La zafra de calamar Loligo en las Islas Malvinas se reanudó después de un aumento en las capturas diarias, tras un cierre temporal de 48 horas la semana pasada por bajas cifras y preocupación sobre la biomasa.
El Departamento de Pesca de las Islas Malvinas y la industria pesquera retomaron las operaciones luego de registrar un incipiente y forzado repunte en la pesca. No obstante, a partir del 13 de agosto se estableció una veda temporal rotativa de 72 horas. Según comunicó la autoridad pesquera, la medida responde al resguardo de los barcos ante el mal clima y permanecerá vigente hasta la medianoche del 18 de agosto.
Tanto el gobierno como la industria trabajan en conjunto para supervisar diariamente las capturas. Se ha programado un relevamiento científico que se realizará dos semanas después de cualquier cierre temporal de la pesquería. Los resultados de este estudio serán determinantes para decidir si la zafra concluye o si se autoriza su reapertura.
El Departamento de Pesca aclaró que, en caso de que la biomasa estimada caiga por debajo del nivel de conservación, se activará un cierre inmediato. Si la biomasa se encuentra en el límite de conservación, la veda podría prolongarse. Por el contrario, si no existen riesgos, la temporada podría continuar con normalidad. El gobierno isleño continuará informando sobre cualquier cambio relevante en la situación del recurso.
» El desempeño de esta forzada reapertura tiene más fundamentos desde lo político pesquero y el impacto sobre las licencias de pesca que la realidad biológica de la biomasa de loligo » destacó un capitán vigués al mando de uno de los buques nuevos de la flota que opera en aguas insulares y aledañas, este año..
La pesquería de calamar Loligo sigue siendo estratégica para las empresas gallegas que operan en el Atlántico Sur. La cordinación entre industria y autoridades es clave para equilibrar la continuidad de la zafra con la sostenibilidad del recurso, evitando cierres imprevistos que afecten la cadena de suministro y la planificación de la flota.