A casi ocho años del hundimiento del BP El Repunte, la querella participó este martes de una audiencia clave ante la Cámara Federal de Comodoro Rivadavia, donde defendió la apelación al sobreseimiento de los imputados y reclamó que la causa no sea archivada.
Durante la jornada, los representantes legales de los familiares de las víctimas —encabezados por la abogada Lorena Arias— presentaron sus fundamentos ante el juez Javier Leal de Ibarra, en apoyo a la apelación presentada por el Fiscal Federal. Según expresaron en un comunicado, los jueces escucharon con atención y demostraron un conocimiento profundo del expediente, lo que renovó las expectativas de que la causa continúe su curso.
El hundimiento del Repunte, ocurrido en junio de 2017 frente a las costas de Chubut, provocó la muerte de diez tripulantes y generó un profundo impacto en el sector pesquero nacional. Desde entonces, los familiares han impulsado una lucha constante no solo en busca de justicia, sino también por mejoras en la seguridad de la actividad marítima.
En este sentido, la querella destacó importantes avances logrados en estos años, entre ellos:
- La incorporación de un ROV (vehículo operado a control remoto), que permitió realizar dos pericias fundamentales sobre los restos del buque, aportando pruebas clave a la causa.
- La sanción de la Ley 27.514, que estableció la creación de la Junta de Seguridad en el Transporte, un organismo destinado a investigar y prevenir accidentes en todos los modos de transporte, incluida la navegación.
- Nuevas exigencias de seguridad para la flota pesquera nacional, como la obligatoriedad de contar con doble balsa salvavidas y trajes de exposición para los tripulantes, elementos que mejoran sustancialmente las probabilidades de supervivencia ante un siniestro.
«Estos logros son fruto de un esfuerzo colectivo enorme«, expresaron desde la querella, subrayando el trabajo conjunto con los familiares. “Vamos a seguir firmes, buscando la verdad y la justicia. No vamos a parar hasta que se sepa qué pasó realmente con el Repunte y se haga justicia para los responsables”, concluyeron.
Aquel 17 de junio de 2017, frente a las costas de Chubut, ocurrió una de las tragedias marítimas más dolorosas de la historia reciente argentina: el hundimiento del buque pesquero El Repunte. En medio de condiciones hidrometeorológicas adversas, el siniestro se cobró la vida de diez tripulantes; solo dos lograron sobrevivir y siete cuerpos jamás fueron hallados.
El Repunte era una embarcación construida en la década del sesenta en astilleros españoles, originalmente diseñada para la pesca de merluza. Décadas después, ya envejecido y con un historial preocupante —incluido un hundimiento previo en aguas brasileñas del que fue reflotado— fue modificado en Argentina para operar como tangonero, adaptado a la pesca de langostino. Estas alteraciones estructurales, según los denunciantes, comprometieron gravemente su estabilidad.
Al momento del naufragio, el buque intentaba regresar a Puerto Madryn. Desde entonces, familiares de las víctimas —junto a las abogadas querellantes Valeria Carreras y Lorena Arias— han sostenido una incansable lucha por justicia, denunciando un entramado de negligencias sistemáticas y responsabilidades compartidas entre el sector empresarial y organismos estatales de control y gestión de seguridad, quienes autorizaron su operatividad en condiciones que, -según los representantes legales de los familiares-, calificaron como » deplorables «.
A casi ocho años del desastre, los reclamos no cesan.. Sin embargo, los familiares insisten en que aún resta llegar al fondo de la verdad y establecer con claridad las responsabilidades judiciales. “Esto no fue una tragedia provocada por una tormenta perfecta”, subrayó Carreras —también querellante incansable en la causa del submarino ARA San Juan— al remarcar que el deterioro del buque comenzó cuando fue intervenido estructuralmente en Argentina para una función para la cual no fue concebido.
» El Repunte no se hundió solo por el clima: se hundió por una cadena de decisiones negligentes que, hasta hoy, siguen impunes «, declaró descontando evidentemente el error humano en la cadena de decisiones. Haber corrido el temporal, cuando toda la flota decidio capear, podría ser también una punta de un hilo conductor que llevó a una tragedia que lamentablemente sirvió para avanzar en esquemas de inspecciones y seguridad mucho mas exhaustivos.
Mientras se espera la resolución de la Cámara sobre el futuro de la causa, el caso del Repunte continúa siendo un emblema de la lucha por condiciones seguras para los trabajadores del mar y por una justicia que no abandone a las víctimas.