Para practicar la pesca ilegal, no reglamentada y no declarada no hace falta alcanzar y transitar el borde interior de la ZEEA ni ser un buque de bandera extranjera.
Esta es una operatoria que se repite, con fines comerciales, sin mayores controles, que saltan a luz solamente cuando ocurre un imprevisto como este o a veces con pérdidas de vidas humanas. Una actividad sin control desde la provincia, que omite mayores controles de esta actividad bajo el paradigma de la necesidad social de pobladores costeros. En la costa cercana a Miramar y en Mar del Sud como las localidades costeras desde necochea a Bahía Blanca y principalmente en la Bahía de Samborombón, es presencia de todos los días con infracciones de tipo sanitario, fiscal, competencia desleal y sobre todo de seguridad, comprometiendo y poniendo en peligro la vida en el mar de propios y terceros.
En esta ocasión, una embarcación que tenía prohibición de navegar fue remolcada de emergencia hasta el puerto de Mar del Plata, tras quedar a la deriva durante unas 20 horas en medio de condiciones climáticas adversas por problemas en su único motor fuera de borda.
A bordo iban seis tripulantes sin documentación habilitante, sin equipo de comunicaciones ni elementos de seguridad, lo que derivó en la intervención de la Prefectura Naval Argentina (PNA) y la apertura de una causa judicial.
Según reconstruyó la autoridad marítima, la lancha a motor de siete metros de eslora había zarpado desde Mar del Sud desde un sector no habilitado, sin informar a Prefectura. Pese a tener vigente una prohibición de navegación por una deuda de tasa fija anual, el grupo de seis hombres adultos, todos argentinos, se adentró mar adentro con intención de realizar actividades pesqueras.
Al alcanzar una distancia de 26 millas náuticas de la costa, la embarcación sufrió una avería mecánica que la dejó a la deriva. Según se pudo reconstruir, esto ocurrió aproximadamente seis horas después de haber zarpado.
Sin comunicaciones a bordo ni elementos para pedir auxilio, los tripulantes pasaron cerca de 20 horas expuestos al mal tiempo hasta que finalmente lograron ser avistados por el BP Galemar, que regresaba desde zona de pesca rumbo a Mar del Plata. Mediante señales lumínicas, los tripulantes lograron alertar al buque, cuyo capitán tomó la decisión de remolcar la lancha y dar aviso inmediato a Prefectura.
Una vez en puerto, el personal de la PNA constató la situación irregular: además de la prohibición de navegar vigente, la embarcación no contaba con la documentación reglamentaria, carecía de radio u otros medios de comunicación y no disponía de los elementos de seguridad obligatorios.
Durante la inspección se encontraron además 25 cajones con unos 750 kilos de pescado de diferentes especies, por lo que se dio intervención al Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), que tomó las medidas correspondientes para evaluar el estado del producto.

La Unidad Fiscal N° 2, a cargo del Dr. Hercules Giffi, tomó intervención en el hecho. Se ordenó la apertura de una causa judicial contra el responsable de la lancha y la toma de declaraciones testimoniales al resto de los involucrados. La investigación buscará establecer las responsabilidades penales por la violación de normas de seguridad en la navegación y por la actividad pesquera no habilitada.
Desde Prefectura recordaron la importancia de cumplir con los requisitos establecidos para salir a navegar y remarcaron que estos controles tienen como objetivo proteger la vida de las personas en el mar.