El aumento de la inflación en el Reino Unido sigue afectando las ventas de productos del mar tal como ocurrió en el último mes de diciembre, donde cayeron notoriamente, a pesar de que suelen ser más altas durante las vacaciones de Navidad.
La categoría general de pescado refrigerado en el Reino Unido registró una caída del 1,3 % en las ventas en el trimestre que finalizó en diciembre de 2022, en comparación con el mismo trimestre de 2021, según datos oficiales de la investigadora “Kantar”, quienes mostraron que los precios del pescado refrigerado se dispararon un 7,7% en diciembre, después de subir un 5,2% en noviembre, siendo el sector más castigado el dedicado al pescado ahumado, que registró una caída de ventas del 8,1%, impulsada por una fuerte disminución en el número y la frecuencia de los compradores, de acuerdo a la investigadora.
Las ventas de pescado natural se dispararon un 6% durante el trimestre, aunque los volúmenes de venta cayeron un 4,3%, mientras que los precios aumentaron un 10,7%.
Las ventas totales de comestibles en el Reino Unido aumentaron un 9,4 % en diciembre, alcanzando un récord mensual de 12.800 millones de libras esterlinas (algo así como 15.400 millones de dólares estadounidenses o 14.500 millones de euros).
El director de Retail and Consumer Insights, Fraser McKevitt, comentó que “las ventas de valor aumentaron significativamente, pero la inflación de los precios de los comestibles es el verdadero factor impulsor detrás de esto, en lugar del aumento de las compras. Si observamos la cantidad que la gente compró en este período, las ventas medidas por volumen en realidad disminuyeron un 1% interanual, lo que muestra los desafíos que enfrentan los compradores”.
Uno de los problemas crecientes, al menos hasta el año 2022, la inflación de los precios de los comestibles en el Reino Unido fue del 14,4% en diciembre, una ligera disminución del 14,6%.
Brindando más datos McKevitt argumentó que “este es el segundo mes consecutivo en que la inflación de los precios de los comestibles ha caído, lo que genera esperanzas de que lo peor ya pasó. Sin embargo, sigue siendo una cifra dolorosamente alta al ritmo actual, lo que afecta cómo y qué compramos en las tiendas”.
Para ayudar a los compradores a estar de acuerdo con la inflación de los comestibles, una delas empresas (Morrisons) comenzó a recortar los precios de 130 de sus productos, tal como lo hizo con los “palitos” de pescado y langostinos congelados, junto con trozos de atún enlatados.
“Morrisons ha invertido más de 19 millones de dólares para hacer estos recortes, ya que los clientes buscan ayuda en su compra semanal después de los gastos de Navidad y la crisis del costo de vida continúa afectando los presupuestos de comestibles de los hogares”, manifestó la compañía en un comunicado de prensa.
En respuesta a la crisis de la inflación, otra empresa (Tesco) anunció bloqueos de precios en más de 1000 artículos comestibles hasta Semana Santa, incluidos los filetes de platija empanados (un pescado blanco de carne tierna y suave), promulgando un bloqueo de precios similar desde octubre hasta principios de enero.
“Al comenzar el Año Nuevo, sabemos que los tiempos son difíciles para muchos de nuestros clientes en este momento. Esperamos que este compromiso ampliado de bloqueo de precios brinde a nuestros clientes la certeza de saber que más de mil artículos favoritos del hogar y artículos esenciales de marca propia se mantendrán al mismo precio bajo durante los próximos meses, ayudándolos a presupuestar cuando más lo necesiten”, dijo el director ejecutivo de Tesco, Jason Tarry.
Kantar advirtió que la inflación de los productos del mar podría hacer que los compradores cambien de categoría a productos avícolas y cárnicos.
“Es posible que los compradores estén cambiando de mariscos a pollo y cerdo, que tienen un rendimiento superior en términos de volumen, disminuyendo solo un 0,1% y un 1% respectivamente, a pesar de que el pollo ha experimentado los mayores aumentos de precio de todas las proteínas, hasta 17 por ciento durante el trimestre”, resaltaron desde Kantar, refiriéndose al trimestre que terminó el 30 de octubre.
Los precios del pescado refrigerado aumentaron un 4,8% durante ese trimestre, por debajo de los aumentos de precios de la carne y las aves frescas, que aumentaron un 9,8%.
La empresa investigadora de mercado resaltó en su informe mensual sobre carnes, pescados y aves que “los aumentos de precios del 4,8% para el pescado refrigerado son más bajos que muchas alternativas, pero los altos precios de referencia significan que todavía es vulnerable a la baja. Las pérdidas de volumen de pescado refrigerado del 8,2% son demasiado para compensarlas con aumentos de precios y, en consecuencia, la categoría está en declive general”.
Al igual que en el trimestre que finalizó en diciembre, el pescado ahumado experimentó la mayor caída en las ventas del trimestre que finalizó en octubre, cayendo un 12%, seguido del pescado rebozado, que disminuyó un 8,4%.
“El bajo rendimiento del rebozado sugiere que será importante observar la interacción entre el pescado refrigerado y congelado durante el invierno. El pescado rebozado es más prominente en el pasillo del congelador y, por lo tanto, su equivalente refrigerado podría ser vulnerable a las pérdidas frente al congelado”, resaltaron.
El pescado natural es el único subsector dentro del pescado refrigerado que registró un aumento en las ventas durante el trimestre de octubre, con un crecimiento del 1,1% durante el trimestre, a pesar de que es una de las proteínas más caras, mostrando que los compradores británicos están dispuestos a pagar más si siente que hay una justificación.
Cualquier semejanza con la realidad argentina… sería ingresar en el campo de la incredulidad, aunque se pudiese entender que las variables económicas de nuestro país sean distintas, las leyes de mercado y los pensamientos sobre el mismo están completamente en las antípodas.