Finalizado Septiembre, un tema recurrente m谩xime en este esquema inflacionario que circula en el pa铆s y que se hizo costumbre, como es l贸gico y esperable, comienzan a reabrirse las discusiones salariales entre c谩maras signatarias de los Convenios Colectivos de Trabajo y los gremios.
Los guarismos inflacionarios no han mermado, en estos 煤ltimos meses los valores escalaron un 7% mensual o en torno a ello y eso de alguna manera garantiza una contienda alcista en los pedidos gremiales.
Reci茅n esta semana comenzar谩n algunos gremios a tratar el tema pero sin antes conocer la realidad de lo que sucede en materia de precios.
La aceleraci贸n de la inflaci贸n en los 煤ltimos meses golpea de lleno el poder adquisitivo de los argentinos. Es en ese escenario que muchos sindicatos activaron las cl谩usulas gatillo, otros ya lo hab铆an negociado durante la primer paritaria entre marzo-abril y otros comenzaron a reabrir paritarias para revisar los acuerdos y buscar mejoras para, en el mejor de los casos, ganarle la carrera a la suba de precios. Sin embargo, seg煤n destacaron distintos analistas consultados, s贸lo algunos gremios podr谩n cumplir ese objetivo. Es que, con un IPC que podr铆a acercarse al 95% anual en diciembre, advierten que en promedio los salarios quedar谩n por debajo de la inflaci贸n, siendo los m谩s golpeados, los trabajadores del sector informal y los independientes.
El ultimo d铆a de septiembre, desde el SAON, (quiz谩 a tomar como referencia en un sector que venia atrasado respecto al IPC) para el CCT 158, firmaron un 40% hasta el mes de marzo de 2023 que se le suma al 50% logrado en el primer tramo del a帽o. L贸gicamente con clausula gatillo, es decir, en caso de dispararse o acelerarse el costo de vida, se volver铆an a reunir para relanzar salarios actualizados a la realidad. Es decir, las paritarias se firman, pero siempre es el sector gremial quienes mediante clausulas logra una reapertura anticipada.
En materia de costos de vida, por el lado de las empresas, la parte m谩s dif铆cil est谩 dada en cuanto que la inflaci贸n viene corriendo de atr谩s, en un mercado que podr铆a llegar a tener un piso (producto de innumerables desajustes de variables macroecon贸micas) y posiblemente un techo no superior al visto en torno al 7.2%. Con lo que la devaluaci贸n estimada del orden del 6.2% promedio mensual, (valor que corrigi贸 el d贸lar a lo largo de septiembre) nuevamente ampliar铆a la brecha entre costos reales en pesos, con facturaci贸n en d贸lares con una menor pendiente de crecimiento; por ende la rentabilidad de las empresas pesqueras tiende a preocupar.
Por si no fuese poco, tambi茅n se espera que el pico inflacionario pueda ser en el mes de octubre, por lo que cerrar n煤meros en funci贸n de lo pasado puede llegar a distorsionar a煤n m谩s la previsibilidad del sector empresario. La inflexi贸n, aunque m铆nima, podr铆a ser una mala referencia hacia el sector, que juega con el pasado y con una indexaci贸n latente en la memoria residual de la sociedad en el ejercicio de predecir siendo contrastada con la realidad que a futuro podr铆a situar los 铆ndices inflacionarios mas cerca del 5% que del 7.5%.
Cualquiera sea el caso, la realidad a hoy es que la inflaci贸n en el a帽o tendr谩 un piso de 90% y un techo de 105% interanual, al margen de estos valores, el disparate vuelve a la Argentina que parece acostumbrarse a caminar sobre una cinta transportadora que distorsiona, y empobrece a todos los sectores, mas al exportador con un d贸lar que escala una menor pendiente que los precios y como tal, pasa a ser menos competitiva.
El panorama es sombr铆o, imprevisible y poco claro; pero en el 铆nterin, el empresario encontrara una alternativa pare intentar con mayor eficiencia soslayar m谩rgenes cada d铆a mas ajustados con un panorama de mercados que espera Conxemar para testear compras puntuales de fin de a帽o pero seguramente con la misma tendencia de precios que en los 煤ltimos 10 meses, hacia abajo.









