En todos los escenarios que pudo haber dibujado en su mente Ángel Martínez Varela tras décadas de trayectoria, es complicado pensar que el que se consumó ayer por la mañana hubiese figurado en uno de ellos: la venta de la factoría de Fandicosta de Moaña; comenzaba su escrito la delicada pluma de Lara Graña referente de Faro de Vigo para describir la formalización del cambio de manos de Fandicosta a manos de Wofco.
Esta planta, considerada la segunda más moderna de toda la industria pesquera en Galicia, fue vendida justo después de un titánico esfuerzo para reabrirla tras el devastador incendio de 2016. Sin embargo, la realidad ha superado cualquier previsión. Worldwide Fishing Company (Wofco), liderada por Alberto Barreiro y Borja Tenorio, ha adquirido la propiedad de la planta, confirmaron fuentes de las negociaciones y el propio mentor de Grupo Fandicosta. Los documentos fueron firmados ante escribano público ayer.
Esta transacción marca un hito importante para Wofco, una empresa con una trayectoria relativamente corta, ya que fue fundada en 2016. Con la adquisición de Fandicosta, Wofco no solo gana una planta de procesamiento de alta tecnología, sino que también se posiciona para competir con las gigantes del sector: Nueva Pescanova y Grupo Profand. Según informes previos, Wofco ya ha comenzado a operar en Moaña y ahora enfrentará el reto de consolidar esta operación mientras avanza con la puesta en marcha de su planta en Paraguay, ubicada en el polígono empresarial de Hohenau. Esta nueva instalación tiene la capacidad de producir hasta 40 toneladas diarias de elaborados de langostino, con el objetivo de abastecer el mercado estadounidense.
La Despedida de un Líder: Ángel Martínez Varela
Para Ángel Martínez Varela, este evento representa un giro significativo y algo amargo en su extensa carrera. Heredero y maximizador de un legado empresarial que se remonta a 1904 con Casa Botas, Martínez Varela ha estado al frente de un negocio profundamente arraigado en la tradición pesquera gallega. Las dificultades financieras que llevaron a un preconcurso para tres de sus empresas (Fandicosta, Peixemar y Casa Botas) han resultado en su retiro definitivo y abrupto del sector pesquero. Sin embargo, el acuerdo extraconcursal logrado ha permitido no solo mantener la actividad en la fábrica de Moaña, sino también asegurar la transferencia de los activos de las otras dos filiales, tal como había perseguido desde el inicio.
En sus propias palabras, Martínez Varela reflexiona: “Esta ha sido mi historia, me toca jubilarme y no como yo quisiera”. Esta frase encapsula el sentimiento de una carrera que, aunque exitosa, se cierra con un desenlace inesperado, incierto.
Impacto para el sector Pesquero Gallego
La venta de Fandicosta a Wofco no es solo un cambio de manos en una empresa; representa una transformación significativa en el panorama de la industria pesquera en Galicia. Con esta adquisición, Wofco tiene la oportunidad de innovar y expandirse, impulsando la competitividad en el sector. La modernización y eficiencia de la planta de Moaña, junto con la expansión en Paraguay, posicionan a Wofco como un nuevo jugador formidable en el mercado global de productos pesqueros.
Por otro lado, la salida de Ángel Martínez Varela marca el fin de una era para Fandicosta y para la pesca tradicional gallega. Su legado empresarial, que ha perdurado más de un siglo, deja un impacto duradero y un ejemplo de resiliencia y adaptación en un sector tan desafiante.
En grandes rasgos para concluir, la adquisición de Fandicosta por parte de Wofco y el retiro de Ángel Martínez Varela destacan como eventos cruciales que redefinen el futuro de la industria pesquera en Galicia. Mientras Wofco se prepara para afrontar nuevos desafíos y oportunidades, el legado de Martínez Varela perdurará como un testimonio de dedicación y pasión por la pesca. Esta transición marca el comienzo de una nueva etapa, llena de promesas y retos para todas las partes involucradas.