.
Días atrás, el Dr. Julián Suárez, Director de Coordinación y Fiscalización Pesquera recibió a PESCARE en su despacho de la Av. Paseo Colón 922, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde este medio pudo dialogar de manera distendida por espacio de casi dos horas, sin la prisa que a veces requiere una entrevista periodística en otro ámbito, donde pudimos abordar diversos temas, que se relacionan directamente con las manifestaciones del Dr. Liberman.
La Dirección Nacional funciona dentro del edificio de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (en el edificio contiguo a la propia subsecretaría pero dentro de la misma estructura). Para llegar al despacho del Dr. Suárez, hay que atravesar laberínticos pasillos, cruzar un amplio patio descubierto y subir una enorme escalera de tres pisos.
Nos conduce una colaboradora del Dr. Suárez, quien nos cuenta en el amplio trayecto de lo que nosotros denominamos “beneficios” que tienen los empleados que dependen del área pesca (en los papeles “anexo Pesca” para los recepcionistas del antes Ministerio.
“Yo no los llamaría beneficios. Diría que nos han dignificado el trabajo desde esta gestión. A mí en lo personal me dio mucha tristeza cuando se tuvo que ir el Dr. Liberman. No le puedo contar la alegría con la que lo recibimos nuevamente. No se trata de colores políticos lo que le digo. Es otra cosa. Acá en invierno nos moríamos de frío y en verano no se podía respirar. No podíamos tener ni siquiera una botella de agua fresca en una heladera, porque simplemente no teníamos ni siquiera una heladera, por mencionar algo. No pretendíamos lujos, sino un lugar digno donde se pudiera trabajar. Muchos agradecemos eso, que nos dignifiquen el trabajo, con mejores condiciones y con sueldos acorde a las tareas que hacemos como pasa en otros Ministerios o secretarías”, nos cuenta la empleada con raíces marplatenses.
El Dr. Suárez nos aguarda en la antesala de su oficina, sin el protocolo de otros funcionarios que aguardan en su despacho.
Al ingresar bromeamos con una camiseta de fútbol que tenía en un perchero a modo de souvenir, la distinción de los colores verde y amarillo despierta la broma: “no te pongas tan contento que es la camiseta de ‘Defensores de la Ribera’ de Rawson. Tienen los mismo colores” , (pero seguramente no la historia grande del Tiburón).
Su despacho no se asemeja a otros de menor importancia tal vez en el entramado productivo de la Argentina. Abundan planillas ordenadas, y llama la atención una alta pila de hojas impresas que el funcionario nos cuenta que se trata “del balance de gestión, acá está reflejada cada acción del día a día. Están las Disposiciones, las Resoluciones, todo lo que se fue ordenando para un mayor y mejor control de la pesca en nuestro país, aunque no se trata sólo del control, sino también de cómo, a través de las Disposiciones y Resoluciones, se pueden aprovechar mejor los recursos. La función es sinónimo de responsabilidad, y eso es lo que hacemos con las instrucciones que importe el Subsecretario Carlos Liberman. Siempre sostuvimos que la forma de pescar es hacerlo bien, esta es la manera, con compromiso y dedicación”.
Una rápida mirada al detallado trabajo nos permite ver cada una de las acciones que fueron desarrolladas desde la Subsecretaría y desde la Dirección Nacional, en las cinco provincias con litoral marítimo.
La charla, que poco tuvo de entrevista periodística, pero de gran riqueza en sí, recorrió lo que ocurre desde Tierra del Fuego hasta Buenos Aires, los problemas que se van solucionando y las cosas que no se han hecho: “lamentamos no poder haber desarrollado el sistema de cámaras a bordo de los buques, pero la economía no nos lo permitió. Se debía contar con muchos insumos que tienen sus costos en dólares y hoy no se puede afrontar de ninguna manera. No podemos tampoco comprometer a los armadores con un gasto que si bien también es una inversión para ellos, genera una erogación importante. Lamentamos no haberlo podido hacer hasta el momento”, nos dice Suárez en una charla que se va interrumpiendo ya que contesta permanentemente los llamados o mensajes que le llegan de forma constante a su teléfono celular y que tienen que ver con su función y la actividad.
En el extenso diálogo con los funcionarios surge el tema de las lanchas amarillas, lo que se está haciendo desde el municipio marplatense, lo que nos genera también algo de asombro, ya que enumera a actores históricos de la pesca de la ciudad, con su apodo, como se los nombra en este puerto.
El repaso de los controles que realiza la Dirección junto a la Prefectura Naval no queda afuera del diálogo, además de incluir la vital importancia que tiene el INIDEP en sus estudios para un mejor aprovechamiento del recurso y el por qué se lo debe apuntalar en todo momento, porque a través de los Asistentes de Investigación Pesquera y lo que ellos transmiten, es prácticamente el inicio del camino para “que se pesque bien, no se puede pretender hacer una ‘pesca olímpica’ como algunos pretenden. Eso retrasa y agotaría el recurso, en la Argentina ya lo vivimos. Tenemos uno de los mares más ricos del mundo, pero no abusemos de él. Que pesquen todos y que cada uno tenga su recompensa: los armadores que realizan un esfuerzo enorme. No se trata sólo de ganar dinero, porque las inversiones que realizan son impresionantes. Despachar un barco a la pesca requiere un gasto muy grande y nadie puede asegurar una buena marea por los imponderables que tienen los barcos y el mar mismo”.
“Esto hay que cuidarlo, lo que se hizo hasta ahora, lo que se hace a diario, la tarea de los gremios y la dedicación y esfuerzo de los trabajadores. Pocos saben lo que es estar en altamar, trabajando a la intemperie, con temperaturas extremas y con un gran esfuerzo mental y físico. No es sencillo estar arriba de un barco y mirar hacia los cuatro puntos cardinales y solamente ver agua. No es para cualquier persona, eso hay que reconocerlo también de modo permanente”, relata el Dr. Suárez, mientras da una rápida respuesta a través de su teléfono, a una consulta sobre uno de los barcos, como lo es habitual durante 18 hs del día durante todos los 365 del año.
“Estamos orgullosos de todo lo que hacemos. Pero es el orgullo de hacer bien el trabajo para el cual nos han convocado. Sin compromiso de cada uno de los que trabajan no se puede hacer, la trazabilidad es un claro ejemplo. Fue y es un trabajo metódico, estudiado y perfectible, pero estamos convencidos que eso también es darle una herramienta más al sector para que nadie escape a los controles que en definitiva se traducen en beneficios para todos”, nos dice el Director Nacional mientras recordamos una charla de hace casi dos años, donde tuvimos un intercambio de opiniones con sumo respeto y que nos permite seguir dialogando desde la coincidencia y el disenso.
Su mate parece inagotable y el café convidado del comienzo de la charla ya “expiró” hace rato, pero sin invitación a repetirlo, seguramente sospechando que el escuchar temas relacionados con la pesca, nos podría llevar muchas más horas.
PESCARE se retira conociendo ya el camino de salida y esperando no perdernos por el amplio edificio de la Secretaría de Agricultura y Ganadería… ah! Y también Pesca. Los numerosos pasos nos hacen pensar porque nadie, hasta ahora, en sus campañas políticas habla de la Pesca argentina, como tampoco nadie propone públicamente la idea de transformar una Subsecretaría en Ministerio.