Atrás parece haber quedado la incertidumbre que generó entre los armadores el bajo rendimiento de los recursos pelágicos. Las temporadas de caballa y anchoíta, todavía en fases iniciales, empiezan a dar señales en los muelles.
Según pudo saber Pescare.com.ar, durante la última semana fueron incrementándose los desembarques de ambos recursos, con precios promedio un treinta por ciento arriba del registro 2012 y calidades esperadas para este tramo del invierno.
En el caso de la engraulis, unos seis barcos están operando sobre el recurso y están obteniendo entre 40 y 43 piezas por kilo. Naturalmente con el avance hacia la primavera y la migración del recurso hacia el sur, la zafra irá tomando mejor forma.
Datos de la Subsecretaría de Pesca de la Nación señalan que hasta el pasado 26 de julio se habían descargado sólo unas 600 toneladas de anchoíta. De ese global, los fresqueros aportaron 434 toneladas; mientras que los costeros, 160.
Desde lo biológico la especie exhibe solidez. La Captura Máxima Permisible fue fijada en 120 mil toneladas para el stock bonaerense (norte del paralelo 41°) con una biomasa global estimada en 2,1 millones de ejemplares, de acuerdo al Inidep.
En este sentido, vale recordar que la pesquería obtuvo su ecocertificación en agosto de 2011 y ya superó sin inconvenientes la primera auditoría anual, por lo que su explotación es considerada como sustentable en el tiempo.
Por otra parte, el marco internacional parece favorecer las exportaciones. Como muestra, la flota que captura anchoa en el Cantábrico tendrá un 17 por ciento menos de cuota por el recorte interanual impuesto por la Unión Europea.
Los cerqueros contarán hasta el 30 de junio de 2014 con un Total Admisible de Capturas (TAC) de 17.100 toneladas, frente a las 20.700 de la última campaña; aunque se espera que el impacto del recorte sea atenuado por las reservas de 2012.
Caballa, primeros reportes
Respecto a caballa, aproximadamente unas doce embarcaciones están alimentando los muelles de Mar del Plata. “Todavía tenemos algo de pescado chico; pero en general creció el volumen”, comentó una fuente consultada por este medio.
Por la posibilidad de realizar mareas más cortas y, consecuentemente con menos consumo de gasoil, la pesquería atrae sobre a los fresqueros de altura. Estancado el precio de la merluza hubbsi, la especie se transforma en una alternativa.
Aunque no tan amplio como el de la anchoíta, la caballa tiene un buen margen para el desarrollo de la zafra. Su Captura Máxima Permisible al sur del paralelo 39° fue determinada en 28 mil toneladas, con apenas 432 consumidas al 26 de julio.
Tras un flojo arranque de ambas zafras, en los últimos días pudo apreciarse en los muelles locales un salto en los desembarques. Calidades acordes a la época del año.