La pesquería de anchoíta, desde hace más de una década, más precisamente el stock norte bonaerense, se encontraba dentro del programa de certificación de MSC -Marine Stewardship Council- como pesquería sustentable, sostenible y bien administrada.
Las evaluaciones son realizadas por certificadores independientes acreditados, entidades auditoras, como institutos biológicos y/o universidades que examinan una serie de datos como:
- Las poblaciones de peces.
- Datos de descarga, composición de la captura y efectos del método de pesca sobre el hábitat.
- Entrevistas mantenidas con las partes interesadas
- Documentos e informes de carácter científico.
En referencia a este punto parece haber incurrido deficitariamente la pesquería de la Engraulis anchoíta en Argentina.
No se han llevado adelante e informado los métodos de cuidado del medio ambiente, cuidado de fauna lindantes (lobos marinos y delfines) y aves marinas principalmente.
Además de informar dispositivos como espantapájaros LEP’s y otras particularidades para hacer más sostenible y de bajo impacto esa pesquería.
Lo concreto es que la certificación MSC tiene suspendida la renovación, que vence a fines de junio próximo.
A partir de allí, Argentina y el stock bonaerense ya no gozarían más de dicho sello, lo que pone en riesgo algunos mercados y precios que pueden impactar en las empresas exportadoras y conserveras locales.
Las bases de evaluación son responsabilidad de los organismos que la certifican in situ, las que establecen las bases para el acceso al MSC.
La pesquería de anchoíta es dirigida, sin impacto en el fondo marino, con redes pelágicas, de media agua, los buques fresqueros costeros y de altura la capturan entre agosto y noviembre en su paso por las aguas linderas a la provincia de Buenos Aires, operando la flota en el área del CTMFM y al sur de ella hasta el paralelo 41°Sur.
El stock al sur de esa latitud es el stock patagónico, irrelevante en descargas y con tenores de grasas más altos, que generan una calidad distinta a la certificada. No obstante, la flota de Chubut también busca que sus barcos sean multipropósito y puedan pescar especies como la Engraulis que abunda al sur de la península de Valdés.
La pesquería estuvo certificada desde fines del año 2010, por pedido de compradores internacionales, donde MSC da garantía acreditada de calidad y trazabilidad con avales de sustentabilidad de la pesquería y el acceso de los productos que certifica a los más exigentes mercados mundiales principalmente el europeo.
No es una especie que tenga sobrepesca, sino que todo lo contrario.
Técnicos de INIDEP en sus últimos informes expresaron que es una especie subcapturada, sabiendo que hay mucho más recurso y no se lo pesca.
El problema es netamente comercial, en el fondo, el sistema sabe que el precio que pagan las conserveras al pescador, realmente es un umbral muy bajo y limitante para incentivar mayores capturas.
Lo concreto es que el sistema alertó hace unos días, que se cayó la certificación.
Hoy, en una reunión a las 14 en el INIDEP, las partes buscarán encontrar un punto de equilibrio para reordenar un despropósito más de la pesca. Una pesca seria, racional y pensada en los mercados internacionales no puede perder una certificación por falta de seguimiento o de informes de impacto con especies de aves marinas. En ocasiones lo que se ve como un gasto es simplemente una inversión, solo hay que saber entenderlo como lo hagan algunos actores de la pesca.