En la mañana de este jueves se presentó en las instalaciones de la Asociación Bonaerense de la Industria Naval –en el puerto marplatense- los resultados del hundimiento del BP Simbad en relación a las comunidades biológicas en el Parque Submarino Cristo Rey.
La presentación fue realizada a través de “BiodA Mar del Plata” y “Thalassa Buceo”, dos entidades que trabajan mancomunadamente para desarrollar el parque submarino ubicado en la restinga del Faro Punta Mogotes.
La bienvenida estuvo a cargo del presidente del Consorcio Portuario Regional de Mar del Plata Gabriel Felizia, quien detalló que hay una cantidad enorme de trabajo por hacer en el puerto marplatense en referencia a los distintos hundimientos que se deben realizar y para lo cual está dispuesto a acompañar el organismo que preside.
Sobre el mismo tema Felizia mencionó que existe una larga lista de barcos que podría amarrar en el puerto de Mar del Plata pero que no lo pueden hacer debido a la escasez de espacio en los muelles, algo que aún no se pudo solucionar desde su gestión, la que acarrea una innumerable cantidad de barcos que entorpecen la operatoria portuaria, sobre todo en la sección 4º del “muelle grande”.
La operatoria para lograr hacer un hundimiento en el parque submarino en la zona del faro (el lugar más apropiado por sus características y cercanía) es primero retirar lo que queda del buque semihundido, las partes que pudieran desprenderse y después sí trasladarlo.
El presidente del Consorcio aprovechó la ocasión y su referencia a la falta de espacio en los muelles marplatenses, para mencionar la demorada construcción del Muelle 9, situación que ocurre debido a los avatares económicos del país según sus palabras.
Felizia se comprometió a seguir limpiando el puerto local y dejarlo estructurado para que pueda convivir la actividad offshore, dejando una frase lapidaria: “hay que atender la actividad del offshore, pero sin descuidar la pesca que ha sido y es el motor de este puerto”.
Carlos Brelles, presidente del Club de Buceo “Thalassa” y buzo profesional, planteó una mayor actividad para el parque submarino, algo que se practica en todo el mundo y que es una vertiente turística como ocurre con otras ciudades como Puerto Madryn en la provincia de Chubut.
Destacó también el trabajo en equipo que se lleva adelante para poder hacer más traslados de buques inactivos (se tienen previsto cuatro más en el corto plazo), donde no sólo “todo es buceo, también es estudio a través de profesionales marplatense, los que nos ayudan a comprender detalles del mar, muchos de ellos hasta desconocidos”, le comentó Brelles a PESCARE.
Quien llevó la parte más descriptiva en la presentación fue el Dr. Gabriel Genzano (UNMDP – CONICET) que además de ser investigador es buzo profesional.
Por espacio de casi 40 minutos el Dr. Genzano recordó los inicios del parque submarino, contó la historia del primer buque hundido en las costas marplatenses (un barco alemán en 1945), el hundimiento del “Cristo Rey” en 1981 y qué despertó su gran interés en el tema, ya que el “Cristo Rey” se sabía que estaba hundido pero no a ciencia cierta el lugar puntual, una situación que demoró nada menos que 25 años.
El investigador describió con exactitud todo el camino recorrido en la investigación sobre el pesquero “Khronomether” (hundido también en el parque submarino), cuyos datos son relevantes a hora de investigar ya que en este barco fueron colocadas placas de acrílico, las que se retiran periódicamente para estudiar, donde queda adherido barro en un principio y con el correr del tiempo -18 meses aproximadamente- nacen colonias de seres vivos, las cuales terminan generando mejillones (no de tamaño comercial), y se aprecian varias especies en tamaños juveniles, “ingresan, comen y se van. Eso es lo que comprobamos con las imagines subacuas que tenemos con una gran cantidad de video filmaciones y fotografías”, manifestó el profesional.
El Proyecto BIODA que lidera el Dr. Genzano, integra la investigación, extensión y divulgación del conocimiento científico sobre los arrecifes marinos, los que no necesariamente debe ser vistosos.
“A los sustratos duros o arrecifes se los asocia a formaciones biogénicas como los corales, en realidad, todo sustrato duro sumergido en el mar recibe el nombre de arrecife, incluso aquellos sumergidos por el hombre como construcciones portuarias, espigones, barcos sumergidos, y los podemos dividir en arrecifes naturales y arrecifes artificiales”.
“Los dos tipos de arrecifes condicionan la presencia de una elevada diversidad biológica o biodiversidad ya que aportan diferentes hábitats como cuevas, grietas, techos y canales para muchas especies de invertebrados, además, ciertos peces suelen encontrar alimento y refugio”, relató el especialista.
En su descripción Gezano mostró que los fondos marinos duros son mucho menos abundantes que los blandos como la arena, sin embargo, al ser capaces de resistir sin desplazamiento la energía cinética marina, mareas y corriente, dan lugar a comunidades biológicas muy estables y ricas en densidad y variedad de especies, muy superior a la de los fondos blandos aledaños.