En un giro trascendental para la economía global, Estados Unidos ha implementado nuevos aranceles sobre las importaciones procedentes de México, Canadá y China, generando una inmediata reacción por parte de dichas naciones y desatando una volatilidad significativa en los mercados financieros con vinculaciones preocupantes en el mercado del comercio mundial.
Las medidas incluyen un gravamen del 25% sobre bienes de origen mexicano y canadiense, así como un incremento del 10% al 20% en productos importados desde China. A pesar de que la Casa Blanca había proyectado esta iniciativa como una estrategia para frenar el tráfico de fentanilo y fortalecer la seguridad fronteriza, los resultados hasta el momento han quedado por debajo de las expectativas gubernamentales.
Como respuesta, China ha contraatacado con la imposición de aranceles dirigidos a productos agrícolas estadounidenses, al tiempo que ha sumado diversas empresas norteamericanas a su lista de control de exportaciones. Paralelamente, Canadá ha implementado medidas arancelarias de represalia, mientras que México anticipa la divulgación de su respuesta oficial en los próximos días. Todo este ruido sin dudas repercute en el comercio internacional y podría impactar en el alicaído mercado exportador de pescados y mariscos argentinos por efecto secundario al endurecimiento de políticas que apuntan al proteccionismo, algo desalentado en la verborragia, pero que en los hechos parecen encontrar destinos opuestos, incluso en las filas libertarias de Trump como de otros líderes mundiales.
No obstante, en el horizonte se vislumbra una posible distensión diplomática. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, podría anunciar hoy un entendimiento con Canadá y México, lo que permitiría la reducción de los gravámenes del 25% sobre los principales socios comerciales de la nación. Esta posibilidad fue insinuada por el secretario de Comercio, Howard Lutnick, tras una jornada en la que Wall Street experimentó una segunda sesión consecutiva de pérdidas abruptas y donde las criptomonedas vienen de perder un 20% de su valor. El funcionario detalló que las eventuales concesiones contemplarían una disminución parcial de las tarifas recién impuestas.
Los comentarios de Lutnick coincidieron con el desplome de los principales índices bursátiles, impulsado por la incertidumbre de los inversores ante el endurecimiento de las políticas comerciales de la administración Trump. A media jornada, todos los indicadores de Wall Street reflejaban descensos pronunciados.
Desde Beijing, el Ministerio de Finanzas de China confirmó que, a partir del 10 de marzo, se aplicarán aranceles de entre el 10% y el 15% a diversas importaciones agrícolas estadounidenses. En concreto, el gravamen del 15% afectará al pollo, el trigo, el maíz y el algodón, mientras que productos clave como la soja, el cerdo, la carne de res, los productos de origen marino, las frutas, los lácteos, las verduras y el sorgo serán gravados con un 10%. Beijing ha argumentado que las acciones de Washington son «unilaterales» y suponen un obstáculo para el comercio internacional, incrementando las cargas económicas sobre las empresas y los consumidores estadounidenses. En los últimos dos años, las exportaciones agrícolas de Estados Unidos a China han sufrido una caída del 20%, situación que podría agravarse a raíz de las nuevas sanciones.
Adicionalmente, China ha incorporado un grupo de compañías estadounidenses a su lista de control de exportaciones y ha identificado otra más como «entidad no confiable«, al tiempo que ha manifestado su intención de elevar la disputa ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).
En un tono categórico, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, rechazó enérgicamente la medida estadounidense, calificándola de «injustificada» y anunciando la imposición de nuevos aranceles sobre productos de origen estadounidense. «Permítanme ser inequívocamente claro: no existe justificación alguna para estas acciones«, subrayó Trudeau, quien enfatizó que, aunque menos del 1% del fentanilo interceptado en la frontera estadounidense proviene de Canadá, su gobierno ha trabajado incansablemente para combatir el flagelo del narcotráfico que afecta a ambas naciones. Como represalia, el gobierno canadiense aplicará aranceles del 25%, algunos con efecto inmediato y otros en un plazo de 21 días. «Nuestros aranceles se mantendrán en vigor hasta que se revierta la medida comercial de Estados Unidos. Si la administración Trump persiste en su postura, exploraremos estrategias adicionales de represalia, tanto arancelarias como no arancelarias«, advirtió el líder canadiense.
En una postura similar, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, también condenó la decisión de Trump, subrayando que carece de fundamentos. Sheinbaum recordó que, durante la pausa de 30 días acordada el pasado 4 de febrero, su gobierno implementó una serie de operativos dirigidos a combatir el crimen organizado y el tráfico de fentanilo, además de sostener reuniones bilaterales en materia de seguridad y comercio que derivaron en acuerdos sustantivos de cooperación.
«A pesar de los esfuerzos desplegados, el gobierno de Estados Unidos ha decidido unilateralmente imponer aranceles del 25% sobre nuestras exportaciones. No obstante, responderemos con medidas arancelarias y no arancelarias, cuyo alcance se dará a conocer el próximo domingo 9 de marzo«, anunció la mandataria mexicana. Sin embargo, Sheinbaum enfatizó que México no busca desatar una confrontación económica o comercial, sino defender los intereses del país de manera firme y diplomática.
Con la aplicación de estas medidas, de índole netamente comercial y su radical cambio de postura frente al conflicto bélico entre Ucrania y Rusia que fuera evidenciada en una reunión cumbre en Casa Blanca donde el propio presidente de los Estados Unidos y su referente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, mostraron al mundo discrepancias en la continuidad del apoyo a su país; queda claro que las guerras futuras son en el plano netamente comercial; lo que pone de relieve la importancia en el mundo del comercio mundial, la actividad pesquera exportadora como parte de ese segmento. Todo empuja a una mayor profesionalización en el mundo de la pesca y el sector industrial argentino, los números finos, son para profesionales y no para improvisados, algo a lo que inexorablemente el empresario argentino debe mutar si es que desea competir, y ganar.
Mientras la incertidumbre se cierne sobre el comercio internacional, el mundo observa con expectación si la diplomacia prevalecerá sobre la escalada de tensiones arancelarias, algo que indirectamente puede tener un devastador impacto en el comercio mundial del que Argentina no está exenta.