El conglomerado chileno Cencosud enfrenta una denuncia por presunta infracción a la Ley de Pesca, luego de que el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) detectara el ingreso irregular de un cargamento de 16 toneladas de merluza argentina (Merluccius hubbsi) a territorio chileno.
Según el organismo fiscalizador, la empresa —propietaria de las cadenas de supermercados Jumbo y Santa Isabel— no habría tramitado correctamente la Solicitud Única de Ingreso (SUI), requisito indispensable para autorizar la entrada de productos hidrobiológicos al país. La fiscalización se realizó el pasado 1 de abril en un frigorífico ubicado en la comuna de Renca, donde inspectores de Sernapesca encontraron 1.280 cajas de filetes de merluza apanada. La carga, procedente de Argentina, había sido recibida el 25 de febrero sin que mediara una SUI aprobada. De hecho, la única solicitud presentada había sido previamente rechazada.
La falta de este documento no es un detalle menor. Su aprobación busca asegurar que los productos no provienen de actividades de pesca ilegal, no declarada o no reglamentada (INDNR), resguardando tanto la sustentabilidad de los recursos marinos como la sanidad de los alimentos. En ese sentido, la ausencia de una SUI válida implica un incumplimiento serio de la normativa vigente.
Frente a la acusación, la empresa negó haber actuado con dolo y atribuyó lo ocurrido a un “error administrativo involuntario” de la agencia de aduanas que gestionó el ingreso del producto. A través de un comunicado, aseguró que los productos cumplen con todos los estándares legales y sanitarios, y expresó su disposición a colaborar con las autoridades para aclarar los hechos.
Sin embargo, Sernapesca ha solicitado al tribunal la aplicación de la sanción máxima contemplada por ley, que asciende a 1.353 Unidades Tributarias Mensuales (UTM), equivalentes a más de 100 millones de pesos chilenos. Además, ha solicitado el decomiso del cargamento, lo que implicaría su incautación definitiva por parte del Estado.
El episodio ha puesto nuevamente en el centro del debate la eficacia de los controles aduaneros y la trazabilidad de los productos importados. ¿Cómo es posible que un volumen tan significativo de pescado haya ingresado sin la documentación correspondiente? ¿Cuántos otros cargamentos podrían estar atravesando las fronteras sin cumplir con los requisitos exigidos?.
Mientras se esclarece si se trató de una omisión involuntaria o de una estrategia para acelerar los tiempos de importación, lo cierto es que este incidente sirve como advertencia para todo el sector. En un contexto donde los consumidores exigen mayor transparencia y responsabilidad en la cadena de suministro, el cumplimiento normativo deja de ser una formalidad para convertirse en una condición clave de competitividad.
Cencosud, por ahora, deberá afrontar las consecuencias de un episodio que amenaza con tener impacto no solo en lo legal, sino también en su imagen ante la opinión pública.