En un contexto donde la incertidumbre respecto al futuro del abadejo (Genypterus blacodes) se cierne como una sombra ominosa sobre la industria pesquera nacional, la Cámara Pesquera Argentina ALFA (CAPEAR ALFA) ha instado reiteradamente, desde el año 2019, al Consejo Federal Pesquero a llevar a cabo una investigación específica y focalizada sobre esta especie. La solicitud, formalizada a través de diversas notas, subraya la necesidad de una campaña científica ad hoc, es decir, desvinculada de las investigaciones rutinarias sobre la merluza común (Merluccius hubbsi), dado que ambas especies difieren en hábitat, distribución y hábitos biológicos.
Un recurso en la cuerda floja
Para la flota fresquera de Mar del Plata, el abadejo representa un eslabón fundamental dentro de la cadena de recursos explotables. Su captura no solo alterna con especies como la merluza y los pelágicos, sino que también genera empleo en las plantas de procesamiento, al ofrecer rendimientos superiores en comparación con otras especies. Partes como las cocochas, la gargantilla, la vejiga natatoria y su apreciada carne encuentran demanda tanto en el mercado nacional como en el internacional.
No obstante, a pesar de la reducción en el esfuerzo pesquero se desconoce el estado real de la biomasa. Más aún, los registros históricos del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) reflejan una sostenida disminución de la biomasa de esta especie desde la década de 1980. Los informes más recientes indican que la Biomasa Reproductiva en 2020 y 2021 se encontraba apenas en el 10% de la biomasa virgen, un nivel alarmantemente inferior al Punto Biológico de Referencia Límite.
Sin embargo, es imperioso considerar que la fiabilidad de estas estadísticas están comprometidas y desvirtuadas, pues el régimen de vedas y restricciones vigentes condiciona la recolección de datos, los cuales se basan fundamentalmente en descargas en puerto, no reflejando con exactitud el verdadero estado del recurso en su medio natural, ya que la veda es incongruente con la mayor explotación del recurso, lo que distorsiona la realidad del reflejo estadístico en el marco de la evolución real de la especie.Desde el año 2012, la pesquería del abadejo ha estado sometida a un riguroso marco regulatorio que incluye cupos de captura de 10 toneladas por buque y la prohibición de pesca dirigida en áreas críticas. No obstante, lejos de propiciar una recuperación tangible, las capturas han disminuido drásticamente, pasando de 20.000 toneladas anuales en los primeros de la década de los ´80 a apenas 2.700 toneladas en estos últimos años, que además carecen de verosimilitud, ya que los partes de pesca no reflejan la realidad de lo verdaderamente descargado.
A este escenario se suma la creciente competencia de flotas extranjeras en la milla 201, cuyos desembarques en puertos como Montevideo generan una presión adicional sobre el recurso y erosionan la competitividad de la flota argentina. Mientras la industria nacional se ve restringida por normativas estrictas y enfrenta una reducción significativa de ingresos como consecuencia de una falta de seguimiento real y efectiva sobre la especie, buques foráneos continúan explotando la especie sin regulaciones equivalentes por desborde en los pozos linderos al límite de la ZEEA.
Ciencia y producción: Una alianza necesaria
Consciente de la urgencia de adoptar decisiones fundamentadas en información científica actualizada, ALFA ha promovido la realización de una campaña de investigación con la participación activa de capitanes experimentados en la pesca del abadejo. Esta iniciativa busca no solo generar datos confiables, sino también optimizar las técnicas de extracción para mejorar la eficiencia y sostenibilidad de la actividad.
El BIP Dr.Eduardo L.Holmberg, una embarcación que ha desempeñado un papel fundamental en las campañas científicas sobre merluza, ha sido propuesto para liderar este estudio. La colaboración entre científicos y pescadores permitirá contrastar metodologías de evaluación, garantizando un análisis más preciso del estado del recurso.
Gracias a diversas gestiones que subrayan la necesidad de que la administración pesquera se base en información representativa y actualizada, la propuesta ha sido bien recibida por el Consejo Federal Pesquero y el Subsecretario de Pesca, Juan Antonio López Cazorla. En consecuencia, se ha autorizado la ejecución de una prospección específica a la especie abadejo.
Implementación de la Prospección
El Consejo Federal Pesquero (CFP) ha autorizado la realización de una prospección de abadejo en la zona comprendida entre los paralelos 40° y 43°30′ de latitud Sur y los meridianos 56º y 60º de longitud Oeste. Para llevar adelante esta campaña, se ha efectuado un sorteo de buques que participarán en la operación bajo condiciones establecidas por la autoridad pesquera.
Por Acta CFP Nro.5/2025 Punto 2, se informó el resultado del sorteo con fecha de cierre de inscripción 28/02/2025 a las 16:00hs.
Cada buque sorteado podrá capturar hasta 120 toneladas de abadejo y contará con la presencia obligatoria de un observador a bordo, quien registrará datos científicos y pesqueros.

En la presente acta, también se informó la lista de buques pesqueros que quedaron afuera de la prospección:


Las capturas obtenidas en el marco de esta prospección serán objeto de un análisis minucioso que permitirá evaluar el estado del recurso y definir eventuales medidas de manejo. Los resultados de esta investigación serán determinantes para ajustar la administración de la pesquería del abadejo, garantizando su sostenibilidad y su explotación responsable en el largo plazo.