En un evento sin precedentes para la logística fluvial de la Argentina, la Prefectura Naval Argentina ha aprobado una modificación en la normativa de seguridad que regula el calado de los buques en la Vía Navegable Troncal Paraná-Paraguay. Esta medida, informada en la Bolsa de Comercio de Rosario y promovida por la Ministro de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, permitirá una mayor capacidad de carga en las embarcaciones, optimizando la eficiencia del transporte y reduciendo costos operativos sin comprometer la seguridad, según su propia locución.
La resolución vigente hasta la fecha establecía que los buques debían mantener un margen de seguridad de dos pies por debajo de la quilla hasta una profundidad de 34 pies, aumentando progresivamente dicho margen a partir de los 35 pies. En la práctica, esto significaba que, aun con un dragado a 39 pies de profundidad, el calado navegable efectivo no superaba los 36 pies. La reciente flexibilización permitirá mantener los dos pies de seguridad actuales sin incrementarlos más allá de los 34 pies de profundidad, lo que se traducirá en un calado navegable de hasta 37 pies, en caso de concretarse un dragado de 39 pies.

Buque granelero varado en el Km.338 de la Vía Navegable Troncal
Este cambio normativo representa una transformación significativa para el comercio exterior argentino en momentos donde la propia Agencia Nacional de Puertos y Navegación (ANPyN) determinó oficialmente declarar nula la licitación de la Vía Navegable Troncal. La posibilidad de aumentar el tonelaje de carga en cada embarcación se traducirá en un incremento estimado del 7 % en los volúmenes exportados, generando un impacto positivo en la competitividad del país. En palabras de la ministra Bullrich: «Este avance significa más exportaciones, más empleo y mayor desarrollo para la Argentina«. Declaraciones que dejaron perplejos a quienes haciendo uso del estudio, conocimiento y experiencia de décadas en la industria naval y batimétrica escuchaban con asombro los considerandos y avales de la Ministro.
Si bien la flexibilización normativa ha sido recibida con entusiasmo por los sectores productivos y portuarios, algunos expertos expresaron preocupación por el posible aumento en la incidencia de varaduras, lo que podría elevar los costos de salvamento y afectar las primas de seguros marítimos.
Uno de los más destacados referentes en la materia, que con conocimiento y autoridad se pronunció de manera inmediata tras conocerse la decisión, fue el ingeniero naval Horacio Tettamanti.
A través de la red social Facebook, expresó su opinión sin reservas, manifestando con firmeza: » O esta nota es un fraude o debo entender que la ministro fue engañada. Es de entender que la ministra no está obligada a saber estas cuestiones técnicas. Ahora que no tenga adecuado asesoramiento eso ya es muy peligroso. Confundir el margen de seguridad bajo la quilla y el dragado del canal raya o en la ignorancia absoluta o directamente en el prevaricato.
Hacerle decir a la ministro que moderniza la navegación en el río Paraná o en el Río de la plata ( la Hidrovía no tiene nada que ver es otra cosa ) reduciendo el margen de seguridad bajo la quilla a 1 pie en forma estática cuando todo el campo académico marítimo sabe que eso es inferior al efecto dinámico ( squat) raya en mala praxis dolosa o culposa y espero que este artículo sea un relato no puedo creer que esta burrada sea acompañado por prácticos que tienen la formación para saber que esto es un disparate.«

Sin embargo, en un hecho alarmante, la medida cuenta con el respaldo técnico de la Cámara de Actividades de Practicaje y Pilotaje y de la Asociación Internacional de Infraestructuras del Transporte Acuático (PIANC), organismos que han avalado su viabilidad y seguridad.
Desde la Bolsa de Comercio de Rosario manifestaron su reconocimiento al Ministerio de Seguridad y a la ministra Bullrich por haber aceptado su solicitud y facilitado esta mejora estratégica para la VNT. «Con reglas claras, previsibilidad y decisiones firmes, garantizamos una hidrovía más competitiva, alineada con el desarrollo del país«, enfatizó la funcionaria al presentar la medida.
La resolución no solo busca consolidar y justificar una flexibilización normativa ante el fracaso de la licitación de la Vía Navegable Troncal, sino que lo hace a costa de una alarmante reducción en los márgenes de seguridad para la navegación. Este intento de promover el comercio exterior y el crecimiento económico del país se impone sin un análisis riguroso de los riesgos, en un contexto donde el dragado del canal principal enfrenta serias dificultades.
Aún más grave es la evidente contradicción y falta de principios en la aplicación de estos criterios. Mientras en la Hidrovía se relajan las exigencias, permitiendo mayor carga con menor margen de seguridad, en el puerto de Mar del Plata, con un tráfico marítimo significativamente inferior y mayor profundidad relativa entre la quilla y el fondo marino en ambos accesos (canal primario y secundario), se mantiene la exigencia de practicaje y remolcador. Esta doble vara en la toma de decisiones no solo expone una alarmante incoherencia regulatoria, sino que también impone costos operativos excesivos e injustificados en el puerto local, castigando su competitividad y perpetuando un sistema de regulaciones arbitrarias y contradictorias.