El pasado jueves, y apenas definida la fecha de apertura de la zafra de langostino fuera de la ZVPJM para el 17 del corriente; y como cada año, la negociación paritaria entre partes trata la actualización de los salarios básicos de los trabajadores embarcados. Fue la primera iniciativa por poner un marco operativo a una actividad por como están dadas las estructuras de costos, inviable. Sin embargo, en esta oportunidad, las cámaras representativas del sector tangonero congelador CAPECA, CAPIP y CEPA han planteado una reducción del 30% en todos los salarios, justificando su postura en la falta de rentabilidad de las exportaciones y en el elevado costo de la mano de obra, que aseguran representa el 60% de los gastos operativos. Según sostienen, el costo laboral total por tonelada de exportación supera el precio de venta, lo que hace inviable las operaciones desde una ecuación de quebranto operativo.
Ayer por la tarde, en la red social X, cuenta oficial del SOMU, el gremio informó claramente su posición al respecto. (ver posteo).

Desde el SOMU, el secretario de pesca nacional, Juan Navarro, fue tajante al rechazar cualquier modificación en los valores de producción establecidos en los Convenios Colectivos de Trabajo (CCT) vigentes. El gremio sostiene que estos acuerdos fueron debidamente tratados y consensuados y que cualquier intento de alterarlos significaría un perjuicio directo para los trabajadores.
Además, Navarro enfatizó que «los marineros realizan un trabajo calificado y riesgoso, afrontando largos periodos de navegación lejos de sus familias y que, a pesar de ello, ya sufren importantes descuentos por el impuesto a las ganancias y otros tributos «. En este sentido, el SOMU denunció que algunas empresas, como Iberconsa y Pesquera Deseado, estarían intentando negociar directamente con las tripulaciones por fuera del gremio para que acepten reducciones en la producción, lo que el gremio considera ilegal y asegura que denunciará ante las autoridades correspondientes.
Si bien una alternativa posible sería ajustar el valor de la tonelada de langostino a la realidad de lo que vale en el circuito internacional hoy, cercana a 4.500 U$s/Tn y evitar los 5.800 U$s/tn estipulado en el CCT, el SOMU se manifestó intransigente a esa y otras posibilidades, aunque otros gremios, algo más holgados en materia de haberes, podrían comenzar a dialogar; lo que dejó una puerta abierta hacia el sector.
El sindicato, bajo la conducción de Raúl Omar Durdos y Ángel Juan Navarro, reafirmó que no permitirá modificaciones en los valores de producción como de haberes en los sueldos de sus filas y advirtió a los trabajadores, sobre los riesgos de aceptar acuerdos individuales con las empresas. Además, instó a la unidad del sector y anunció que se mantendrá un seguimiento constante de la situación para evitar que se vulneren los derechos de los trabajadores embarcados en momentos donde la conducción del gremio juega un papel trascendental ante un año electoral en sus filas.
Por otra parte, se supo que hubo un diálogo con otros referentes del sector gremial, en este caso, con el representativo de la oficialidad de puente, quien estaría para discutir la postura que hace referencia al valor de la tonelada de EXPO en torno a los 5.800 U$S/Tn, que quedó por encima de los precios que hoy por hoy se comercializan, lo que dejó abierta la posibilidad de un inicio de tratativa, ligada ad referendum de sincerar todos los recibos de sueldos del personal que representa.
Mientras tanto, en los muelles de Mar del Plata, no hay movimientos habituales y previos al armado de buques, lo que sugiere la incipiente parálisis del sector con las consecuencias que de ello se desprendan.