En el marco de las necesidades sociales que atraviesan las provincias, y ante el problema de baja o nula rentabilidad en diversos sectores, desde la actividad extractiva primaria 鈥攃omo la pesca鈥 hasta la comercializaci贸n en mercados internos e internacionales, varias provincias han tomado medidas que podr铆an vulnerar antiguos pactos o convenios preexistentes, poniendo en riesgo incluso la biomasa futura de ciertos recursos.
Sin entrar en la justificaci贸n de estas acciones, lo concreto es que esta ofensiva se manifiesta en diversas formas y frentes, especialmente en un contexto de alta incertidumbre para los pr贸ximos meses. Un ejemplo de esto es la situaci贸n de la merluza. En momentos en que se discute la renovaci贸n de las Cuotas Individuales Transferibles de Captura (CITC), varios actores han expresado, desde distintas posiciones, la necesidad de aumentar su participaci贸n en la pesquer铆a.
Es el caso de Chubut, quien intenta ademas de solucionar desde hace mas de 10 meses, los problemas sociales diarios, intenta paralelamente ver como busca una mayor incidencia en el recurso merluza hubbsi, de hecho hay plantas en Comodoro rivadavia que necesitan un mayor volumen para dar continuidad a su propia actividad.
Otro ejemplo es Tierra del Fuego, donde hace un mes arrib贸 al puerto de Ushuaia el BP Centuri贸n del Atl谩ntico, tras completar su proceso de reconversi贸n en el astillero Westcon, en Flor酶, Noruega.
Esta unidad, transformada en una 芦gigante aspiradora surimera芦, necesita cuotas de distintas especies para justificar la inversi贸n realizada. En este contexto, se produjo una transferencia indirecta de cuotas de merluza de cola -poco ortodoxa y cuestionada en el seno del CFP- cuesti贸n que ha sido fuertemente criticada por algunas c谩maras de Mar del Plata.
Mientras los representantes de la provincia de Buenos Aires, -por cuestiones de cambio de favores ante el FAFP de langostino-, ante la falta de capturas, permitieron una cesi贸n de cuotas por parte de empresas bajo esta provincia, a pesar de que la pesca de esta especie, escasa y juvenil, es legalmente cuestionable.
De hecho, en reuniones de la Comisi贸n de Seguimiento de Merluza de Cola, desde el INIDEP, se ha se帽alado que el recurso arriba por canales fueguinos y por debajo del Cabo de Hornos desde el Pac铆fico Sur, precisamente desde aguas chilenas, donde su Secretaria de Pesca lo consider贸 hasta el 2017 sobreexplotada y a partir de ese a帽o a la fecha como especie AGOTADA, ademas destac谩ndose que la captura de juveniles en todo el mar argentino est谩 prohibido por la Ley Federal de Pesca 24.922.
Adem谩s, es extremadamente dif铆cil controlar y verificar el contenido del kamaboko, la materia prima del futuro kanikama, ya que esto depende exclusivamente de un inspector a bordo, cuya labor no siempre garantiza la precisi贸n, dado que el proceso involucra m谩s de un 35% de agregados y aditivos, lo que dificulta la identificaci贸n de la especie base del producto.
En este contexto, la provincia de Tierra del Fuego, a trav茅s de una reuni贸n informal realizada el pasado viernes, solicit贸 a la administraci贸n, por medio de la Ministra de Producci贸n y Ambiente, Karina Fern谩ndez, 10.000 toneladas de merluza hubbsi, justificando el inter茅s de la provincia en acceder a nuevas especies para mejorar las condiciones de la flota que opera en sus aguas, al margen de la surimera.
Por otra parte, en pos de fomentar el desarrollo de nuevos complejos manufactureros, la provincia de Santa Cruz, representada por Ricardo Ancell Patterson, ha reiterado en diversas oportunidades su inter茅s en obtener una mayor participaci贸n en las CITC de merluza hubbsi. Desde mediados de abril, Patterson tambi茅n ha manifestado la necesidad de contar con un mayor volumen de langostino para la cuota social de su provincia, llegando incluso a plantear la posibilidad de abrir el Golfo San Jorge si no se garantiza tal acceso. En este sentido, el Ministro de Producci贸n, Gustavo Mart铆nez, advirti贸 que Santa Cruz podr铆a reconsiderar su adhesi贸n al convenio de veda permanente del langostino en dicho golfo, acuerdo establecido con Chubut para proteger el caladero interjurisdiccional. Tambi茅n mencion贸 que est谩n dispuestos a otorgar permisos para pescar dentro de las doce millas provinciales si no se garantizan beneficios locales.
El ministro enfatiz贸 que la prioridad es defender los recursos de su provincia, destacando que el gobernador plante贸 en su 煤ltima visita a la Secretar铆a de Recursos Acu谩ticos y Pesca, la necesidad de rediscutir el esquema pesquero nacional. Asimismo, subray贸 la importancia de generar estrategias regionales junto a otras provincias patag贸nicas, como Tierra del Fuego, Chubut y R铆o Negro, para equilibrar los beneficios de la industria pesquera, que seg煤n su opini贸n, est谩n concentrados en Mar del Plata.
En un contexto donde la rentabilidad est谩 en juego, los 谩nimos se exacerban, y las propuestas, por m谩s dis铆miles que sean, comparten un mismo objetivo: todos buscan una mayor participaci贸n en un recurso limitado, lo que genera mayores conflictos de inter茅s y, por ende, una mayor incertidumbre para los pr贸ximos meses. Cada participante y representante provincial defiende su posici贸n con argumentos s贸lidos, planteando un desaf铆o significativo para quienes ocupan cargos decisivos en el 谩mbito pesquero nacional, pero dejando en claro, que el recurso no se multiplica de la misma medida que se desea paliar situaciones sociales en las provincias que apuntan a la pesca como un posible salvavidas, sin considerar la capacidad instalada de quienes ya est谩n en el rodeo y su impacto, en caso de haber mayores participantes en el sector.
En este delicado equilibrio entre necesidades sociales, rentabilidad y sostenibilidad, cada provincia defiende su posici贸n con argumentos s贸lidos. El reto para la gesti贸n pesquera es encontrar un punto medio que permita satisfacer las demandas sociales sin comprometer la biomasa futura de especies claves como la merluza. La situaci贸n exige medidas coordinadas y estrat茅gicas que no solo respondan a las necesidades locales, sino que tambi茅n garanticen la conservaci贸n a largo plazo de los recursos pesqueros, esenciales para la econom铆a y el ecosistema marino. Una tarea nada sencilla para quienes habitan Paseo Colon 922 en la Ciudad Aut贸noma de Buenos Aires.
