Cada año, este día trae a la memoria el fatídico 17 de junio de 2017, cuando el buque se hundió en el mar argentino, en medio de un intenso temporal, con vientos del SO de 50 nudos y mar 10, con derrotero a Puerto Madryn después de 3 jornadas de pesca de langostino.
La resultante del mismo evento desafortunado, llevo a rescatar a Julio Guaymas y Lucas Trillo con vida, mientras se recuperaron de las frías aguas los cuerpos sin vida de Silvano Coppola, Jorge Gaddi y José Homs.
Permanecen en calidad de desaparecidos, los cuerpos del Capitán del buque, Jorge Arias, Néstor Paganini, Claudio Islas, Isaac Cabanchik, Fabián Samite y Horacio Airala.
El BP Repunte era un pesquero de gran porte fresquero multipropósito, dedicado en ese momento a la captura de langostino. Con una tripulación experimentada y equipada para enfrentar las duras condiciones del Atlántico Sur, el barco había operado durante años sin incidentes significativos. Sin embargo, las inclemencias del tiempo y las condiciones del mar fueron factores siempre presentes y a veces impredecibles en esta profesión y en el resultado final de aquella marea.
El 17 de junio de 2017, el Repunte navegaba en aguas cercanas a la costa de Rawson, Chubut, cuando fue sorprendido por un temporal. La combinación de fuertes vientos, olas gigantes, posibles fallas estructurales, llevó al barco a una situación crítica aunque se dirime aun si la mejor opción era correr o capear el temporal, por supuesto todo esto después del triste desenlace. Pese a los intentos desesperados de la tripulación por mantener el buque a flote, el Repunte finalmente se hundió.
La tragedia se cobró la vida de diez marineros, cuyas familias y compañeros aún hoy buscan respuestas y justicia.
El hundimiento del Repunte no solo significó una pérdida humana significativa, sino que también puso de manifiesto la precariedad de las condiciones de seguridad en las que operaban muchos buques pesqueros. Las familias de las víctimas han encabezado una lucha incansable por la mejora de las normativas de seguridad marítima y para que se realice una investigación exhaustiva sobre las causas del incidente.
En los años siguientes al hundimiento, se han llevado a cabo diversas acciones y movilizaciones para exigir justicia y mejoras en las condiciones laborales de los marineros. La Comisión de Familiares de Víctimas del Hundimiento del Repunte ha sido fundamental en mantener viva la memoria de los marineros fallecidos y en presionar a las autoridades para que se implementen cambios significativos en la reglamentación siendo las ordenanzas marítimas de la PNA menos contemplativas e implacables a la hora del análisis para la zarpada de todo artefacto naval. Entre lo que se destacan la exhaustividad de inspecciones, la seguridad operacional de balsas salvavidas y la implementación de un Sistema de Gestión de Seguridad, protocolo de procedimientos para los distintos sistemas de a bordo de todo buque, procedimientos de la tripulación y las empresas armadoras delimitando responsabilidades a través de un check in previo a la zarpada y hasta su amarre en el puerto. El mismo, tiene supremacía por sobre el Certificado Nacional de la Seguridad para la Navegación.
Cada aniversario del hundimiento del Repunte es una oportunidad para rendir homenaje a los marineros perdidos y para reflexionar sobre la importancia de la seguridad en el mar. En el puerto de Mar del Plata, se realizarán actos conmemorativos y ceremonias en las que se recuerda a las víctimas y se reafirma el compromiso de seguir luchando por mejores condiciones laborales y de seguridad para el hombre de mar.
En el puerto local, lugar de residencia de muchos de los tripulantes, se ha convertido en una tradición realizar una ceremonia en el muelle, donde familiares y amigos se reúnen para lanzar flores al mar en memoria de los que ya no están. Estos actos, cargados de emotividad, sirven para mantener viva la memoria de los marineros y para fortalecer la comunidad pesquera en su conjunto.
El hundimiento del Repunte es una tragedia que resuena profundamente en la memoria colectiva de la comunidad pesquera marplatense. Este aniversario no solo es un momento para recordar a las víctimas y solidarizarse con sus familias, sino también para renovar el compromiso de luchar por un futuro más seguro y justo para todos los trabajadores del mar. La memoria de los tripulantes del Repunte seguirá viva mientras haya quienes luchen por la verdad, la justicia y la seguridad en el mar.