El comienzo de la prospección del langostino en aguas de Chubut dejó un escenario tan prometedor como incierto. Lo que en su primer día se perfilaba como un arranque auspicioso, terminó derivando en una sucesión de jornadas marcadas por la irregularidad en las capturas, la inestabilidad climática y un prudente repliegue de las autoridades provinciales, que ahora evalúan con cautela los pasos a seguir antes de habilitar la zafra 2025-2026.
Durante la jornada inicial, los barcos de la flota costera de Rawson reportaron rendimientos promisorios; capturas abundantes, tallas comerciales y un marisco en óptimas condiciones biológicas, con predominio de ejemplares L2 y L1, de cáscara dura y madurez plena, atributos que suelen anticipar una temporada de buena productividad.
Sin embargo, el panorama cambió de forma abrupta. El sábado, a pesar de la búsqueda de las veinte embarcaciones dedicadas a esta prospección, las capturas comenzaron a disminuir y las descargas dejaron de mostrar el dinamismo esperado. A medida que el clima viraba y el mar se tornaba inestable, el recurso se volvió esquivo, especialmente en la zona norte, donde apenas 24 horas antes las condiciones habían sido óptimas.
El domingo, el mal tiempo impuso su propia veda, la operatoria se tornó casi inviable, y los barcos, a pesar del esfuerzo de sus tripulaciones por dar con el recurso, no tuvieron un buen dia de pesca. El lunes, pese a una leve mejoría, el mar de fondo persistente y la ausencia de concentraciones visibles reforzaron la sensación de que el langostino se había movido temporalmente en las áreas exploradas. Algunos pesqueros descargaron algunas pocas cajas de muy mala calidad, mezclada con peisos petrunkevitchi que confunden como juveniles de langostino, como se ve en las imágenes reportadas por una planta de procesamiento.



Esta combinación de factores llevó a las autoridades provinciales a adoptar una postura precautoria, privilegiando la sostenibilidad del recurso por sobre la premura comercial. En las últimas horas de ayer, consultada una alta fuente de pesca provincia, decía a PESCARE que evaluaban dos posibles escenarios: si las capturas de hoy mostraban una recuperación significativa, la apertura de la temporada podría resolverse de manera inmediata; de lo contrario, se impondría una espera de siete días antes de reanudar la prospección, en línea con la política de manejo responsable que la provincia sostiene como principio rector. Lo concreto es que por estas horas, la flota permanece en puerto habida cuenta de vientos del SE con intensidades superiores a los 22 nudos; mientras el pronóstico hasta el domingo próximo sigue siendo desalentador con ventanas de buen tiempo por no más de 12 horas.
Aunque el mal tiempo era imposible de prever, en el ámbito armatorial algunos referentes interpretan que el retraso de más de una semana en el inicio de la prospección —motivado por cuestiones gremiales en Rawson— incidió en la dinámica actual. Según esa lectura, la ventana de mejores condiciones naturales ya se habría cerrado, afectando tanto la localización del recurso como la eficiencia operativa de la flota.
Así, entre la esperanza de una recuperación inmediata y la prudencia de no comprometer la sostenibilidad, el sector pesquero de Chubut transita horas de expectativa contenida. La temporada de langostino, uno de los pilares económicos de la región, se encuentra nuevamente en el punto exacto donde la biología, el clima y la decisión política definen su destino.
									 
					