Un acto que se dibuja encendido aparece en el horizonte del astillero Federico Contessi: la botadura del “Trabajamos”, un costero de unos veinte metros de eslora, todavía sin dueño, ideado por la propia firma para sortear la ausencia de órdenes de construcción.
Lo simbólico no se agota en el nombre del buque, sino que se extiende a la fecha elegida para su descenso. Será el próximo 12 de septiembre, en coincidencia con el Día de la Industria Naval y en medio de la polémica que rodea al astillero.
Como trascendió en los últimos días, el Consorcio Portuario Regional de Mar del Plata le reclama el pago de 3,6 millones de pesos. ¿El origen? El canon adeudado por la explotación del espacio que ocupa la empresa en Calle B, Espigón 4, del puerto local.
En realidad, se trata de la diferencia surgida de la cifra que la empresa considera debe pagar y desembolsa regularmente, teniendo en cuenta la situación de otros permisionarios, y la exigida por el ente administrador de la estación marítima.
Desconociendo esa particular metodología de cálculo y apoyado en el pasivo, el Consorcio llegó a pedir la restitución del predio en marzo de este año. Desde entonces se sucedieron reuniones en diferentes ámbitos y escalas.
Según pudo saber Pescare.com.ar, las gestiones iniciadas desde el astillero incluyeron llamadas al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli y al intendente, Gustavo Pulti; pero al parecer ninguna pudo direccionar el caso hacia un acuerdo.
“Los mismos funcionarios que siempre ponderaron el esfuerzo y el trabajo del astillero y el de mi padre en particular nos dan la espalda”, se le escuchó decir a Domingo Contessi por esos días.
En este contexto, tampoco operó como vía superadora el descuento del 50 por ciento que se llegó a ofrecer si la firma aceptaba saldar la cuenta, ni el reciente plan de pago en 60 cuotas, juzgado como “muy beneficioso” por el interventor del Consorcio, Matías Machinandiarena.
El astillero, vale recordarlo, fue fundado hacia mediados de la década del sesenta sobre tierras que pertenecen al Estado. La regularización de ese uso de suelo fue un tema pendiente durante los últimos quince años y mereció referencias discursivas en varias botaduras.
Sin embargo, ahora amenaza con ubicarse en el centro de la número 116, prevista para los próximos días. Desde Contessi creen que por derecho, historia e inversiones realizadas merecen un mejor trato y así lo harían público.
En el astillero proyectan botar al costero “Trabajamos” el próximo 12 de septiembre en medio de la polémica por la deuda que le reclama el Consorcio Portuario. Críticas en carpeta.
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