Un encuentro nacional sobre logística dejó al descubierto no solo los problemas que atraviesa nuestro país de cara a un posible nuevo gobierno. Marcaron los retos de la logística y la cadena de abastecimiento en la Argentina.
Escobar, en la provincia de Buenos Aires fue la ciudad elegida, donde bajo el lema “Transición Global y Supply Chain, nuevos desafíos para la logística”, distintos representantes del sector logístico se dieron cita para exponer ante más de 400 profesionales del sector, intercambiando opiniones y analizando nuevas tendencias referidas a la economía, la sustentabilidad, tecnología y economía.
Entre los oradores detallaron por ejemplo, que nuestro país posee deficiencias de infraestructura que hoy no son solucionables por el sector privado. Algo que de cara a los proyectos marplatenses despertará seguramente una mirada más profunda.
Otro de los temas abordados, al igual que ocurre puntualmente sobre la pesca, fueron las negociaciones paritarias, que no escapan prácticamente a ningún sector, debido al consabido aumento inflacionario y a una economía inestable, tal vez como pocas veces ocurrió en la Argentina, más allá de los nefastos antecedentes que tiene nuestra tierra.
El comercio exterior fue otro de los puntos que destacó el presidente del encuentro, Gustavo Di Capua, quien en su discurso manifestó que “estamos en un momento de transición en la Argentina, sobre todo política, sea quien sea el presidente; y vamos a tratar de entender qué está pasando con el comex en el país”.
Por su lado, Andrés Bonifacio, uno de los socios y director de Ecolatina, realizó un análisis económico de la situación actual, destacando los desafíos de cara a la nueva gestión del Gobierno nacional que comenzará exactamente en dos meses.
“La inflación superó el poder adquisitivo de la población, y las familias están buscando menos apalancamiento en el crédito. Además, los incentivos para el ahorro son muy bajos y esto lleva a una actividad económica limitada al consumo”, resaltó Bonifacio.
El propio Bonifacio le mostró a los participantes que para el año entrante, en un escenario de devaluación, inflación elevada, caída del salario y del Producto Bruto Interno, el panorama irá por un camino también preocupante, “más allá de quién sea el presidente este será el denominador común. Hay que poder digerir el escenario de transición para crecer en un futuro.”
El especialista en estos temas, Marcelo Elizondo, realizó una disertación sobre las perspectivas y la actualidad del comercio exterior en nuestro país, indicando que las exportaciones totales de la Argentina alcanzarían este 2023 los 66.114 millones de dólares y se recuperarán en 2024 hasta 80.434 millones, detallando que “nunca hubo una caída interanual tan significativa de las exportaciones como la de este año. En parte se explica por la sequía, pero también por la caída de precios.”
En el mismo sentido puso de manifiesto que en cuatro ámbitos esenciales que conforman el nuevo modelo de comercio internacional. El primero es la competitividad sistémica. El segundo, el tomar ventajas de la innovación para optimizar operaciones. El tercero, la adaptación regulativa, que se vincula con la atención sobre las normativas gubernamentales. Y el cuarto, llevar adelante un desarrollo integral.
Hoy varios sectores miran a Mar del Plata sobre un punto relevante: la inversión que realizó una fábrica de papas congeladas que en pocos meses tendrá su actividad permanente en el Parque Industrial Gral. Savio de Mar del Plata – Batán, donde se tiene previsto que muchas de las toneladas que allí se produzcan, sean almacenadas en futuras cámaras frigoríficas que estarán instaladas en el predio frente los ex silos elevadores de granos del puerto de Mar del Plata, para ser trasladados unos pocos metros y de allí cargados en alguna de las pocas aún recaladas que tiene la naviera que llega a la ciudad y que transporta contenedores.
No suena este panorama como una alarma, sino como parte de un mayor estudio que deberán realizar para lograr que el circuito productivo se pueda cerrar.