Parecen increíbles las cifras que maneja un puerto tan cercano a la Argentina en materia de exportación e importación de mercaderías. Por tercer año consecutivo el puerto de la capital uruguaya sigue rompiendo las barreras de los números. Lejos, muy lejos de lo que sucede en todos los puertos argentinos.
De acuerdo a lo que consignan nuestros colegas de “El País”, el puerto de Montevideo registra desde el primer día de este año, hasta el último 26 de octubre, la envidiable cifra de 909.869 TEU’s.
No es casualidad este presente, ya que en el mismo período de 2022, habían “movido” 880.413 contenedores, cifra que también fue en aumento con respecto a 2021, donde se movilizaron 809.010 TEU’s.
Juan Curbelo es el administrador nacional de puertos del Uruguay y es quien hizo referencias públicas a la satisfactoria situación que viven del otro lado del Río de la Plata: “Estos son los tres mejores años en cuanto al movimiento de contenedores en el puerto de Montevideo, son números muy buenos, alentadores y reflejan el dinamismo que tiene el Uruguay portuario y nuestro puerto”.
No caben dudas del impacto positivo que genera esto en la economía uruguaya, ya que esos números tienen relación directa con la logística regional y con el comercio exterior, con la clara posibilidad de cerrar el 2023 con más de un millón de contenedores “subidos y bajados”.
¿Cómo llega la carga en contenedores a Uruguay? Lo hacen a través de la mal llamada (dicen los especialistas) Hidrovía.
Por ese canal de acceso les llega la mercadería de Paraguaya, Brasil y el sur argentino, lo que marca que el crecimiento año a año del puerto uruguayo no sea casualidad. Han generado una gran infraestructura en una terminal que tiene un componente del 20% por parte de la Administración Nacional de Puertos del Uruguay y el 80% restante está concesionado a una multinacional con dirección belga.
Curbelo, montevideano y conocedor del lugar y sus movimientos, comentó públicamente que el puerto uruguayo cerrará con unos 1.100.000 TEU’s movilizados aproximadamente en 2023, como consecuencia de transbordos y tránsitos que alcanzarán un 60%, mientras que las exportaciones e importaciones constituirán el porcentaje restante.
Uno de los objetivos que se habían trazado, casi como una política de Estado, era posicionar al puerto de Montevideo como una terminal hub que reciba cargas de la región y las pueda trasbordar a embarcaciones que las llevan a terceros países, sobre todo en el Cono Sur. Se lo plantearon y lo lograron con creces sin dudas.
Pensando en que las crisis de otros pueden ser oportunidades propias, desde la tierra (o puerto) de Artigas, vieron que también podían crecer cuando los puertos brasileños colapsan, lo que obliga de alguna manera a las empresas navieras a usar el puerto uruguayo como una solución logística.
¿Qué quiere el puerto de Montevideo? Convertirse ni más ni menos en el puerto del Río de la Plata más importante, aún a sabiendas que deben mejorar la estructura, teniendo un mayor calado (hoy tiene 13 metros), lo que le posibilita el ingreso de portacontenedores de unos 400 metros de eslora.
¿Hace falta agregar algo más? Sólo mirar y pensar.