Por supuesto que una golondrina no hace primavera, dice el viejo refran, haciendo alusión a que muchas veces un evento por simple aislado no muestra tendencia, pero en este caso, siempre es bueno conocer información respecto a lo que sucede en el mundo del consumo de bienes de origen marino en el gigante chino, cuya participación en los mercados de la demanda de especies de interés comercial en argentina tiene su impacto.
Así es como una cadena de restaurantes en China, es simple muestreo de lo que sucede en materia de consumo de pescados y mariscos a la que se le adicionan otras cadenas que en total suman algo más de 2.000 millones de dólares de facturación. No es poca cosa para tomar como caso testigo.
Jiumaojiu International Holdings ha informado una significativa contracción en el gasto de los clientes en su principal cadena de restaurantes de mariscos chinos, Tai Er, reflejando un entorno económico contractivo y competitivo en el sector gastronómico del gigante asiático. En el último trimestre de 2024, el gasto promedio en las mismas tiendas de la cadena de sopas de pescado de servicio rápido experimentó un descenso del 24,6 % en comparación con el mismo periodo del año anterior, según datos proporcionados por la compañía a sus inversores.
La empresa, que opera 634 establecimientos de Tai Er, mayoritariamente autogestionados, ha revelado que el gasto promedio por cliente se ubicó en USD 9,87, con variaciones sustanciales entre China continental (USD 9,05) y otras regiones (USD 21,26). Esta tendencia negativa no se limita a Tai Er, sino que también afecta a otras marcas del conglomerado, como Jiu Mao Jiu y Song Hot Pot, con caídas del 18,5 % y 26,9 %, respectivamente.
La marcada reducción en el gasto resalta las dificultades estructurales que atraviesan los operadores de restaurantes en China, particularmente en el segmento masivo altamente competitivo. Jiumaojiu ha reconocido que enfrenta retos significativos para retener a su clientela, con descensos interanuales en las ventas diarias promedio en las mismas tiendas de sus principales marcas, atribuyéndolos a «cambios en el entorno externo«. En el fondo, se supo que la caída en ventas tiene como principal escenario el cambio de hábito y costumbre a la hora de elegir de los consumidores. Los cambios de los últimos 3 años han impactado y continúan haciendo en un mercado caracterizado por la falta de interés y la retracción como consecuencia en los precios, que buscan pisos para alcanzar el grado de atracción en una escalada bajista que no se detiene.
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La situación ha llevado a la compañía a reducir sus planes de expansión a finales de 2024, tras haber registrado una drástica caída del 71,5 % en sus ganancias durante el primer semestre del año, en un intento por mitigar los efectos adversos mediante ajustes de precios.
A pesar de estos desafíos, Jiumaojiu logró alcanzar ingresos superando los USD 428 millones. Además, se registró un ligero repunte en el gasto promedio por cliente en Tai Er y Song Hot Pot durante el cuarto trimestre de 2024, atribuible a estrategias promocionales más ajustadas e incentivo de demanda.
El fenómeno de la contracción en el gasto no es exclusivo de Jiumaojiu. Otras cadenas de restaurantes de mariscos han enfrentado condiciones comerciales complejas en China. Jumbo Seafood, una prestigiosa cadena con sede en Singapur, ha experimentado dificultades similares debido al debilitamiento de la confianza del consumidor en el mercado chino.
Las implicaciones de esta tendencia trascienden las fronteras nacionales y afectan el circuito gastronómico internacional. La contracción del gasto en restaurantes chinos podría repercutir en el comercio de insumos, en la inversión en el sector y en la sostenibilidad de modelos de negocio basados en la expansión acelerada. Además, pone en evidencia la sensibilidad de la industria restaurantera a factores macroeconómicos y a los cambios en los hábitos de consumo, marcando un punto de inflexión en la estrategia comercial de las grandes cadenas.
En este contexto, las decisiones que tomen los operadores de restaurantes serán determinantes para la resiliencia del sector. Estrategias de diferenciación, innovación en la oferta gastronómica y adaptación a las nuevas tendencias de consumo podrían definir la supervivencia y el crecimiento de estas marcas en el desafiante mercado global.