En respuesta a la solicitud de opinión técnica emitida por el Consejo Federal Pesquero (CFP), el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) presentó la Nota INIDEP NO-2025-24925557-APN-DNI#INIDEP, en la cual se aborda el estado del recurso langostino con miras a la nueva temporada de pesca. De acuerdo con los análisis realizados y la solicitud del Consejo esgrimido en el punto 3.1 del Acta CFP Nro.6/2025, el INIDEP ha determinado que no existen inconvenientes biológicos que obstaculicen el reinicio de las actividades pesqueras en aguas nacionales, fuera de la Zona de Veda Permanente de Juveniles de Merluza (ZVPJM). Este informe se basa en la premisa de que el proceso reproductivo del langostino ha sido debidamente protegido desde septiembre de 2024, cuando se suspendió la captura de la especie para garantizar la sostenibilidad de sus poblaciones.
A partir de esta evaluación, el CFP resolvió por unanimidad habilitar la pesca de langostino en aguas nacionales fuera de la ZVPJM, con fecha de inicio a las 07:00 horas del lunes 17 de marzo de 2025. Esta decisión, respaldada por los estudios científicos previos, marca un punto de inflexión en la planificación de la temporada pesquera, en la que se espera que los barcos fresqueros operen principalmente en la zona norte con pesca objetivo langostino.
Desde principios de febrero, se observó la llegada de marisco de excelente tamaño en la región norte del paralelo 42°S, área históricamente vinculada a la pesca de merluza. Sin embargo, este panorama revela profundas disonancias que demandan reflexión crítica. Si bien los datos oficiales de los muelles reportan la descarga de 804 toneladas de langostino en Mar del Plata entre el 1 de febrero y el 5 de marzo, fuentes fidedignas sugieren que la cifra real podría duplicarse, lo que pone en entredicho la veracidad y transparencia de la información difundida y fiscalizada sobre los muelles. Lo más alarmante, sin embargo, radica en que la apertura de la pesca termina siendo un trámite político-administrativo, desprovisto de cualquier consideración biológica.
El langostino tenía sentencia de un excelente comportamiento y estado en el permanente monitoreo que uno de los más eficientes departamentos técnicos del INIDEP realiza.
A pesar de la presencia de langostino de calidad, en abundancia y de tallas comerciales desde principios de febrero, el sector pesquero se ve frenado por una disociación entre la autorización oficial y la realidad del recurso disponible, lo que diluye la competitividad y rentabilidad de la industria. Mientras tanto, flotas enteras se deterioran en los muelles de los principales puertos del litoral argentino tras seis meses sin actividad, al margen de exportaciones, ventas y precios internacionales.
Este fenómeno subraya la complejidad de una dinámica pesquera que se ve entorpecida por inercias administrativas, donde la toma de decisiones está determinada por los criterios de once colegiados, desconociendo las urgentes necesidades del sector. La disfuncionalidad de este sistema demuestra de manera inequívoca la incompatibilidad casi estructural entre el Estado y la actividad privada, cuyo dinamismo queda relegado ante la rigidez burocrática y la falta de una respuesta oportuna a las demandas del mercado pesquero.
Por otro lado, el segmento de la flota congeladora enfrenta una situación económica tensa, aún cuando las negociaciones siguen abiertas. La ecuación de rentabilidad para las operaciones pesqueras de langostino sigue siendo un desafío, ya que los costos de producción se mantienen elevados, mientras que los precios internacionales se mantienen bajos, lo que dificulta la viabilidad de las ventas al mercado exterior. En este contexto, la negociación entre los actores del sector pesquero se ha complicado, ya que las partes involucradas se muestran reacias a ceder en sus demandas. El SOMU ha manifestado su oposición a la reducción de haberes, una postura que se complica aún más dada la cercanía de las elecciones dentro del sector.

Otros gremios, por su parte, intentan encontrar soluciones que no perjudique la continuidad laboral, en un escenario en el que las disparidades salariales entre los diferentes tipos de flotas son notorias (tangonero vs merlucero).
Así, mientras la captura de langostino en aguas nacionales fuera de la ZVPJM se autoriza, persisten incertidumbres y tensiones que podrían influir en el inicio de la temporada pesquera para el segmento congelador. La situación, aunque favorable en términos biológicos, está marcada por una serie de desafíos económicos y laborales que aún no parecen tener una resolución clara, mientras Chubut transitó una nueva histórica de capturas por encima de las 106 mil toneladas. La evolución de estos factores será vital para determinar el éxito o las dificultades de la temporada que se avecina.