La operatoria portuaria se sustenta en un activo inmaterial como la previsibilidad cuya relevancia suele advertirse reci茅n cuando se deteriora. En sistemas log铆sticos complejos, la estabilidad de las decisiones anunciadas 鈥攁煤n cuando no se encuentren plasmadas en instrumentos contractuales鈥 condiciona la asignaci贸n de capital, la arquitectura de servicios, la planificaci贸n de capacidades, la organizaci贸n del trabajo e inversiones.
La experiencia reciente vinculada a la conducta operativa atribuida a Lamb Weston respecto de la canalizaci贸n de exportaciones de subproductos de papas pre elaboradas por el Puerto de Mar del Plata ha introducido un grado de volatilidad que impacta de manera directa sobre ese entramado.
En t茅rminos estrictos, se reconoce que no medi贸 un contrato escrito que fijara la obligaci贸n formal de exportar por la terminal local. Sin embargo, la manifestaci贸n de una intenci贸n primaria 鈥攃omunicada como decisi贸n empresarial en el marco de la instalaci贸n de la planta en el Parque Industrial Gral. Savio de Bat谩n, para la elaboraci贸n de papas preelaboradas con destino exportaci贸n鈥 oper贸 como se帽al suficiente para estructurar expectativas consistentes en el conjunto del ecosistema portuario. Esa se帽al, reiterada y asumida en el tiempo, habilit贸 un proceso de adecuaci贸n de recursos por parte de m煤ltiples actores que, atendiendo a la escala anunciada, procedieron a dimensionar infraestructura y servicios con criterios de expansi贸n.
En paralelo, se verificaron intervenciones de conectividad vial de relevancia. Con esfuerzo significativo de la Provincia, impulsado desde Mar del Plata a trav茅s de la intervenci贸n de Fernanda Raverta, se dise帽贸, planific贸 y construy贸 una circunvalaci贸n que vincula la Ruta 11 con la Ruta 88 en el l铆mite sur de la ciudad, a la altura de la calle 515. La obra constituye un activo p煤blico permanente y aporta beneficios generales, entre ellos la descongesti贸n del tr谩nsito en per铆odos de alta estacionalidad. Sus efectos econ贸micos espec铆ficos, vinculados a la expectativa exportadora, se expresan de manera menos verificable cuando el flujo proyectado no se consolida. La infraestructura permanece; la din谩mica que justificaba, para ciertos actores, una lectura incremental del negocio, se redefine.
El impacto m谩s n铆tido se registra en el sector privado. La promesa de vol煤menes significativos 鈥攅n el 谩mbito se mencionaron proyecciones del orden de 300 contenedores semanales鈥 indujo a prestadores a sobredimensionar capacidades para sostener est谩ndares de servicio acordes a ese escenario. Se dispusieron camiones, se ampliaron estructuras, se organiz贸 log铆stica portuaria y se invirti贸 en recursos de soporte.
La divergencia entre el caudal anunciado y el efectivamente cursado introduce, de forma inmediata, capacidad ociosa, esquemas de rentabilidad y descalces financieros. En el inicio, el volumen real referido por actores del sector habr铆a sido inferior a 30 contenedores mensuales, cifra incompatible con el dimensionamiento asumido y declarado.
En el plano laboral, la expectativa de una operatoria incrementada, asociada a la posibilidad de un segundo portacontenedores ingresando al puerto local, gener贸 un efecto directo sobre empresas y cooperativas de trabajo. La ampliaci贸n de dotaciones, la capacitaci贸n y formaci贸n, la organizaci贸n de turnos y la disponibilidad operativa se ordenaron ante la hip贸tesis de una demanda sostenida que al momento nunca lleg贸. El escenario actual deja estructuras sobredimensionadas, con costos fijos que no encuentran correspondencia en la actividad efectiva. El fen贸meno no remite a deficiencias de desempe帽o, sino a un desajuste entre previsi贸n inducida y realidad operativa.
Entre los efectos m谩s sensibles se ubica el segmento de remolcadores, caracterizado por inversiones de capital intensivo y horizontes de recuperaci贸n prolongados. Se se帽ala que hubo decisiones de inversi贸n 鈥攊ncluida la adquisici贸n de una nueva unidad y su reparaci贸n鈥 orientadas a fortalecer la prestaci贸n, aline谩ndola con est谩ndares de terminales competitivas.
La posterior discontinuidad del esquema de exportaci贸n por el puerto local, atribuida a un error de c谩lculo o a la inadecuaci贸n entre el porte del buque previsto y el volumen real disponible a cargar, expone a los prestadores a una situaci贸n particularmente gravosa, activos adquiridos o modernizados para una operatoria que no se materializ贸, con consecuencias de impacto financiero.
La afectaci贸n se extiende, incluso, a planos institucionales. En el 谩mbito portuario se menciona que el propio Consorcio Portuario podr铆a haber tomado cr茅dito apoyado en proyecciones de ingresos futuros vinculadas al incremento de actividad esperado. De verificarse ese supuesto, el impacto trasciende la 贸rbita privada e incorpora una dimensi贸n de riesgo sobre flujos financieros estimados, hoy debilitados por la ausencia del volumen comprometido. En este tipo de estructuras, el financiamiento se sostiene sobre ingresos recurrentes, no sobre expectativas.
A ello se suma un elemento de relevancia contempor谩nea, la dimensi贸n ambiental incorporada en la narrativa operativa. Se invoc贸 la reducci贸n de huella de carbono como argumento asociado a la conveniencia de exportar por Mar del Plata, evitando traslados terrestres adicionales hacia la terminal mar铆tima de Buenos Aires. La posterior canalizaci贸n por Buenos Aires reinstala el componente carretero, debilitando la consistencia entre el argumento presentado y la operatoria finalmente adoptada. Esta divergencia adquiere mayor peso en un contexto de producci贸n incipiente y de decisiones percibidas como econ贸micamente imprevisibles.
El resultado observable es la configuraci贸n de un cuadro donde capacidades ampliadas quedan subutilizadas y el sistema portuario absorbe costos de reorganizaci贸n sin un correlato en mayores flujos. El da帽o m谩s persistente, en este tipo de episodios, suele localizarse en la erosi贸n de la confianza, insumo central para la planificaci贸n log铆stica y para el compromiso inversor. La se帽al que se transmite al conjunto de prestadores es inequ铆voca: el riesgo no reside 煤nicamente en la demanda externa o en la coyuntura macroecon贸mica, sino tambi茅n en la consistencia de las decisiones empresariales que, al inducir expectativas, reordenan conductas econ贸micas del entorno.
En tal sentido, el caso requiere una lectura rigurosa sobre est谩ndares de responsabilidad en la interacci贸n entre grandes operadores industriales y sistemas portuarios regionales. La cuesti贸n excede una elecci贸n de ruta o terminal. Afecta la calidad institucional del v铆nculo, la estabilidad del entramado de servicios y la viabilidad de construir, en el tiempo, una plataforma exportadora competitiva con anclaje local.






