Trasladaron al BP Polarborg II para ser desguazado en las instalaciones del varadero de la Base Naval Mar del Plata. Las maniobras comenzaron este jueves para que en el corto plazo pueda ser desguazado. De esta manera se busca tener más espacio de amarre en uno de los muelles marplatenses, algo que no solamente es necesario sino que convierta al puerto local en menos oneroso, en cuanto al permanente movimiento de buques para sus operaciones de descarga, abastecimiento, logistica y reparaciones.
El ya otrora pesquero de 47,1 metros de eslora y 9,3 de manga, fue trasladado desde la terminal marítima marplatense hasta el varadero de la Base Naval Mar del Plata, para ser sometido a tareas que lo desguazarán por completo, continuando así el plan de reducción de buques que se encuentran fuera de servicio y que imposibilitan más lugares de amarre en el puerto de Mar del Plata y la operatividad que un puerto competitivo del siglo XXI necesita.

Liberado ya de espacio el varadero que se encuentra en jurisdicción de la Armada Argentina, tras finalizar los trabajos del «BP Don Luciano» de la empresa armadora Pedro Moscuzza S.A. y el BP Magritte, –cuyas tareas se extendieron mas de lo programado-, queda todo a merced de los trabajadores que se abocan a estas tareas para poder realizar el desguace, que si bien aún no tiene una fecha cierta de finalización, se espera según contrato 60 días operativos.
Está será ya la tercera embarcación que cumplía actividades de pesca extractiva que será sometida a tareas de desguace en el mismo lugar, tras un convenio firmado por la Armada Argentina y el Consorcio Portuario Regional de Mar del Plata.
De acuerdo a lo que pudo conocer esta Editorial, las tareas se desarrollaran en paralelo; mientras se desguaza el Polarborg II por medio de la empresa Lusejo S.A.; lo propio hará La Pasteca S.A. con las embarcaciones que navegaban como remolcadores ligeros de la Armada, tal el caso del ARA Chiquiyán, ARA Ona y ARA Chulupi.
Las tareas de traslado fueron realizadas por la empresa Remolcadores Mar del Plata a través del remolcador Tornado, para lo cual la tripulación llevó a cabo las tareas de rigor, con las metodologías habituales, pero no sin las dificultades que generaba la ubicación del buque, lo cual no fue impedimento para que los experimentados trabajadores de muelle a las órdenes de Rubén Aguero, Capitán de armamento, logística y muelle de la empresa Solimeno, pudieran resolverlo con celeridad y sin inconvenientes, no sin antes llevar adelante sendos trámites en PNA para lograr la disposición local que permita mover ese artefacto naval.

Lo que fue llamativo es que existirían algunos faltantes en la embarcación, como el caso de las anclas del buque.
Esto no significa que se trate de un hurto o robo, pero no deja de llamar la atención ya que todo el sector interno portuario se encuentra monitoreado por cámaras, con operadores visualizando de manera permanente las 24 horas, los 365 días del año, con personal también especializado y que tiene un costo muy significativo para las arcas del Consorcio Portuario trasladado a las empresas armadoras que utilizan el espejo del puerto local.