En cada puerto hay una historia para contar, situaciones laborales, tipos de trabajos, transportes, cargas, descargas, infinidad de historias.
Entre esas decenas de miles de historias para contar están los barcos, los buques, los navíos, las naves, las embarcaciones. Sinónimos de algo que es sinónimo, pero sinónimo de historia con cientos de componentes.
Entre esos barcos, con una frondosa historia se encuentra el legendario B/P PROMAC, comandado por Angel Antonio Solimeno.
Una embarcación que ya tuvo entre su pormenorizado manteniemiento, 4 cambios de motores, motores auxiliares, guinche, todo hecho en la Argentina, en la línea de la continuidad de trabajo de quienes habitan estas benditas tierras.
El B/P Promac fue construido en la ciudad de Tigre, en la provincia de Buenos Aires y botado en 1969 para la empresa PROMASA bajo el nombre PROMAC. Dicha construcción se realizó en los Astilleros Mestrina S.A.
Los Astilleros Mestrina fueron fundados en 1961, siendo uno de los pioneros de la Industria Naval de nuestro país. Es una empresa nacional, con capitales privados, fundada por inmigrantes italianos que llegaron de Venecia durante los años ’50. Quizá caprichos del destino que en un astillero situado a 400 km. de Mar del Plata y fundado por italianos, se construyera un barco que hoy pertenece a la firma Luis Solimeno e hijos. No hace falta hablar de sus raíces.
El PROMAC, con sus 33,45 m. de eslora y una manga de 7,37 m. posee una capacidad frigorífica de 135 metros cúbicos y originalmente era impulsado por un motor diésel GMT – FIAT de 8 cilindros. Entre los cambios de motor, hechos en la Argentina, hoy es propulsado por un motor diésel Caterpillar 3412 que posee 12 cilindros en V y puede navegar a una velocidad aproximada a los 11 nudos. (suba el volumen y disfrute verlo navegar…)
Entre las múltiples anécdotas que recuerdan sus tripulantes, una de las más notorias fue la vivida en agosto del año 2020, donde tuvieron que sortear un fuerte temporal en las afueras de Puerto Madryn, que gracias a las pericias de su capitán, pudieron ingresar a puerto sin ningún tipo de inconvenientes mayores.
Como ocurre en hechos desgraciados donde la colonia pesquera con sus múltiples embarcaciones se hace “toda una”, participó en junio de 2017 en la búsqueda de sobrevivientes del siniestrado buque “Repunte”. Lo hizo conjuntamente con los B/P “Puente Chico”, “Porte Belo”, “Félix Augusto” y “Myrdomaf”.
También formó parte de la prospección de langostino en el área de veda permanente de juveniles de merluza donde participaron también el “Don Gaetano”, el “Mar del Chubut”, “Nono Pascual”, “Sfida”, “José Marcelo”, “Messina I”, “Siempre Santa Rosa”, “Altalena”, “Don Miguel I”, “Graciela I”, “Argentino”, “Golfo San Matías” y “Don Santiago”, donde con 14 observadores a bordo durante 3 días efectivos de pesca prospectaron las zonas ubicadas entre los paralelos 42° y 43°S y los meridianos 60° y 62°O y entre los paralelos 44° y 45°S y los meridianos 61° 30’ y 64° 30’ O.
Cada uno que pisó la cubierta del PROMAC tiene su propia historia, sus recuerdos, sus vivencias, algunos con años compartidos y situaciones particulares, de alegrías y de tristezas, de satisfacciones y de temores, de estar codo a codo bregando en conjunto para llevar el pan a su casa. Pero todos, tienen un factor común, los barcos no son viejos o nuevos…. Son mantenidos prolija y operativamente, o abandonados. La seguridad no tiene fecha, sino la conjunción de 3 cosas muy importantes:
- El respaldo y la filosofía del grupo empresario que lo posee.
- El capitán y su tripulación
- El mantenimiento a lo largo de su vida útil.
De estas cosas también se componen los puertos. Puertos con historias particulares como el de Mar del Plata y sus barcos.